Por Güris J. Fry. ECO’s Rock. 2 de julio de 2022
Desde Allá (Lorenzo Vigas, 2015)
Retrato intimista, cuasi espontáneo, sobre la fragilidad humana y los avatares de la necesidad; sus causales y sus consecuencias. Sobre el recelo y el egoísmo que depara en diversas formas, pero sobre los mismos fondos carnales sin depender la edad, la educación, los status sociales y la mecánica urbana. Centrada en una metrópolis latinoamericana como los es Caracas, Lorenzo Vigas nos guía con una portentosa y elegante mano por un encierro de emociones que sofoca a sus protagonistas hasta la explotación, los presiona portentosamente mostrándoles, de vez en cuando, la salida, pero asegurándoles el no poder cruzar por ella. Y así, teniendo enfrente suyo la vía de escape más apaciguada, los personajes que nos introducen por sus mundos y submundos optarán por seguir un camino de autosatisfacción en contra del sosiego… En la fértil tierra en la que se siembra esta trama queda claro que la revancha no es más fuerte que el amor, sino que llanamente es mucho más importante.
Centrada en contrastes parciales, la pareja principal está conformada por un embebido homosexual de la tercera edad cuya personalidad contenida busca el placer en jóvenes errantes a cambio de dinero; la carencia como comodín. Su caparazón, que de primera instancia parece endeble y a punto del colapso, es solo una silueta apenas dibujada de las facultades del rencor que ha guardado por años. En contraparte, un rebelde e infractor jovenzuelo cuya honestidad es plena; no se guarda para sí la rabia y virulencia que le nace a cada minuto. Enojado con y por el mundo va por su camino alejándose de las codificaciones sociales más ortodoxas, pero intentando a su modo de ir creciendo en rededor de la vida. Requiere de dinero, pero no sabe para qué, no entiende las razones de su exigencia… Y en un intento de sosegada ambición, cuando obtiene una buena cantidad, intenta construirse un coche en una misión que es en realidad imposible. Con los caminos de ambos cruzados, el desenvolvimiento de la trama nos lleva por un intranquilo encadenado de relaciones de pareja, de correlaciones sociales donde la mordaz y enérgica inocencia habrá de ceder ante las fauces de la pericia y la madurez: disfraz y sapiencia envanecida.
Bajo un punto de vista sesgado; el primer plano de la obra es un desenfoque en pleno que sitúa una puesta en cámara selectiva: discreciones que ocultan y explotan, que ensombrecen emociones y despliegan motivos hoscos que no podremos ser capaces de prever pero sí de comprender cuando estos se asomen para tomar el control. Si bien la construcción estructural no es del todo regular, el balance entre la dirección actoral y la propia labor de los histriones líderes sostienen con gran calidad y portento el filme. Las actuaciones son naturalistas, bien desarrolladas y con evolución plena; lógica con el andar del metraje. Con un casi nulo uso de música, el coeficiente de verosimilitud se engrandece por un uso en pleno tan cruento como ordinario de sus demás elementos. La fotografía de Sergio Armstrong, el montaje de Isabela Monteiro y el arte de Matías Tikas -aunado a las colaboraciones de los connacionales Michel Franco (productor) y Guillermo Arriaga (productor y generador de la história)- se unen a un automatismo bien pensado en su subtexto; no se avalan las explicaciones en pleno sino que nos abren un campo a una interpretación personal. Sentimos con ellos, vivimos a través.
El “Allá” en que nos ubica el realizador es una arista bien reconocible, a la vista de todo y de todos pero que negamos por mero uso del costumbrismo. Sobre de ello un velo con el que intentamos cubrirlo pero que se impregna del mismo polvo execrado con el que vestimos a diario. En el artificioso sitio que nos señala Vigas el destino se abre camino a través de las puertas que intentamos cerrar pero que siempre dejamos en duermevela. No hay otra opción más que la realidad, no hay otra opción más que la naturaleza se manifieste y entendamos que el daño -hacer y recibirlo- es uno más de nuestros más arraigados atributos como humanos.

Desde Allá de Lorenzo Vigas
Calificación: 3 de 5 (Buena a secas).
Fuente:
Fotografías: FB desde allá