Por José Eduardo Celis Ochoa Cordero. Insurgencia Magisterial. 3 de julio de 2020.
De no haber sido por la pandemia, el pasado miércoles 1 de julio 2020 habría sido un día especial, académicamente estaríamos cerrando de manera presencial nuestro curso de Gestión Escolar del grupo 3º A de la Licenciatura en Educación Física de la BENV, estoy cierto en que mis alumnos habrían tenido un resultado tan satisfactorio como el que tuvieron en la modalidad de distancia, de haber estado en la escuela es un hecho que el cierre del curso además del grato sabor de boca por los resultados, habría sido coronado por un tradicional convivio, con el que nos despedimos, nos saludamos y con muchos de ellos nos damos un abrazo “bien fuerte y bien dado” como dice Elis Regina en una de sus canciones.
Pero lamentablemente no fue así y el cierre del curso se tuvo que hacer a distancia y el festejo se redujo simple y sencillamente a la captura de pantalla con nuestros rostros, así que eso queda para el anecdotario.
Una vez terminados algunos ajustes en los documentos que normalmente se deben enviar a las autoridades escolares, me di a la tarea de echar un vistazo a la red de tuiter.
En el ir y venir por los TL, de repente apareció un tuit en el que una persona le hacía una petición a la esposa del presidente de nuestro país.
La respuesta que la señora le dio a esa persona me dejó estupefacto, una frase que tan solo en once palabras pone de manifiesto muchas cosas negativas no solo de una persona “común” sino de una persona que quiera o no, representa a una parte del gobierno de la mal llamada 4t: “No soy médico, a lo mejor usted sí. Ande, ayúdelos”. Esa fue la respuesta que la señora Gutiérrez le dio al tuitero en cuestión.
Lo que yo hice, fue simple y sencillamente dar un retuit con comentario en el que le pongo el siguiente mensaje a la señora: “Una total vergüenza para quien se ostenta como maestra @BeatrizGMuller”.
La realidad de las cosas es que acostumbrado a la falta de respuesta de muchas personas de la política nacional cada vez que les mando un tuit o un retuit, no esperaba respuesta de la señora Gutiérrez, en un momento determinado me di cuenta de que sí me respondió, pero su respuesta fue con un bloqueo hacia mi cuenta. Por cierto, no es la primera vez que un político o un personaje público me bloquea, dato para la anécdota.
Hasta aquí todo quedaría para el anecdotario, pero considero que no solo la respuesta sino las reacciones de la No Primera Dama habrían sido eso, anécdotas, pero sucede que ella una vez que se dio cuenta de la magnitud de su error y seguramente sin atender a algún asesor en control de daños, minutos más tarde emitió una -según ella- disculpa que en lugar de paliar el asunto, puso de manifiesto que los reclamos que se le hicieron en las redes estaban totalmente fundamentados, su respuesta fue la siguiente: “Están muy inquisidores los adversarios de mi esposo, ¡por algo será! Si mi expresión “No soy médico” ofendió a alguien, ofrezco disculpas. En cuanto a mí, solo expresarles que soy profundamente humana y deseo el bien a todos, ahora y siempre”.
Esa respuesta lejos de amainar las reacciones de los tuiteros, por su contenido lo que hizo fue que en muchos casos se le dieran respuestas en las que se le demuestra que ella es todo lo contrario que aseveró en su tuit, una reacción visceral en la que quedó manifiesta no solo su falta de empatía sino su falta de humanismo y que incluso llega a confundir una reacción basada en una indignación con una adversidad política.
Dentro de los tuits de réplicas hay uno que en lo particular me llamó mucho la atención por su contenido humanista: “El deseo de este niño era conocer a Batman…Ya ves @BeatrizGMuller? No hace falta ser doctor, te hace falta ser humana…”. Ese tuit es un video en el que un niño con cáncer, recibe la visita de Batman en un hospital.
Bien, este lamentable y bochornoso asunto que incluso atrajo los reflectores de la prensa internacional, no puede quedar en el anecdotario, ya que es el reflejo de una casta política que desde hace mucho tiempo ha mantenido sojuzgada a la población mexicana marcando grandes brechas y diferencias entre los mexicanos.
Lamentable también es la reacción de los fans de la 4t quienes a capa y espada tratan de justificar lo injustificable o defender lo indefendible y en sus respuestas también denotan esa falta de empatía y de humanismo manifiesto en esos “políticos”, llama mucho la atención eso de que por ejemplo digan “¿Y dónde estabas cuando Duarte hizo lo mismo con otros niños?” la respuesta es muy sencilla ¡estábamos aquí!, también sintiéndonos ofendidos y lastimados por ese lamentable suceso en la historia de nuestro estado, Veracruz, señalando con dedo flamígero al nefasto de Javier Duarte.
O bien que la traten de justificar con un: ¡está en todo su derecho! La verdad de las cosas con esa respuesta me viene a la mente que si estás en tu derecho de mostrar una faceta negativa de tu personalidad siendo un personaje público pieza importante de la 4t y que además como lo dije en mi retuit, se ostenta como maestra, definitivamente algo está mal, una de las labores de un docente es el fomento de los valores, como son: la honestidad, el respeto, la gratitud, la lealtad, la tolerancia, la solidaridad, la generosidad, la amistad, la bondad, la humildad, la justicia, la libertad, el respeto, la responsabilidad, la integridad, la lealtad, la equidad, en fin, todos aquellos valores que en primera instancia debemos recibir en casa como parte de la educación en el seno de la familia y que en las escuelas se refuerza a través del ejemplo y las clases que todo tipo de maestros debemos impartir.
Definitivamente nadie es perfecto, definitivamente no es sencillo practicar esos valores, definitivamente el diario acontecer desanima esa práctica de valores ante lo deshumanizado que está la sociedad a nivel mundial.
Pero si nos lo proponemos, creo que podremos al menos poner algo valioso en la vida y eso ya no será anecdótico.