Por: Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro, Marcelino Guerra Mendoza. 06/02/2018
Conforme pasan las semanas, las iniciativas educativas de AMLO aumentan y se van aclarando. La última semana de diciembre anunció su giro estratégico: el compromiso de cancelar la reforma educativa. En dos ocasiones más lo sostuvo y fue perfilando los objetivos y el método. Sobre los primeros, un plan educativo para beneficio del pueblo y una auténtica reforma educativa; sobre el segundo, un acuerdo con maestros y padres de familia que mejore la calidad de la educación en México (AMLO promete al magisterio “verdadera” reforma educativa ).
El 27 de enero fue más lejos. En Guelatao, Oaxaca, convocó a un Congreso Educativo Nacional a realizarse durante la campaña electoral, es decir, entre el 30 de marzo y el 27 de junio, en el que participará el magisterio nacional de todas las corrientes ideológicas y políticas, de todos los sindicatos, del SNTE y de la CNTE, además de madres y padres de familia, especialistas e investigadores.
“Vamos a tener un congreso en Guelatao, donde invitaremos a todas las organizaciones, sindicatos y padres de familia, vamos a empezar ya a convocarlos para que en conjunto con los padres elaboremos un plan educativo para mejorar la educación en México y para conseguir la unidad de los maestros….El propósito será para definir un plan que sustituirá la mal llamada reforma educativa, este congreso se llevará a cabo durante la campaña, estarán invitados maestros del SNTE y la CNTE, también maestros que están en otras organizaciones porque ya hay muchas organizaciones independientes de maestros, haremos una convocatoria amplia para elaborar conjuntamente un plan educativo con especialistas” (Convocará AMLO a congreso educativo).
No ha sido el único. Algunos dirigentes estatales de la Coalición “Juntos haremos historia”, se han apresurado a anunciar otras iniciativas sobre el tema:
Los dirigentes estatales de los partidos Morena, del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES) informaron ayer que el precandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador firmará el 10 de febrero en Zacatecas, un acuerdo con el magisterio nacional… Arteaga Gaytán, quien fue dirigente del magisterio democrático de Zacatecas, aseveró que al firmar el acuerdo con los docentes, López Obrador busca sentar las bases para recuperar los derechos que el actual régimen que mal gobierna ha arrebatado a nuestros maestros (AMLO firmará acuerdo con el magisterio nacional).
Vamos a dejar de lado, por un momento, la contradicción entre congreso y acuerdo, dado que los emisores, los lugares y las fechas son distintos; problematicemos un poco sobre los significados, los impactos, las dificultades, las contradicciones, las posibilidades y los efectos del anuncio del congreso. Creemos que esto es demasiado importante para dejarlo de lado o considerarlo únicamente como una promesa de precampaña.
En primer lugar, el anuncio es consistente con las críticas hechas a la reforma sobre la imposición, como no haber considerado al magisterio en su elaboración. Una reforma verdadera, dice AMLO, implica la consulta y la participación efectiva de todos y todas las integrantes del Sistema Educativo Nacional. ¡Muy bien!
En segundo lugar, un congreso pedagógico para mejorar la educación en México y conseguir la unidad de los maestros, es consecuente con el giro estratégico de cancelar la reforma educativa.
En tercer lugar, se trata de un congreso inclusivo, y quizá esta sea su característica más singular y problemática, ya que se espera que participen secciones del SNTE, miembros de la CNTE y otras corrientes y movimientos magisteriales, así como otros sindicatos independientes de maestros, además de padres de familia, especialistas e investigadores.
En cuarto lugar, propone un congreso durante la campaña electoral, es decir, un congreso como parte de una movilización electoral que convoca a contingentes en lucha contra la reforma educativa. Un congreso como movilización político-electoral en el que se perfila la “verdadera reforma educativa”. El congreso como un método de discusión y como espacio de construcción de una fuerza política que trasciende las elecciones, un acuerdo estratégico entre un proto gobierno y un movimiento social, político y sindical. ¡No es poca cosa!
En quinto lugar, el Congreso Pedagógico Nacional de AMLO es, hasta ahora, el único anuncio de un compromiso de gobierno, al mismo tiempo que un método de transformación de una fuerza política en lucha, en fuerza electoral y soporte de gobierno.
En sexto, el Congreso Pedagógico es una estrategia de articulación, desde fuera, en una coyuntura electoral, de contingentes magisteriales en lucha, no sólo contra la reforma, sino entre ellos mismos. La mayor tensión, la mayor contradicción es obvia: están los institucionales (entre los que hay de varios tipos: gordillistas, no gordillistas y “democráticos”); las diferentes corrientes de la misma CNTE (son legendarias las disputas de la Unión de Trabajadores de la Educación en Oaxaca, o el Bloque Democrático de Chiapas); el “magisterio democrático” (por ejemplo con el Comité Ejecutivo Nacional Democrático del SNTE, con la sección XVIII en Michoacán, los Movimientos Magisteriales de Base, el Movimiento Democrático del Magisterio Zacatecano); o los 30 sindicatos independientes del magisterio en Veracruz. Entre estas fuerzas, por solo mencionar algunas, existen tensiones entre y al interior de los contingentes convocados.
En séptimo lugar, a partir de las notas periodísticas y las declaraciones de AMLO, se propone un congreso incluyente en el que, sin embargo, no aparecen las fuerzas promotoras y sostenedoras de la reforma educativa actual, es decir, empresarios, TELEVISA, Mexicanos Primero, organismos internacionales. El aparente silencio sobre el tema es más fuerte que un grito; resulta obvio que existe una tensión demasiado evidente para no considerarla, más si el coordinador del Congreso, Esteban Moctezuma Barragán, promete ser uno de sus representantes.
Estas son apenas algunas cuestiones que resaltan del anuncio obradorista. No son menores, como no lo serán las dificultades para sortear las tensiones, mucho menos su impacto electoral y político, en caso de hacerlo. Pero están ahí, ya forman parte de las campañas y compromisos de gobierno.
Quedan muchas cosas pendientes por definir y aclarar. ¿Cómo serán elegidos los delegados? ¿Los resultados serán vinculantes? ¿A cambio de qué y cómo se organizarán los contingentes político-electorales que resulten? ¿Habrá una continuidad de la convocatoria, es decir, una articulación entre institucionalistas-gordillistas-cntistas-Movimientos Magisteriales de Base-sindicatos independientes y corrientes diversas, en la reestructuración sindical? ¿Estamos ante una propuesta velada del inicio de la Gran Unificación del magisterio nacional? ¿Un frente contra los aspectos laborales maléficos de la reforma educativa, en el que participen activamente institucionales, gordillistas, cntistas, democráticos e independientes, bajo la coordinación de AMLO en la campaña electoral?
¡Apuesta de largo alcance de un estadista, que recuerda viejos momentos de la historia mexicana! ¿Será? No podemos saberlo, pero los indicios están ahí, las señales son más que evidentes, ¿lo conseguirá? ¿Y entonces, la lucha contra el corporativismo? ¿Seguirá el magisterio condenado a la repetición de las sujeciones estatales y corporativas? ¿Es la única manera? Todo está en duda, todo está en riesgo, todo es posible. Seguiremos atentxs.
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