Por: El Laberinto de la Utopía. 19/11/2017
Son tantos los problemas que aquejan al pueblo mexicano que la pregunta con que encabeza este artículo es ineludible. ¿Qué podemos responder?
En 2010, año en que se cumplieron 200 años de la guerra de Independencia y 100 años de la Revolución Mexicana, hubo quienes dijeron que en nuestro país cada cien años ocurría una Revolución y que había tantos motivos para que ese año no fuera la excepción; quizás el deseo de muchos de que ocurriera algo que transformara la realidad lacerante que golpea a millones de mexicanos los llevó a pensar de ese modo. Sin embargo, que en 1910; cien años después del inicio de la Independencia hubiera iniciado otro gran movimiento armado no significa que en 2010 tenía que ocurrir un tercer momento revolucionario. La historia no se mueve mecánicamente; tienen que presentarse causas subjetivas suficientes para que ocurran los grandes cambios que se requieren en México. De las causas objetivas ni hablar, están presentes desde hace mucho tiempo.
Los agravios cometidos contra el pueblo mexicano son tantos que difícilmente podríamos contarlos todos en un breve espacio como este, así que sólo mencionaremos algunos de los más significativos.
1.- “Tierra y libertad” rezaba el grito de guerra del zapatismo y ¿Qué ha ocurrido desde entonces? Que la tierra, el campo está muriendo poco a poco; hace más de tres décadas que ningún gobierno se preocupa por destinar recursos al campo; la política deliberada de las administraciones desde LEA hasta hoy ha sido la de dejar morir al campo; año con año miles de campesinos abandonan sus tierras por falta de recursos económicos, tecnológicos y demás para irse al norte a buscar mejores oportunidades de ingresos. De paso, todos estos migrantes pasan a fortalecer una de las fuentes principales de ingresos de México, las llamadas “remesas”, lo que puede contribuir a explicar porque los gobiernos no se interesan en el campo.
Pero tampoco hemos alcanzado la “libertad” por la que se levantó Zapata en Armas. Para no remitirnos más lejos, en las últimas tres administraciones han muerto miles de mexicanos, luchadores sociales que se han opuesto al régimen; periodistas que han denunciado la impunidad y la corrupción con que se conducen estos gobiernos; mujeres que habían dedicados sus valientes esfuerzos a luchar pos el respeto a los derechos humanos; campesinos que cayeron abatidos por defender sus bosques, sus tierras, sus recursos naturales; indígenas que murieron por defender su cultura, sus territorios, en fin, la lista es larga. Hoy podemos decir que ni la tierra ni la libertad son una realidad, por lo que esas causas que llevaron a Zapata y a otros revolucionarios siguen presentes.
2.- La expropiación petrolera realizada por Lázaro Cárdenas ha muerto. El gobierno actual, ha entregado el petróleo a intereses extranjeros y a no pocos mexicanos que se han prestado para que a su nombre empresas extranjeras se apropien de recursos que son de la nación; además del robo descarado que muchos funcionarios han hecho de los ingresos de PEMEX.
3.- Las reformas impulsadas y realizadas por el salinato al Art. 27 Constitucional vulneró el ejido que el cardenismo desarrollo, dejando a cientos de miles de campesinos a merced de empresas transnacionales que hoy se benefician del campo y de sus recursos. Mexicanos y extranjeros que hoy explotan los recursos mineros a costa de despojar a cientos de comunidades enteras de lo que legítimamente les corresponde.
4.- La Revolución Mexicana logró una Constitución que establecía el derecho al trabajo, con dignidad, logró afianzar el derecho a la educación pública gratuita y obligatoria; y hoy tenemos una ley laboral que privilegia a los patrones y deja en estado de indefensión a millones de trabajadores del campo y la ciudad; tenemos una pseudo reforma educativa que favorece la privatización de la escuela pública; despoja a los trabajadores de la educación del derecho al trabajo y los expulsa a engrosar las filas del desempleo.
5.- “Sufragio efectivo y no reelección” era el lema que encabezaba Madero en su incursión contra Porfirio Díaz; se trataba de terminar con una dictadura que ya se había prolongado por 30 años consecutivos; fue un detonante para dotar al pueblo mexicano de derechos políticos largamente conculcados; hoy ¿tenemos ya ese sufragio efectivo? Si bien es cierto no ha habido aún reelección de ninguno de los últimos presidentes; lo cierto es que las políticas que se han aplicado, los fraudes que han utilizado para impedir que impere la voluntad popular y México se conduzca con apego a la democracia dan idea de que vivimos en una dictadura de partido; dictadura donde no importa quien ocupe la casa de los Pinos, las políticas son las mismas. No hay pues ni sufragio efectivo ni tampoco no reelección.
6.- Podríamos decir incluso que estamos peor que en vísperas de la Revolución Mexicana; no tenemos democracia; no hay libertad real, no existe la soberanía nacional, no existe la soberanía petrolera, tenemos gobiernos subordinados al gran capital; hay un puñado de multibillonarios que están expoliando la riqueza de nuestro pueblo; hay un puñado de partidos políticos que se prestan para justificar la antidemocracia y simulan que defienden al pueblo; hacen pactos a sus espaldas y traicionan a sus propios militantes no digamos a los mexicanos; los desaparecidos del régimen se cuentan por miles; más de 30 mil en el gobierno calderonista y otros tantos en lo que va del actual gobierno, sin olvidar a nuestros 43 entrañables estudiantes de Ayotzinapa; tenemos más de 60 millones de pobres junto a uno de los hombres más ricos del mundo; en fin, la respuesta a la interrogante de este artículo es SÍ, si necesitamos otra Revolución. Pero ¿de qué tipo de Revolución se trataría?
De eso tratará nuestra siguiente entrega.
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Fotografía: utopiay.blogspot