Por: 24 horas. El Diario sin límites. 27/03/2023
Durante la gestión de Delfina Gómez Álvarez, la Secretaría de Educación Pública (SEP) dejó que se perdieran 93% de expedientes que comprobaban el ejercicio de recursos del programa de la Escuela es Nuestra en 2021, por parte de los Comités Escolares.
De acuerdo con la fiscalización de cumplimiento 265, practicada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) a dicho programa, de 68 mil 665 planteles educativos que recibieron presupuesto, solo se conservaron documentos de 4 mil 739, debido a que la plataforma donde los padres subían los archivos fue cambiada y en ese proceso se perdieron miles de documentos.
Educación Pública justificó que 93% de los documentos “ya no se pueden visualizar actualmente en la plataforma del programa, porque en 2022 la plataforma migró del sistema denominado Sider a uno nuevo denominado InfoLeen”.
La SEP aseveró que la plataforma Sider ni siquiera le pertenecía ni la gestionaba, pues se trata de un sistema de la Secretaría del Bienestar para el registro de beneficiarios de programas sociales, por lo que fue esa dependencia la que integró los expedientes electrónicos y les entregó a los comités de padres un usuario y contraseña para subir su información.
Sin embargo, en la transición a una plataforma propia de La Escuela es Nuestra se perdieron los archivos de 2021, por lo que Educación Pública señaló a la ASF que “desconoce el número y contenido de los expedientes de actividades que se encontraban registrados al momento de la migración, debido a que no había una periodicidad o un tiempo establecido para se subieran la información en la plataforma o para que comprobaran los recursos”.
Debido a la pérdida de archivos y a que solo entregó expedientes de 32 planteles escolares beneficiados por La Escuela es Nuestra, la auditoría señaló que “la SEP no acreditó las obras de mantenimiento, rehabilitación o construcción realizadas en los 68 mil 665 planteles beneficiados por el programa en 2021 para la mejora de la infraestructura de los espacios educativos”.
Resalta que, durante ese año, las escuelas que recibieron los recursos no tuvieron prácticamente actividades presenciales debido al confinamiento por la pandemia de Covid-19, por lo que los recursos se ejercieron en rehabilitación de infraestructura y compra de mobiliario, siendo que no se activaron los componentes de horario extendido y alimentación de alumnos.
El presupuesto de La Escuela es Nuestra para 2021 fue de 13 mil 590 millones de pesos, con lo que se apoyó a 68 mil 665 planteles educativos, con montos de 150 mil a 500 mil pesos cada uno, en promedio.
En otro punto, la Auditoría indica que “no se determinaron los plazos para que los Comités Escolares de Administración Participativa ejercieran los recursos y comprobaran los gastos ni se especificó la obligación de éstos de reintegrar los recursos federales en los casos en los que no se aplicaran en las acciones señaladas en los lineamientos de operación del programa”.
Sin elementos de verificación de 2019 y 2020, sumado a la pérdida de expedientes de 2021, según las conclusiones de la auditoría, serían tres años en los que la SEP no comprobó la rendición de cuentas del programa educativo.
Aunque la esencia de la Escuela es Nuestra es que los padres de familia reciban los recursos directos, sin intermediarios y decidan cómo usarlos, la ASF concluyó que esa política no escapó a presuntos actos de corrupción de los propios Comités Escolares de Administración Participativa.
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Fotografía: facebook/sinautorvisible