Jorge Salazar García. 16/03/2020
Independientemente de su preferencial electoral o si simpatiza usted o no con el nuevo régimen, las políticas de éste modificarán su cotidianidad. El grado y sentido de la afectación dependerá de la clase social a la que pertenece, de su orientación ideológica y/o de su capacidad de adaptación. Tal vez una manera de adaptarse a los cambios sea conocer los 100 compromisos de Gobierno y hacia quienes se destinan. Por ejemplo, durante 36 años el sector privado fue preferente en el presupuesto público, hoy se dice que son lo pobres. Las siguiente líneas expresan brevemente una reflexión sobre la postura de rechazo de los primeros ante la cuarta transformación.
¿Dañan las nuevas políticas a los empresarios?
No. Como sector, sus privilegios (concesiones, libre competencia, contratos, la subcontratación, el libre cambio, financiamiento blando, etc.) están protegidos por un sistema legal instituido para su goce y disfrute. Contra la propiedad privada sobre los medios de producción y sus ganancias no hay nada en el proyecto de Nación en curso. Sin embargo, a pesar de esas garantías se resisten a invertir argumentando desconfianza en el gobierno. Aunque eso es una subjetividad sin sustento, han desatado una guerra de falsedades y desinformación en sus medios propagandísticos. ¿Dónde quedan las sonrisas y abrazos con el Presidente? ¿Traicionan sus compromisos?
Salvo las excepciones de rigor, el empresariado como clase jamás se ha destacado por cumplir los compromisos asumidos públicamente, sobre todo si eso implica una disminución de sus GANANCIA. Eso de bajar precios y comisiones bancarias, respetar el medio ambiente, pagar salarios justos, producir bienes de calidad, invertir con sentido social, crear empleos fijos, pagar impuestos y llevar contabilidad transparente, NO existe en su catálogo ético. El haberse convertido en entidades dependientes del subsidio gubernamental les hizo ineficientes, y como tales imposibilitados para sobrevivir competitivamente. Esta clase de capitalistas, con empresas pobres y dueños multimillonarios, no podrá ajustar sus modos de hacer negocios a la legalidad y transparencia. Es un empresariado parásito acostumbrado a vivir del presupuesto, del trabajador y de la naturaleza. El llamado a cambiar lo que han hecho toda su existencia los tiene apanicados, furiosos y en pie de guerra. El flujo de dinero fácil a sus cuentas privadas disminuyó y están reaccionando en consecuencia.
En múltiples reuniones con las cúpulas empresariales, el presidente les ha pedido tres cosas: invertir con sentido social, respetar los derechos laborales y racionalizar ganancias. En el centro de los tres aspectos les pide pongan el combate a la corrupción. Sí a lo anterior se agrega la promesa del gobierno de separar el poder económico del Político, el riesgo para esas empresas, antes subsidiadas generosamente, es la quiebra. Esas son algunas causas de su parálisis, la especulación con el peso, saqueo de divisas y los ataques de odio.
Guste o no el estilo de AMLO, es un presidente con enorme fuerza política. Dispone de 4 de las 6 fuentes del PODER para gobernar, que según Gene Sharp[1] son: la Autoridad (creencia ciudadana de que el obedecer es un deber), los recursos humanos (tener personal que coopera y obedece), los conocimientos y destrezas (saberes necesarios para cumplir un proyecto), las sanciones (capacidad para asegurar sumisión y obediencia a las leyes), los recursos materiales (control o acceso a la propiedad de recursos naturales, sistema de comunicación, transporte y económicos), los factores intangibles, psicológicos e ideológicos ( lo que mueven a la gente a obedecer y apoyar). El control de los recursos materiales (factor 5) lo tiene la iniciativa privada y no vacilará emplearlos para poner en contra de AMLO los factores intangibles, psicológicos e ideológicos (factor 6).
El antídoto contra el garlito es la VERDAD. También ayuda auto inyectarnos dosis de ciudadanía analizando y discutiendo la información que recibimos; no caer en el fanatismo de Derecha (empresarial) ni en el culto a la personalidad de izquierda. Y, sobre todo recordar que los capitalistas NO tienen alma, viven solo para su CODICIA y siempre están despiertos tramando como quedarse con la riqueza de otros. Peña Nieto (26/10/2016), mintió, cuando dijo “ nadie despierta y se levanta pensando en cómo joder a México”, pues sus cuates además de levantarse pensando cómo “chingar” a México, se acuestan planeando cómo JODERLO
[1] Sharp Gene. “De la Dictadura a la Democracia. Un sistema Conceptual hacia la Liberación”. Ed 2003. Institución Albert Einstein. Pág 19.