Por: Alba TV. 02/12/2017
Hace pocos días, el Foro de Comunicación para la Integración de Nuestra América realizó una entrevista colectiva al secretario ejecutivo de ALBA TCP, David Choquehuanca, en la sede del organismo en la ciudad de Caracas.
Vivimos en el mundo una crisis de valores y de referentes, generada por el sistema capitalista, ¿Podemos encontrar en el planteo del Vivir Bien / Buen Vivir una alternativa a esta crisis?
Primero, un saludo a todos los hermanos y hermanas y al Taj Pachani. Taj Pacha. Taj Pach significa todos, todas, y todo. Todo lo que existe, los que nos van a mirar, los que nos van a escuchar, los que nos van a ver. Un saludo, un abrazo y también, para los que no nos van a ver, para los que no nos van a escuchar, para los hermanos que están en distintos puntos de nuestra Madre Tierra. A los que están en los cerros, a los que aparentemente ya no están con nosotros pero están con nosotros. Mandela está con nosotros, Chávez está con nosotros, nuestros abuelos están con nosotros, nuestros pueblos están con nosotros. Los hermanos que están luchando en Palestina están con nosotros. A todos ellos un abrazo, un saludo.
Nosotros hoy día, vivimos las consecuencias de la aplicación de un modelo de desarrollo capitalista, que busca vivir mejor. Todos los programas de desarrollo buscan el vivir mejor. Todos. ¿Y qué tenemos? ¿Cómo estamos? Hay indignación, hermano, mucha pobreza. Unos están mejor que los otros. Hoy vivimos las consecuencias de la aplicación de las leyes hechas por el hombre que nos han enseñado en las universidades. ¿Qué tenemos? Desorden global. Otro mundo es posible decimos.
Porque ya no va esta situación de desorden, de caos. Nos hemos aprendido a movernos de acuerdo a las leyes de la naturaleza. Atentamos todos los días las leyes de la naturaleza y generamos desequilibrios. Tenemos que aprender a movernos de acuerdo a las leyes de la naturaleza. No solo que no nos movemos, sino que nos hemos separado de la naturaleza. Nos hemos sentido el centro, el más importante: antropocentrismo. Nos hemos alejado. Nos hemos sentido dueños. Hemos considerado objeto a nuestra Madre Tierra. Lo estamos rompiendo poco a poco. Hoy día, el planeta dejó de ser objeto, es sujeto. Cuando estamos diciendo que el planeta Tierra, con la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas, pasa a ser sujeto, hemos dado fin, sin que nos demos cuenta, al derecho romano.
El derecho romano considera al planeta como objeto, no como sujeto. Hoy día la Madre Tierra pasó a ser sujeto. Entonces hemos dado fin. Se está dando fin a muchas cosas. Y está surgiendo una propuesta desde nuestras culturas milenarias. Estamos volviendo a ser, porque hemos dejado de ser, ya no éramos. Por eso hablamos del Pachakuti. Pacha: equilibrio en el tiempo y el espacio. Kuti: retorno. Estamos hablando de esos tiempos de volver al camino del equilibrio. Todos nuestros pueblos han guardado como apellidos, como códigos, muchas palabras, muchos principios, muchos códigos los han protegido. Los guaraníes han protegido un principio “iyambae”, que significa “persona que no tiene dueño”. Nadie en este mundo tiene que sentirse dueño de nadie y de nada. Ahí está la propuesta, volver a ser iyambae. Volver a ser Pachakuti. Se tiene que dar un Pachakuti individual y un Pachakuti comunitario.
Iyambae: persona que no tiene dueño. Volver a ser. Por eso es importante para nosotros estas culturas milenarias, consideramos que la última batalla del imperialismo va a ser con los indígenas, con las culturas milenarias. Y les estamos venciendo, no se han dado cuenta. Pachamama ya le hemos ganado. No pueden ellos, no tienen argumentos. Nosotros tenemos las razones. Si nosotros decimos, si les planteamos a nuestros jóvenes, a nuestros líderes, a nuestros pueblos, volver a ser iyambae, persona que no tiene dueño, todos van a querer ser iyambae, todos. Por eso el vivir bien, que algún momento parece como algún juego de palabras, hoy día se constituye en una propuesta. El vivir bien recupera estos códigos. Iyambae, Allin Kawsay, Qhapaq: persona que vive bien. Ñan igual a camino. Qhapaq ñan que ha sido declarado por Naciones Unidas, por la Unesco en 2014, como patrimonio mundial de la humanidad. Nos está diciendo que los humanos tenemos un camino. Qhapaq ñan ha sido anotado en la Unesco como el camino de la integración. Ese es el futuro. Pero Qhapaq ñan es el camino de las personas que buscan vivir bien. Tenemos nuestro camino. Tenemos nuestro Qhapaq ñan. Es la propuesta que viene desde las culturas milenarias.
Queremos volver a ser iyambae, queremos volver a ser Abya Yala. Queremos volver a nuestro ayllu. Ayllu es otra de las palabras que se ha resistido a la invasión al colonialismo. Ayllu no es un modelo de organización de la sociedad. Es un sistema de organización de vida. No solamente de sociedad. Ayllu traducido al castellano es igual a comunidad. Por eso hablamos del socialismo comunitario. Por eso nuestra propuesta va más allá del socialismo. Estamos planteando un sistema de organización no solamente de sociedad, sino de organización de vida. El vivir bien. En el G77, donde los países analizan estas crisis, la energética, la financiera, la alimentaria, del cambio climático, el desorden mundial, los países deciden construir un nuevo orden mundial desde el sur. Desde nosotros, de acuerdo a nuestro pensamiento. Tenemos nuestro yuyay, que ha sido protegido también por nuestros pueblos indígenas. Yuyay es igual a saber, pensamiento, ideología. O amuyu que es igual a pensamiento, ideología. ¿Por qué no daban importancia a todo esto? ¿Porque no daban importancia a nuestros idiomas ancestrales milenarios? Porque el objetivo era silenciarnos. No lo han logrado. Hoy emergemos. No lo han logrado. Estamos vivos. Estamos planteando el vivir bien del retorno al camino del equilibrio. En el G77 se redacta en el documento final, dice construir desde el sur un nuevo orden mundial con justicia social para vivir bien. 130 países nos han dado el mandato para que podamos trabajar ya el retorno al camino del equilibrio, la hermandad, la armonía, a la paz, al amor. Vivir bien es una propuesta global que se construye ante la crisis global del capitalismo.
ALBA-TCP es una unidad de países con fuerte contenido político, lo que le ha permitido de alguna manera resistir el embate conservador. No es el caso de otros procesos de integración soberana como CELAC, Unasur o Mercosur, actualmente paralizados o tergiversados por el avance de las fuerzas de la derecha en la región. ¿De qué manera cree usted posible retomar el camino virtuoso de la integración regional con carácter emancipador y de equidad social?
Integración, así se llama nuestro futuro. Sobre todo, nuestro continente ha sido desintegrado. Nuestro continente ha sido dividido. Nuestro continente ha sido fragmentado. Nuestro continente ha sido descuartizado. Antes que lleguen estos hombres extraños a nuestro continente, no conocíamos fronteras. Nuestro continente tenía nombre y tiene nombre, tenemos identidad. Ese continente se llama Abya Yala, así se llama nuestro continente. Esto se resistió, Abya Yala resistió a la desintegración. Resistió a la división, porque Abya Yala significa unidad, Abya Yala significa integración. ¿Quiénes protegen este Abya Yala? Lo protegen nuestros indígenas kunas que hoy están en Panamá. Pero los kunas no lo protegen solamente para ellos. Los kunas protegen el Abya Yala para todos nosotros. Que va más allá de nuestro continente. Abya Yala igual a tierra madura de la eterna juventud. Somos de la Abya Yala.
En el Abya Yala se trabajaba la hermandad, la esperanza, la felicidad, la armonía, hasta que estos hombres extraños llegan a nuestro continente y traen el racismo. Por eso recordamos hasta hoy el 12 de octubre como el día de la raza. Porque un 12 de octubre llegó el racismo a nuestro continente. La palabra raza no existe en nuestros idiomas milenarios. No existe. Hemos tratado de traducir, encontrar la palabra raza.
Pero no hay. Porque no había racismo en nuestro continente. No había división. Llegan estos hombres extraños y nos dividen. Nos dividen con banderas nacionales. Y se dedican a saquear sistemáticamente nuestros recursos naturales. Primero nos dividen y hubo un saqueo sistemático de nuestros recursos naturales. No solo se llevaron nuestra plata. En nuestro continente teníamos un cerro de plata. Estaba en Potosí, hoy llamado Potosí. Eso era parte de todo nosotros. Eduardo Galeano escribe y dice: “Con la plata que se han llevado del Cerro Rico de Potosí, podríamos construir un puente de plata que va de Potosí hasta España”. Y al ladito del puente de plata, podríamos construir otro puente de puro huesos. Millones y millones de personas han muerto trabajando como esclavos para Europa. Y gracias a eso hoy podemos hablar de países desarrollados y países subdesarrollados.
Nos han dividido y se han dedicado a saquear nuestros recursos naturales durante ciclos. Por eso nuestros presidentes empiezan a construir espacios de integración. Cuando digo nuestros presidentes, presidentes como Lula, el comandante Chávez, como Evo Morales, Correa, Kirchner, que impulsan espacios de integración. A los otros presidentes no les quedaba otra que sumarse porque estos presidentes tenían razón. Y empiezan a construir espacios como Unasur. Unasur es para volver a caminar por nuestros propios caminos. Unasur, como lo decía el comandante Chávez, es para volver a nuestro gran Abya Yala. Unasur es para caminar por el sur, por nuestros propios caminos, no por los caminos del norte. Y el ALBA, es un espacio de integración integrado que busca hermandad. El ALBA es para empujar espacios de integración mayores. Porque estos espacios de integración mayores necesitan propuestas, necesitan luz, necesitan alguien que les empuje.
En algún momento, hemos manifestado que el ALBA tiene que ser como un motor pequeño que haga andar los otros espacios de integración como Unasur, como CELAC. CELAC ha sido calificado como uno de los acontecimientos más importantes de estos últimos 100 años. El ALBA tiene que servir para seguir empujando estos espacios de integración que van más allá del ALBA. No hay que desanimarse, no tenemos que desmayar. En este momento, están como en una etapa de pausa, están debilitado. Algunos gobiernos quieren debilitarlos, no les conviene la integración. No a los gobiernos, sino a intereses que vienen de afuera. No les conviene la unidad de nuestros pueblos. No les conviene que los recursos naturales puedan beneficiar a todos nuestros pueblos. No les conviene que se frene ese saqueo sistemático de nuestros recursos naturales. No les conviene. Entonces Unasur, el ALBA, en este momento, están pasando momentos difíciles. Pero el ALBA tiene que empujar, para eso está el ALBA. Tiene que fortalecerse. Porque lo que buscamos en el ALBA, buscan nuestros pueblos. En el ALBA buscamos igualdad, en el ALBA luchamos contra las injusticias, contra la explotación. Queremos desterrar el odio, queremos desterrar el individualismo, queremos decidir nosotros mismos nuestro camino, nuestro futuro. Queremos que se respete a los países, a las personas. Queremos que se respete nuestra soberanía. En el ALBA rechazamos la injerencia y nuestros pueblos piensan del mismo modo.
¿Cuál es la razón de ser de la OEA, cuando alienta crisis y divisiones y cuando su secretario general ha violado todas las normas establecidas? ¿Por qué aún subsiste, mientras se debilitan Mercosur, Unasur, CELAC?
Si conocemos de una u otra forma la OEA, sabemos que nunca ha estado al servicio de nuestros pueblos. Vemos la actitud que han tomado con Cuba, la actitud que toman frente a los diferentes temas en la OEA. La existencia de una Comisión Interamericana de Derechos Humanos donde algunos funcionarios -que obedecen a intereses no de la OEA sino a intereses de algunos países- se toman atribuciones por encima de los Estados. Los secretarios generales que han estado ahí han sabido balancear, siempre han visto sus intereses personales, algunos han caído en algunas prácticas que ese país ofrece a estos funcionarios de la OEA. Hoy día la OEA está dividida. Ellos quieren dividir, el trabajo de ellos es la división, el trabajo de nosotros es la unidad, el trabajo del ALBA es construir la unidad. El trabajo de algunos funcionarios, en este caso de Almagro, es la división. Nos hemos decepcionado de Almagro muchas personas que pensábamos conocerlo, pero este señor se ha prestado a este juego sucio de EE.UU. y ha logrado dividir.
La OEA hoy en día no tiene fuerza, la OEA hoy en día está dividida, yo diría que no tiene mucha importancia, no hay que darle mucha importancia. Por eso la CELAC es una respuesta, porque la crisis de la OEA no es solamente ahora, sino que viene tomando estas actitudes que no están en función de los intereses de nuestro pueblos, sino siempre ha sido así, por eso ha sido calificada como el ministerio de las colonias de EE.UU. por eso surge la CELAC sin EE.UU. ni Canadá. Tenemos que reflexionar, tenemos que ver de manera conjunta cómo reaccionamos frente al accionar de hoy día de algunas personas que están como funcionarios, como ejecutivos en la Organización de Estados Americanos.
El ALBA-TCP, de forma muy original, tiene en su estructura orgánica un Consejo de Movimientos Sociales, el cual ha costado constituir de forma plena ¿Cómo ve usted en perspectiva la participación de los movimientos sociales y en particular la activación del CMS del ALBA?
En el ALBA en fundamental la articulación de los movimientos sociales. Debe ser uno de los pocos, posiblemente hay en otros continentes, espacios de integración, que los movimientos sociales participan en el mismo nivel que los Estados, que los presidentes. Desde luego, el hecho de que el comandante Chávez haya partido ha afectado. Los hermanos decían en algunos lugares, cuánta falta nos hace el comandante Chávez. Nos estamos recuperando. Se está dinamizando la articulación de los movimientos sociales. Es fundamental, se tiene que activar. Bolivia tiene la responsabilidad de hacer funcionar este consejo de los movimientos sociales. El otro día tuve una reunión con el canciller, Fernando Huanacuni, para ver cómo implementamos la articulación de los movimientos sociales en el ALBA. Pero los movimientos sociales de Bolivia, de Ecuador, de Venezuela, también participan en otros espacios, como en Vía Campesina, como es la CLOC o en el propio ALBA Movimientos participan. Pero tenemos que trabajar, no sé si llamarlo la institucionalidad dentro del ALBA del consejo de los movimientos sociales. Pero los meses pasan rápido, los días pasan rápido. Yo he llegado en marzo, abril, y ya estamos finalizando el año. Pero vamos motivando desde la secretaria ejecutiva, tanto a nivel de gobierno como de los movimientos sociales. Es fundamental, es clave, que se implemente la articulación del consejo social en el ALBA.
¿Cuáles le parece que son los temas e iniciativas concretas en las que pueden articular los movimientos de ALBA y los gobiernos de ALBA-TCP?
Mira, tenemos que identificar agendas para diferentes instancias. Los problemas que hoy tenemos son globales, el problema de la pobreza es un problema global, el problema de la migración (entre comilla) es un problema global. Todos los problemas son globales: ningún país, por más desarrollado que sea, va poder encarar de manera aislada estos problemas que nos ha generado el capitalismo, porque nosotros hoy vivimos las consecuencias de la aplicación de un modelo de desarrollo capitalista… ¿y qué tenemos? Vivimos las consecuencias de la aplicación de un modelo de desarrollo capitalista que nos ha generado una crisis global del propio capitalismo: pobreza, exclusión, crisis energética, alimentaria, financiera, desorden. Por lo tanto, no solo desde los movimientos sociales, no solo desde espacios de integración como el ALBA, sino desde estados, desde los movimientos sociales, desde nuestros pueblos, desde los indígenas, desde las universidades, desde los científicos, debemos ponernos de acuerdo, tenemos que establecer instancias, tenemos que identificar una agenda global.
Una agenda global donde abordemos temas como el cambio climático. ¿Qué estamos pensando sobre el cambio climático? ¿Qué estarán pensando en Alba Movimientos sobre el cambio climático? ¿Qué están diciendo del cambio climático las universidades de Uruguay? ¿O que estarán diciendo los científicos en Bolivia? ¿Quién está articulando? ¿O no nos importa? El cambio climático es unos de los temas más preocupantes para todos, para los propios presidentes y lo saben. Justo estos días están en reunión en Alemania discutiendo cómo van a enfrentar al cambio climático que nos está trayendo a las consecuencias, estamos viendo consecuencias fatales y los que cargan las consecuencias siempre son nuestros pueblos. Entonces tenemos que trabajar todo el tema del cambio climático, no podemos descuidar, tenemos que preocuparnos, tenemos que generar propuestas de manera global, tenemos que generar movimientos en todas partes. Hemos identificados no solo nosotros sino los expertos de todos los países han identificado como una de las causas del cambio climático al capitalismo, al modelo capitalista.
¿Cómo podemos trabajar en la agenda global? ¿Cómo podemos seguir avanzando en relación a los derechos de la Madre Tierra? Gracias a la resistencia de nuestros pueblos, así como el Abya Yala lo han protegido los kunas de Panamá, pero no para ellos sino para todos nosotros, la Pachamama la protegen los aimaras y otros pueblos. Pachamama, la Madre Tierra en equilibrio, igual que el Abya Yala se ha resistido al colonialismo durante siglos. La palabra Pachamama se resistió a la invasión al colonialismo, al capitalismo, ha sido protegida por los indígenas en Bolivia y apenas llega un indígena a la presidencia, la lleva a la ONU. Porque la palabra Pachamama no va desde academia, sino va desde la resistencia, desde nuestras chacras, desde nuestros cerros, desde nuestra coca. La palabra Pachamama viaja a Naciones Unidas. ¿Quién la lleva? Un guerrero del arco iris llamado Evo Morales. Y los convence. Más de 190 países. Les dice: “cuando estamos hablando de la tierra del planeta no estamos hablando de algo que no siente, que no piensa, no estamos hablando de un objeto, no estamos hablando solamente de tierra, no es solo planeta tierra se llama Pachamama, es Madre Tierra”. Y en Naciones Unidas, para adoptar una declaración universal, tienen todo un equipo detrás, no adoptan emocionalmente, tienen todo un respaldo, tienen sus equipos técnicos, sus expertos, dan sus recomendaciones y ahí los países adoptan el 22 de abril como Día Internacional de la Madre Tierra. Ya no es Planeta, sino es Madre Tierra. Y desde ese entonces Naciones Unidas le da un mandato al secretario general para que haga un informe anual, hay una resolución para que eleve un informe anual sobre la jurisprudencia y los avances sobre los derechos de la Madre Tierra. Hoy en día en Naciones Unidas ya se está discutiendo los derechos de la Madre Tierra. Así como hemos empezado los indígenas a plantear los derechos de los pueblos indígenas, que nos ha costado 30 años. Ese tema se discutía en un espacio, no digo marginal, pero era un espacio donde se llama “cuestiones indígenas”. No se animaban a discutir los estados, se desarrolló en ese ámbito, pero lo logramos. Hoy en día estamos con los derechos de la Madre Tierra.
Otro de los temas globales que debemos trabajar es el derecho humano al agua, tenemos que profundizarlo. El agua es la leche de la madre tierra, con la que nos alimentamos todos los seres humanos, por eso es sagrado para los pueblos originarios. Pero no solamente se alimentan los seres humanos, sino que las plantas y los animales se alimentan. Y también Naciones Unidas ha aprobado una declaración del agua como derecho humano, pero no solamente los seres humanos tenemos ese derecho. Deberíamos trabajar el derecho humano al agua y el de la naturaleza.
Tenemos que seguir avanzando, tenemos que tener iniciativa, tenemos que despertar esa rebeldía que tenemos aquí adentro. No tenemos que dejarnos educar por las universidades, las universidades nos han educado muy bien, nos han vueltos obedientes y sumisos. Tenemos que rebelarnos, tenemos que despertar en aimara decimos nuestra larama. ¿Qué es larama? Larama significa “rebelde con sabiduría”, todos nosotros lo tenemos adentro ahí durmiendo, tenemos que despertarlo y no reaccionar frente a lo que están haciendo ellos, sino nosotros tener iniciativa y aportar en diferentes espacios de los problemas globales: cambio climático, derecho de la Madre Tierra, derecho humano y de la naturaleza al agua y discutir frente al “caosmos” que ha generado el capitalismo.
La crisis global del capitalismo nos ha generado “caosmos”: desorden en el cosmos. Hay un desorden mundial y todos los días lo dicen inclusive los propios capitalistas. Todos hablan de un nuevo orden mundial, los que manejan los hilos también hablan de un nuevo orden mundial, Monsanto también dice que quiere un nuevo orden mundial, donde la semilla la controlan ellos y nosotros desde el sur tenemos que trabajar porque vivimos un desorden mundial, vivimos el caosmos. Tenemos que volver a nuestros cosmos y a nivel regional es importante trabajar la integración, es importante trabajar la unidad, son varios temas que tenemos como desafío por delante.
Este 6 de noviembre inició el ejercicio militar “América Unida”, en la triple frontera entre Brasil, Colombia y Perú, impulsado por EE.UU. con la participación de esos tres países. Se podría considerar que la operación constituye una potencial amenaza a Venezuela, dada la estrategia estadounidense hacia ese país, que ya han dicho podría incluir la intervención militar. Siendo que América Latina y Caribe se han declarado como “Zona de Paz”. ¿Qué proponen hacer los países del ALBA para prevenir esta amenaza?
Siempre reaccionamos a lo que está pasando. Pareciera que hubiéramos perdido la capacidad de tomar iniciativas. Nosotros, como pueblos, como movimientos sociales, como líderes, como organizaciones políticas o como países progresistas o revolucionarios. Siempre estamos reaccionando, no tomamos iniciativa. Yo decía después de la votación que se obtuvo en las Naciones Unidas rechazando el bloqueo contra Cuba, que deberíamos tomar una iniciativa. Las mismas Naciones Unidas deberían tomar una iniciativa, en vez de estar pendientes de estos ejercicios militares que desde luego que son una amenaza para Venezuela y para nuestra región. Todo lo que se relaciona con las armas, todo lo que se relaciona con la guerra, es una amenaza a la humanidad. En vez de estar preocupándonos con esto deberíamos generar un programa, un proyecto, implementado desde las Naciones Unidas para instalar un programa de capacitación, un programa de alfabetización en Estados Unidos. Lo que Estados Unidos necesita es un programa para que a los gringos los podamos alfabetizar en temas de derechos humanos. Deberíamos tomar la iniciativa, ¿por qué no? Y despertar en el pueblo norteamericano ese antiimperialismo que cada uno de ellos lo lleva aquí adentro.
Todos los seres humanos, en Europa y en todas partes, rechazan el imperialismo. Rechazan la guerra. Entonces hay que empezar a trabajar estos temas. Por qué no implementamos un programa de alfabetización en derechos humanos en Estados Unidos. Y no solamente resignarnos con reaccionar frente a estas amenazas. Estos ejercicios se están permitiendo en Perú, en Colombia y en Brasil, porque estos gobiernos han perdido soberanía. Los gobernantes de estos países han perdido soberanía. Se han alejado de sus pueblos. No saben qué quieren sus pueblos, se han divorciado. Hay un divorcio. No están pensando en el bienestar de sus pueblos. Y se han olvidado de lo que nuestros pueblos quieren: nuestros pueblos quieren integración. Nuestros pueblos quieren hermandad. Nuestros pueblos quieren que podamos, de manera conjunta, garantizar la paz para las futuras generaciones. Y estos ejercicios (no tienen) nada que ver con la construcción de la hermandad, de la paz. Nada que ver. No solo nos tiene que preocupar, no solo nos tiene que llamar la atención, sino que tenemos que reaccionar. Tenemos que despertar a nuestros pueblos, a nuestros movimientos sociales. Pero alguien en Cuba decía: “No basta despertar, sino que hay que organizar a nuestros pueblos”. Tenemos que articularnos, tenemos que compartir nuestras preocupaciones. Tenemos que implementar estos principios que nuestros antepasados nos han dejado: el aruskipt’asipxañanakasakipunirakispawa. Es una sola palabra, que significa que siempre tenemos que dialogar, siempre tenemos que comunicarnos. Esto es lo que está pasando con estos ejercicios: tenemos que comunicarlos a nuestros pueblos. Sobre estos temas y otros temas también tenemos que dialogar siempre.
Estos ejercicios militares además se dan en una coyuntura donde Venezuela se recupera. El pueblo venezolano, este bravo pueblo de Venezuela, reacciona y empieza a defender su soberanía. Y los venezolanos optan por el camino de resolver sus problemas entre ellos, sin injerencias. Estas políticas injerencistas han fracasado con la instalación de una Constituyente, con la realización de elecciones para gobernadores y el anuncio ahora de elecciones para gobiernos municipales. Yo considero que ellos sienten impotencia porque no saben el camino que van a seguir. Y seguramente no descartan una intervención militar y utilizan estos países. Es un mensaje que nosotros no tenemos que ignorarlo, que no darle importancia. Tenemos que analizarlo, conversar, compartir y organizarnos.
Mirando el avance de la derecha en el continente, ¿cuál es el desafío más grande de los gobiernos progresistas, en estos momentos de arremetida neoliberal en la región?
Los gobiernos progresistas, los gobiernos de la izquierda, venimos de las calles. Venimos del seno mismo de nuestro pueblo. Lo que tenemos que hacer es volver a las calles. No tenemos que separarnos de nuestro pueblo. Lo que está haciendo Lula. Lula ha vuelto a las calles. Dilma tiene que volver a las calles. Correa tiene que volver a las calles. Y tenemos que siempre escuchar a nuestros pueblos. Nuestros pueblos son sabios. Ningún líder, ningún dirigente es superior a nuestros pueblos. Saber escuchar a nuestros pueblos.
Trabajar la unidad. Comprometernos cada día más. Y generar espacios de reflexión, generar espacios de formación, generar espacios de intercambio de experiencias, de recuperación de saberes y construcción comunitaria de propuestas. Y tejer, articular, la unidad, la integración. Defender nuestras soberanías. Ser honestos con nuestros pueblos, ser sinceros con nuestros pueblos.
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Fotografía: Alba TV