Por: Miguel Ángel Pérez Reynoso. Columna: Márgenes de lo educativo. UPN-Guadalajara. 07/02/2024
Hace poco más de un año la comunidad universitaria de la UPN en nuestro país llevó a cabo un destacado ejercicio al realizar un Congreso General Universitario con la finalidad de construir consensos en la perspectiva de definir el futuro que sirva e base para darle certezas institucionales a dicha Universidad.
De esta manera a partir de los tres grandes ejes de trabajo:
- Proyecto académico.
- Financiamiento y
- Figura jurídica y normatividad
Dichos ejes, sirvieron de pretexto para dialogar, discutir y consensar. De esta manera, el documento que recupera los resultados del CGU, denominado “Consensos y disensos”, es una plataforma para dar el gran salto de las aspiraciones institucionales de la UPN.
A 45 años de distancia, sin embargo, lo que concierne a la nueva Figura Jurídica se ha detenido en el Senado de la república, ha hecho falta disposición gubernamental y presión institucional por parte de la comunidad de la UPN en todo el país.
Aunque también y en paralelo la UPN ha venido acumulando una serie de rezagos y de estancamientos en su vida interna, con una plantilla de docentes que está muy cerca del retiro y cuyo relevo generacional no queda del todo claro, ya que han escaseado de manera significativa, convocatorias para concurso de oposición en la mayoría de los estados del país. Hay casos como el de Jalisco que va a llegar a los 20 años sin haber tenido un concurso de oposición para la basificación de personal académico y muchos estados están en peores condiciones.
En este momento, con una política educativa desde el ámbito federal, que tiende a privilegiar la inclusión, la justicia y la participación de las comunidades educativas; la UPN es una instancia que favorece todo ello sin embargo no es objeto de la misma atención a partir de lo que hace.
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