Por: Gilberto Dorantes Álvarez. 01/04/2018
Las campañas hacia la presidencia de la República Mexicana, se encuentra a la vuelta de la esquina y ya nos estamos dando cuenta de lo intenso que podrán tornarse conforme se vaya acercando el uno de julio de este año.
Formalmente o legalmente aún no han iniciado, pero los actores políticos ya iniciaron la guerra sucia, empiezan a sacar la ropa sucia y la tienden sin lavarla. Saben muy bien que la mayoría del electorado goza de un nivel cultural muy bajo y por ese motivo hacen alarde de sus rapacerías, pues en una nación realmente desarrollada, por las acusaciones que se están haciendo los unos a los otros, ya les hubiesen pedido sus renuncias.
Porque las acusaciones realizadas no son cualquier cosa, lavar dinero es un delito muy grave, que, de acuerdo a nuestra legislación, es una actividad que amerita cárcel, al igual que desviar los recursos económicos públicos a cuentas personales, eso también es un delito, pues se está hablando de un robo a los contribuyentes, robo que nos hacen a todos los mexicanos. Pero quienes acusan no ofrecen pruebas y tampoco hacen la denuncia en la instancia correspondiente, y eso también es un delito.
Las campañas las están diseñando a modo, y quienes saldrán perdiendo como siempre, será el pueblo, pues vote por quien vote, seguro es que seamos “volvidos” a engañar, porque estamos viendo que no existe ni la más mínima idea de lo que es calidad moral en quienes quieren llegar a ocupar la banda presidencial. Nos encontramos en la antesala de la inmundicia, estamos en el lugar donde la corrupción es el común denominador y no existen visos de un cambio verdadero. Las encuestas que se han dado a conocer, son las que cada partido realiza y da a conocer por su cuenta, a toda costa tratan de confundir al electorado, pues cada partido se anota un triunfo avasallador, las televisoras cuentan lo que sus patrones les indican, el INE que dice ser autónomo, le debe favores a quienes los postularon y la imparcialidad es una palabra inexistente en ese organismo, la corrupción ha permeado todos los sistemas, con familiaridad vemos y escuchamos en las noticias de todos los hurtos realizados por servidores públicos, pero solo algunos cuantos se encuentran tras las rejas, los millones de pesos que desviaron a cuentas particulares no lo dan a conocer, no se sabe en dónde está ese dinero.
Probablemente sean acuerdos en lo oscurito para que una vez que pase el proceso electoral, esos granujas que no solo robaron los dineros del pueblo, sino que participaron en crímenes de lesa humanidad, queden libres. O como es el caso del hermano de un expresidente que ahora goza impunemente de uno de los robos más descarados de la historia de México, y aunque estuvo varios años en prisión, al final le perdonan sus atrocidades y lo convierten en un multimillonario al entregarle todas las propiedades que en su momento le fueron incautadas. Tal parece que los mexicanos no tuviéramos memoria, se ha olvidado la historia verdadera del México revolucionario.
Ese México que nuestros abuelos forjaron a la caída de un dictador, pero que en la lucha armada que duró varios años hubo según algunos historiadores, cerca de un millón y medio de muertos, gente humilde que luchó para que tuviéramos Patria y libertad, sangre derramada a todo lo largo y ancho de nuestro territorio nacional. Y que ahora granujas de cuello blanco hacen a un lado el legado de aquellos héroes que murieron por sus ideales y al final existió una relativa tranquilidad, dando paso a una nación moderna pero que nos la están volviendo a arrebatar, robándonos lo más preciado que es la tranquilidad y la seguridad de tener un lugar donde vivir.
Las campañas aun no inician, pero ya están preparando todo ese arsenal lleno de inmundicia para atacar al oponente para que la gente vote por aquel que logre tirar más mierda sobre su contrincante, y al final dejarán algo para revolcar al pueblo y empaparlo de toda la ignorancia posible, para seguirlo jodiendo durante toda una eternidad. ¡Reflexionemos mientras llega el próximo café!