Por: Gilberto Dorantes Álvarez. 06/02/2018
Nuevamente las redes sociales al igual que los medios masivos de comunicación, han invadido nuestros espacios y literalmente están en la cocina, en la sala, en las recamaras y hasta dentro de los sanitarios, sí amable lector, ¡hasta en el baño!, pues muchos acostumbran llevar su móvil al lugar del deber solitario y su estadía en el retrete aumenta mientras revisa toda esa “basura informativa”.
El bombardeo mediático se encuentra a todo lo que da y muchos, ¡pero muchos! Diría yo, van a caer en el engaño, y esa es la finalidad, atrapar al mayor número de incautos para que el próximo uno de julio, emitan su voto a favor de algún partido político, y en este caso, será a favor de quien sepa y pueda disfrazar mejor su mentira, mediante el discurso falaz, haciendo uso de una demagogia sin recato alguno, pues se encuentran en juego los puestos por medio de los cuales podrán lograr uno de sus sueños más grandes, ya sean curules locales o federales, gubernaturas y hasta la presidencia de la República Mexicana.
Difícil situación se nos presenta al electorado, porque deberemos tomar una decisión con la cual hemos de ser responsables con todo aquello que ocurra en los próximo seis años, pues el próximo periodo gubernamental, no será solo de dos primaveras como es el caso actual, en el que Yunes solo estará unos meses más y deberá entregar la batuta a quien elijamos próximamente.
El Enorme problema es que para ser sincero y en mi caso muy personal, me es completamente difícil saber por quién emitiré mi voto, pues los actuales precandidatos, (que por cierto no tienen rivales al seno de sus partidos) son personajes sombríos, los cuales quieren salir como emancipador de un estado sumido en la pobreza, el cual se encuentra sometido por el crimen organizado, un estado que día a día es noticia por los innumerables casos de terrorismo perpetrados en distintos puntos de la geografía veracruzana, y esta situación genera mucha incertidumbre y no por votar por “X” partido se solucionará la crisis de seguridad.
Actualmente son tres nombres que se perfilan para ser los posibles candidatos a gobernador del estado, pero ninguno de los tres es garantía de seguridad, ahora serán dos por su historial partidista que sabemos no han hecho nada para regresarnos esa tranquilidad que fue arrancada de tajo de nuestros hogares y un tercero envuelto en sus propios paradigmas, que tal vez no cuente con la experiencia necesaria para poder asumir la gran responsabilidad de dirigir por buen sendero a un estado lastrado por la inseguridad. ¿A quién le podremos confiar nuestro voto? ¿Qué podemos hacer como ciudadanos ante la embestida de propaganda electoral? ¿Quiénes son los verdaderos beneficiados con estas “precampañas” que no tienen razón de ser? (al seno de sus partidos no tienen opositores, son únicos) ¿Cuánto dinero nos está costando este ruin simulacro de democracia?
Existen muchas interrogantes al respecto, y a muchas de ellas nunca conoceremos a cabalidad sus respuestas, pues el alto índice de corrupción imperante y operante en el actual sistema político nacional es factor indiscutible para que nunca conozcamos la verdad, y a través de las redes sociales nos seguirán llegando cientos o quizá miles de “mensajes basura” que solo ayudarán a crear mayor confusión con esta andanada de desinformación aprovechada por quienes sostienen el mango de la sartén. ¡Reflexionemos mientras llega el próximo café!