Por: María Eugenia García Nemocón. 14/10/2023
El Despojo de territorios, detrás del asesinato/caza de indígenas
Podría ser algo cercano a la felicidad, correr en territorios sin límites; beber, bañarse y jugar en aguas transparentes y llenas de vida; cazar por praderas y montañas; discurrir entre bosques y rodeado de especies vegetales y de otros animales. Este es un acercamiento a pueblos indígenas como el Guahibo[1], cuya relación con su entorno no es de dueños, sino de integrados y protectores del mismo.
Nuestros cuerpos son espacio, lugar y refugio y construcción de la memoria, tanto individual como colectiva. Estas memorias están terriblemente marcadas en los pueblos originarios. El tratamiento de seres sin alma como les llamaban los colonos criollos es palpable, como fue la masacre de La Rubiera en Arauca (Colombia), en enero de 1968, donde fueron asesinados 16 indígenas, entre ellos varios niños.
La noticia fue bastante documentada y uno de los asesinos confesó como la cosa más normal del mundo, haber asesinado a 40 indígenas; otro dijo que para él los indios se parecían mucho a los monos, con la sola diferencia de que “estos animales no eran tan dañinos, pues no robaban ganado”[2]
La argumentación reiterada de estos “personajes” era excusarse en el desconocimiento de la calidad de personas de los indígenas, denominados “bichos”.
Territorios Cuerpo. Colonialidad del ser
Atahualpa Yupanqui decía “El hombre es tierra que anda”, aquí nosotras venimos con esa tierra pegada a nuestros pies y cuerpo y desde esos orígenes somos valoradas y tratadas, por eso desde Abya Yala se habla de la colonialidad del ser, porque somos el no ser para que otros/as sean el ser. Son esas “otras” que están en el lado oscuro del ser.[3]
Claramente los pueblos originarios de cualquier latitud, así como lxs migrantes del sur global, se siguen situando en la esfera del no ser. Los sucesos narrado en el primer apartado no hacen otra cosa que corroborar una historia de despojo y genocidio iniciada tras la invasión colonial, en la cual también se imprimió principios racistas, antropocéntricos y patriarcales y se dio inicio de la acumulación capitalista de bienes/territorios y los llamados recursos (concepto utilitarista de los bienes comunes naturales) así como la visión del mundo hegemónica europea y blanca.
Respuestas
Las mujeres del pueblo Mapuche, Berta Cáceres del pueblo Lenca, asesinada en Honduras, la lucha de Máxima Acuña, en Perú, por defensa de su territorio contra la minería; Francia Márquez, su lucha contra la minería y la defensa de los territorios en Colombia; la voz de Cindy Broran en Costa Rica y Perla Álvarez, de la Coordinación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas de Paraguay que lidera la lucha por la soberanía alimentaria contra Bayer/Monsanto, muestran luchas y resistencias desde los pensamientos críticos que contemplan sistemas sustentables y que fomentan la resistencia y la resiliencia biocultural.[4]
También desde las diásporas que vienen a estos territorios desde los Sures, formamos una migración con incidencia política y cultural que pone de manifiesto una historia, unos saberes y unas ancestralidades que imprimen un carácter anticolonial y antirracista a su accionar y a sus discursos.
12 de octubre nada que celebrar
Se puede decir que desde que Colón piso territorio de Abya Yala ha habido resistencias, actualmente se ve desde la demandas de las poblaciones originarias desde su forma de ver y vivir el mundo más armoniosas y sostenibles, en un contexto de crisis civilizatoria, así como derrumbe de símbolos del genocidio colonial[5]
En territorio del Estado español cada año salimos en respuesta a la pretensión de una historia heroica e imperial que se sigue celebrando como fiesta nacional y día de la hispanidad, nuestros colectivos destapan lo que no aparece en los libros de texto, ni de historia de nuestra Abya Yala denominada América, donde no sólo se impusieron nombres que exaltaban a los colonizadores asesinos, sino que se impusieron fronteras de acuerdo a sus intereses, que ya desde un principio tenían claro que todo lo encontrado, que ellos llamaron recursos, era de su propiedad, así como la vida de sus habitantes (humanos y no humanos) y el uso sobretodo del cuerpo femenino como una mercancía más susceptible de ser violada, apropiarse de sus cuerpos y de todos los elementos de supervivencia…
Bajo la denominación de “12 de Octubre Nada que Celebrar y Descolonicémonos” hay todo un movimiento que desvela esa historia que desde los sures queremos visibilizar, conmemorando el 11 de octubre en los jardines del genocidio (Plaza de Colón) el último de la libertad de los pueblos originarios de Abya Yala e invocamos memoria, justicia y reparación también para los pueblos africanos y afro descendientes, el pueblo gitano y el pueblo palestino.
El 12 salimos en un ArtEvento donde hay muestras culturales y rituales de nuestros pueblos y con acciones anticoloniales y antirracistas en su memoria.
En esta movilización exigimos respeto a las cosmovisiones de los pueblos y comunidades, a sus espiritualidades, a sus formas de sentir y de expresar emociones y su relación con la Madre Tierra. También reivindicamos el derecho de migrar y de tener vidas dignas en cualquier zona que habitemos.
El 12 de octubre leemos nuestro manifiesto expresamos en diferentes lenguas originarias y en castellano, posiciones y sentires desde las diversas diásporas y etnias que nos reconocemos en este territorio.[6]
[1] pueblo indígena que habita en los Llanos del Orinoco, entre los ríos Guaviare, Meta y Arauca. Colombia.
[2] Tomado de crónicas de la época.
[3] https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7541762
[4] https://www.ecologistasenaccion.org/128447/ecofeminismo-y-decolonialidad/
[5] https://www.youtube.com/watch?v=kG12QTnEzDw
[6] https://www.instagram.com/p/CyImG6-KB08/
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Fotografía: Poder popular