Jorge Salazar García. 20/04/2020
El 7 de abril, en una videoconferencia con el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) Carlo Lomelí Salazar (CLS), 4000 empresarios le pidieron ser menos blando y cambiar la estrategia al representarlos ante la 4T.
Al día siguiente (8 de abril) Plácido Garza[1] otro vocero, escribe sobre el Presidente:
–Con ese señor NO se puede ´negociar´ pues es un ser enfermo de poder, con razonamientos fuera de la realidad y con una tozudez enfermiza. Si queremos salvar a México y a sus ciudadanos de una catástrofe …, debemos ´arrinconar´ al señor para que,…, se doblegue a base de presiones descomunales que pongan en riesgo la estabilidad del régimen…, no hay otra opción si no queremos terminar (…) en otro país asilados por no haber defendido a tiempo nuestros derechos, negocios y propiedades”.
–¿Creen ustedes que van a lograr algo por salir y decir que se vaya? Si eso es lo que queremos, unámonos, nomás que debemos tener a 30 millones de mexicanos detrás de nosotros”- respondió CLS.
El 9 de abril, las cúpulas nacionales de bancos, industria, comercio y patronal suscriben un desplegado para explicar, en términos generales, que no piden rescates, privilegios ni más concesiones.
¿Qué está pasando realmente ahora con el Convid-19? ¿Los varones del dinero se preocupan por el país o únicamente por conservar intactos sus privilegios? ¿Se les puede creer? Júzguelos usted mismo.
En los últimos 36 años a estos señores se les concedió TODO lo que pidieron. Durante 6 sexenios firmaron pactos con el poder político comprometiéndose desarrollar la industria nacional, proporcionar empleos bien remunerados, invertir en el campo y sacar a México del atraso. A cambio de esas promesas les fueron entregados bancos, playas, bosques, minas, petróleo, empresas estatales, carreteras, subsidios, financiamientos, exenciones y devolución de impuestos. Los resultados son harto conocidos: desmantelaron la industria nacional, nunca resolvieron el problema de empleo (60% de la población activa vive de la economía informal), la pobreza extrema creció, el país se endeudó y al campo lo dejaron despedazado. Naturalmente, jamás reconocerán su traición a lo acordado y aunque públicamente se rasguen las vestiduras por el País, su único interés es explotar el trabajo ajeno.
En la actual coyuntura de la pandemia, probablemente algunos induzcan la quiebra de sus empresas, despidan a trabajadores y sigan sacando sus capitales del país. Desde el inicio del confinamiento han estado solicitando “apoyos” para evitar una recesión económica profunda, argumentan. Pocos les creen; son los mismos conspiradores de siempre, ahora agrupados atrás de fachadas tales como “Pensando México”, “Plan de Emergencia”, “Frente Nacional Antiamlo”, “Unidos por México” y otros grupos encaminados a desestabilizar la Nación. Algunos de los empresarios, beneficiados en rescates anteriores, son Hank González, Salinas Pliego, Beckman, dinastía Arango, Carlos Slim, Larrea, Baillères, Gonda, Aramburuzabala, González Moreno, etc. A estos insaciables señores, Calderón y peña Nieto, les perdonaron medio billón de pesos en el pago de impuestos. Al respecto la revista Forbes México (22 de mayo 2019) publica la siguiente lista de empresas beneficiadas: “Pfizer, Chedraui, Liverpool, Palacio de Hierro, 7 Eleven, Cinépolis, Hewlett-Packard, Grupo Carso, América Móvil, General Motors, Cemex, Minera México y Gruma, Industrias Peñoles, AT&T, TV Azteca, Elektra, Cargill, Volkswagen, Televisa, Club América, Club Necaxa, Cablevisión, Grupo Herdez, Grupo Industrial Saltillo, Ternium, Arcelormittal, Jafra, Fuller y Aeropuertos de Cancún”.
¿Se podría no depender de los grandes empresas?
¿Qué pasaría si se organizaran cadenas populares de producción, industrialización y distribución de alimentos, textiles, calzado, cárnicos, lácteos, herramientas, frutas, verduras, bebidas, etcétera. Por supuesto; nos daríamos cuenta de que es posible romper las cadenas de la dependencia económica.
La 4T tiene dos alternativas para detener la conspiración que se cierne sobre ella: A) Hacerles caso a los empresarios o B) Gravar la Riqueza y reforzar la autonomía y autogestión comunitarias. Lo primero, de no hacerse lo segundo, se hará tarde o temprano. Elegir la segunda alternativa radicalizará la posición de los poderosos y, eso, con un pueblo bombardeado las 24 horas con campañas de odio y desinformación sólo conduciría a la confrontación. Tal vez una salida intermedia sea pactar un acuerdo nacional, en el cual, ahora sí los pueblos sean tomados en cuenta. ¿Cuál elegirá el régimen morenista?
[1] Es miembro de los Consejos de Administración de varias corporaciones. Exporta información a empresas y gobiernos de varios países .