Por: Lucía Rivera Ferreiro, Roberto González Villarreal, Marcelino Guerra Mendoza. Columna: CORTOCIRCUITOS. 31/10/2022
Todo indica que la SEP de Leticia Ramírez Amaya ha resuelto continuar con la aplicación del nuevo plan de estudio para la educación preescolar, primaria y secundaria, pese a la suspensión del pilotaje ordenada por dos jueces federales. El Consejo Técnico será la vía para continuar con lo proyectado.
En su más reciente mensaje dirigido al magisterio, insiste en las bondades del plan; en tono idílico dice: “En beneficio del derecho superior de nuestras niñas nuestros niños y adolescentes, se imaginan un plan de estudio donde se puedan establecer proyectos de aprendizaje concretados desde las fiestas del pueblo, los mercados de cada colonia, las comidas, las cosechas de cada temporada y los trabajos de las familias de nuestras alumnas y alumnos entre otros, debemos considerar el currículum como una expresión de política educativa que contribuye a la transformación social” (Consejo Técnico Escolar – Octubre 2022)
Pero esta visión no cuadra con la situación de crispación social post confinamiento que se vive en el sector educativo, misma que comienza a hacerse presente en diferentes niveles. He aquí varios botones de muestra.
- Incremento del acoso escolar en el regreso a clases presenciales. En mayo de este año, el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, informó que entre 2020 y los primeros meses del 2022, se incrementaron los reportes y solicitudes de apoyo ante el acoso escolar, ciberbullying, depresión o acoso sexual. Del total, 20% se relaciona con situaciones escolares asociadas a diferentes tipos de violencia y provienen principalmente, de niños o adolescentes de la alcaldía Iztapalapa, Coyoacán, Gustavo A. Madero, Álvaro Obregón e Iztacalco, en ese orden (5 alcaldías concentran el bullying y ciberbullying en la CDMX)
- Intoxicaciones masivas. En el transcurso de un mes, diversos medios han informado de casos de intoxicación masiva de estudiantes de secundaria en diferentes entidades. Aunque las causas no han sido aclaradas, el modus operandi es similar: ingesta de sustancias desconocidas.
- Chiapas: entre el 23 de septiembre y el 11 de octubre, se han registrado casos de intoxicación masiva en al menos tres escuelas secundarias de esta entidad. El primero fue en una escuela federal de Tapachula, donde cerca de 23 estudiantes resultaron intoxicados; esa misma secundaria tuvo un segundo episodio de intoxicación masiva el 11 de octubre, afectando a más de 100 estudiantes. El tercer caso ocurrió en Bochil el 7 de octubre, con cerca de 70 alumnos intoxicados, decenas de ellos hospitalizados (Seis niños hospitalizados al día: una ola de intoxicaciones masivas aterra a las escuelas de Chiapas)
- Tlaxcala: 16 estudiantes del Colegio de Bachilleres del Estado de Hidalgo (COBAEH) Plantel Mecatlán del municipio de Yahualica, se intoxicaron por lo que fueron trasladados de emergencia a un hospital.14 de octubre: en un Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado (CECyTE), seis estudiantes presentan síntomas de intoxicación por tomar café (Nueva intoxicación, ahora en Tlaxcala con alumnos de prepa)
- Veracruz, 18 de octubre: algunos medios reportan 36, otros 48 casos; según boletín oficial, 28 alumnos de secundaria fueron hospitalizados tras presentar síntomas de intoxicación como náuseas, dolor de cabeza y pulso acelerado, Las autoridades de salud aseguran que las pruebas toxicológicas resultaron negativas (Salud de Veracruz, aún sin respuestas por intoxicación de 48 adolescentes)
- Guerrero, 20 de octubre: 30 estudiantes de secundaria se intoxican con gas pimienta (https://aristeguinoticias.com/2010/mexico/ahora-30-estudiantes-de-secundaria-se-intoxican-con-gas-pimienta-en-iguala-guerrero/)
- Hidalgo, 21 de octubre: 16 estudiantes de un colegio de Bachilleres se intoxicaron y fueron trasladados de emergencia a un hospital. Tres días después, (24 de octubre), 25 niños con síntomas de intoxicación
- Sonora, 22 de octubre: Estudiante de secundaria intenta suicidarse bebiendo cloro en plena clase
- Chihuahua, 27 de octubre: cerca de 30 alumnos de una secundaria federal no podían hablar ni sostenerse en pie, debido a la intoxicación provocada por una droga desconocida, según denunciaron padres de familia (Reportan al menos 30 estudiantes de secundaria intoxicados con droga)
- Aumento de las agresiones e inseguridad dentro de las escuelas. Septiembre y octubre han sido meses difíciles para el sector educativo. Además de las misteriosas intoxicaciones, han ocurrido ataques directos de alumnos hacia compañeros o profesores; movilizaciones y protestas estudiantiles demandando seguridad dentro y en los alrededores de las instituciones; intentos de suicidio y casos de depresión aguda sin atender.
- 29 de septiembre: estudiantes de la Universidad Autónoma de Querétaro deciden irse a paro indefinido luego de que la Unidad de Atención de Violencia de Género (UAVIG) determinara que una estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAQ tomara clases en línea, luego de recibir amenazas con un arma de fuego por parte de otro estudiante de la misma Facultad, que sólo fue cambiado de turno como medida cautelar. El movimiento que comenzó en una facultad, rápidamente se extendió a toda la universidad (Paro en la UAQ).
- 19 de octubre: Estudiante intentó estrangular a un compañero en Conalep de Nuevo León. La fiscalía del estado informó que había abierto una carpeta de investigación.
- 22 de octubre: un Estudiante apuñala a un compañero en secundaria de Iztapalapa; al día siguiente, otro Estudiante de secundaria hiere con un desarmador a uno de sus compañeros
- Entre el 23 de septiembre y el 18 de octubre, la FES Acatlán, la FCPyS y la Facultad de Contaduría de la UNAM, han recibido amenazas de bomba que, por fortuna, han resultado falsas.
- Desde hace más de un mes, el CCH Sur se encuentra en el ojo del huracán debido a denuncias de acoso y violación de al menos dos estudiantes en el interior de las instalaciones del CCH Sur. Cabe recordar que antes del confinamiento por pandemia, éste y otros planteles se encontraban tomados por los mismos motivos.
- 26 de octubre. Mientras escribíamos estas líneas, leemos con sorpresa que una maestra de secundaria del Estado de México (Le piden la tarea y alumno acuchilla a su maestra en secundaria)
Frente a esta convulsa situación, que por supuesto, no es reconocida por la SEP, estas son las reacciones comunes:
- Los padres desconfían de las autoridades, realizan pruebas a sus hijos en laboratorios privados que resultan positivas a sustancias tóxicas; exigen aclaraciones y/o claman por el regreso del operativo Mochila Segura sobre el que pesan múltiples críticas.
- Autoridades escolares, o la propia SEP, guardan silencio, arguyen que son hechos aislados o responsabilizan a los padres
- Fiscalías estatales y autoridades responsables dicen estar investigando, abren carpetas de investigación que duermen el sueño de los justos
- Gobiernos locales minimizan los hechos, evaden responsabilidades o convierten hipótesis en verdades indiscutibles, como el gobernador de Veracruz (Intoxicación de estudiantes en Veracruz, “psicosis colectiva”).
Explicaciones tentativas
Para la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), la generación de pánico, descontento y desmovilización comunitarias es una estrategia de control del territorio detrás de la cual se encuentran grupos del crimen organizado, según han observado a través de una de las 72 organizaciones que forman parte de la red en Chiapas (Las intoxicaciones de estudiantes en México)
Refiere esta misma red que en 2021, se registraron 27,526 personas víctimas de violencia, de entre uno y 17 años de edad, tuvieron que ser atendidas en diversos hospitales, lo que representa un incremento de 43% respecto al año anterior. Así mismo, entre enero y agosto de 2022, se registraron 542 homicidios con arma de fuego de personas de entre 0 y 17 años en México (89 mujeres y 453 hombres), lo que representa un aumento de 3.9% con respecto al número de homicidios con arma de fuego de niñas, niños y adolescentes ocurridos en los mismos meses de 2021 a nivel nacional.
Por otra parte, Unicef señala que las medidas de aislamiento afectaron emocionalmente a toda la población, pero las y los adolescentes se vieron doblemente afectados debido a la falta de interacción y socialización con sus pares. Mediante una encuesta, encontró que respecto a los cambios negativos del confinamiento identificados por los jóvenes, mientras en abril solo el 15% de los jóvenes indicaron sentirse decaídos casi todos los días, al mes siguiente este porcentaje se elevó a 22%. De igual manera, 36% dijo sentirse estresado por no poder salir de casa; un mes después este porcentaje se elevó a 40%. (¿Por qué trabajar por y con las adolescencias en México?)
Entre los argumentos esgrimidos por la SEP para apurar el regreso a clases presenciales, estaba la falta de socialización de niñas y jóvenes con sus pares, la violencia intrafamiliar y las afectaciones a la salud mental provocadas por el confinamiento. Paradójicamente, lo que parecía la solución, está mostrando en toda su crudeza los efectos de la pandemia en la salud afectiva. Se olvida que al igual que otros fenómenos, el problema ya existía y era preocupante mucho antes de la pandemia.
En un contexto nacional en el que la cultura mafiosa se extiende y normaliza cada día más, el clima de inseguridad que se vive en las instituciones educativas, especialmente aquéllas que atienden a adolescentes y jóvenes, amenaza con desbordarse.
Nuestra hipótesis
Nuestra hipótesis es la siguiente: no se trata únicamente de un estado de indefensión de niñas, niños y jóvenes que pone en duda el interés superior de la niñez, como señala REDIM; tampoco de una situación de estrés que mágicamente desaparecería regresando a las aulas, ya estamos viendo que no es así. Se trata de un problema mayor y mucho más complejo: una juventud abandonada a su suerte, solitaria, cuya educación sexual procede de la pornografía a la que tienen acceso sin restricciones, donde los feminicidios se han normalizado, donde cada día más jóvenes abandonan las instituciones educativas para trabajar o sumarse a las filas de la delincuencia; quienes trabajan y estudian lo hacen en condiciones absolutamente precarias, viven al día, actúan y se relaciona con los demás de un modo violento, porque es el único modelo que han aprendido en casa, en las instituciones, en las calles.
Por eso, cuando a propósito de la reunión de Consejo Técnico, la secretaria de educación Leticia Ramírez Amaya dice en su mensaje grabado: “La pandemia fue un proceso complicado y doloroso que sin embargo nos dejó aprendizajes inesperados”, no podemos dejar de pensar en lo contradictorio que resulta su discurso. Se habla de la pandemia como algo lejano, cuando en realidad apenas estamos viendo y padeciendo dentro y alrededor de las escuelas lo que el confinamiento nos dejó, las muertes, la pérdida de empleo, las afectaciones a la salud: el ambiente social se torna irrespirable, tantas señalas hablan de un alto grado de descomposición social del que los docentes no nos libramos.
Apelar al contexto para que sea la magisteria la que resuelva esta complejidad y multiplicidad de situaciones post-confinamiento como pueda, es no reconocer su gravedad. Arderá Troya si no hacemos algo juntos, a distintos niveles, desde distintos frentes, mediante diversas estrategias y sobre todo, pronto.