Por: Bruno Kaufmann. 10/04/2022
Comparar países se ha convertido en una actividad popular en todo el mundo, con índices anuales que clasifican todo, desde la felicidad hasta la salud – y la democracia. En 2021, la democracia se enfrenta a su mayor desafío desde 1989, según los institutos de medición más importantes.
“No todo lo que se puede contar cuenta, y no todo lo que cuenta se puede contar”. Albert Einstein
Suiza es una “democracia en declive”, asegura en su informe de 2020 el instituto de investigación Freedom HouseEnlace externo, con sede en Washington. El motivo de esta valoración críticaEnlace externo es que “el derecho al voto está limitado para una gran parte de la población y los musulmanes se enfrentan a una discriminación legal y de hecho”.
Otro conocido grupo de calificación de democracias, el británico Economist Intelligence UnitEnlace externo, (EIU), mantiene una opinión similar, pero por una razón diferente: “baja participación electoral”.
A nivel mundial, ambos institutos de clasificación diagnosticaban en sus últimos informes una situación aún peor: “La democracia recibió un duro golpe en 2020Enlace externo”, señalaba EIU, mientras Freedom House resumíaEnlace externo: “Mientras el mundo se veía asolado por una pandemia letal, una grave inseguridad económica y personal y violentos conflictos, los defensores de la democracia han sufrido nuevas y cuantiosas pérdidas en su lucha contra el autoritarismo, inclinando la balanza internacional a favor de la tiranía”. Esto sucede (medio) siglo después del logro del sufragio universal.
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Fotografía: Swissinfo