DRA ELIZABETH PALMEROS AMOR
Todos, a cualquier edad, estamos expuestos a sentir resentimientos y rencor, incluso odio. Y muchas veces son perfectamente justificables por las cosas tan desagradables que nos pasan en la vida o por los hechos adversos de las demás personas hacia nosotros; o por circunstancias negativas que puedan pasarle a nuestros seres queridos, a nuestra economía, a los animales o a la humanidad en general etc. Y peor aun, cuando arrastramos con nosotros esos resentimientos a lo largo de nuestra existencia. Y si es verdad que el mundo esta lleno de injusticias y calamidades también es cierto que dentro de nosotros podemos encontrar el amor y la paz; tenemos la obligación de aferrarnos a ello y ser mas fuertes que la adversidad para poder seguir siendo sanos. Pero cuando esto no ocurre y la negatividad nos rebasa y los sentimientos pesimistas se apoderan de nosotros aun sin nosotros aceptarlos; cuando nos damos cuenta que nuestra razón nos indica lo correcto pero nos invadimos de sentimientos negativos y los tenemos fuera de control, es cuando es necesario acudir a la homeopatía para que nos ayude a liberarnos de esas cadenas que nos impiden hacer y sentir en paz las cosas importantes que debemos hacer en la vida.
El resentimiento es un sufrimiento desagradable, aunque tengamos propensión a sentirlo y guardarlo es de todas maneras desagradable. Cuando lo producimos y lo aceptamos, nos estará molestando continuamente mientras permanecemos con el. De cuando en cuando hacemos conciencia de que nos esta dañando e incluso nos esta deteriorando y afeando, porque nos quita uno de los múltiples aspectos de ser agradables a los demás, nos resta simpatía y posibilidades de nexos mayores con los otros y por lo tanto de gozar de las cualidades de esos otros
De los resentimientos pueden derivarse síntomas físicos y mentales que nos proporcionarán incomodidad y enfermedad, no nos permitirán vivir en armonía con nosotros mismos y con nuestro entorno. Pueden incluso ser el motor de otros sentimientos más destructivos y profundos como la violencia, la venganza y la perversidad; y no es porque la persona sea mala en su esencia, es porque ha recibido agresión y daño tras daño que no han sido curados nunca verdaderamente y eso le provocará actuar hacia la discrasia (Alteración profunda del organismo).
Afortunadamente existe sobre la tierra el remedio perfecto para estos males. Se puede con la Homeopatía curar de resentimientos y odios a las personas y evitarles males mayores en su existencia. Qué necesidad hay de vivir en sufrimiento y desamor si tenemos a nuestro alcance la plenitud y existe la manera de alcanzarla, al menos de acercarnos mas a la armonía, a la luz y no vivir en las tinieblas del rencor y la venganza.
Con el medicamento homeopático indicado especialmente para cada individuo, vamos a hacer, a esos resentimientos, asimilables incrementando la capacidad de reflexión del individuo para comprender que ese resentimiento es a él a quién daña. La homeopatía le ayuda a tener mas tolerancia y a ver mejor su conveniencia para estar bien; le hará valorar más otros motivos de admiración, agradecimiento o de simpatía hacia la persona a quien se le tiene resentimiento. Le ayudará a trasmutar el síntoma para que ya no obstaculice su curación y su felicidad.
Recordemos que la Homeopatía es la medicina que verdaderamente esta pensada, investigada, probada y comprobada especialmente por el hombre, para el hombre y en el hombre en su extensión mas profunda y en su dignidad mas cierta.
La alopatía como medicina antigua, tradicional y siempre analítica es digna de todo respeto, de admiración en múltiples episodios y capítulos de su historia pero no olvidemos que esta fundamentada en el análisis y en el resultado de la enfermedad. Enfatiza “ los resultados de la enfermedad” mas no a la enfermedad misma. La Homeopatía va a las causas no sólo a los efectos, pues si curamos la causa vamos a curar todo lo derivativo de esa causa manifestada en el cuerpo físico o en el cuerpo mental.
Muchas enfermedades humanas tienen su fundamento en el rencor y muchas muertes prematuras también. Si no se cura ese rencor tampoco se curará la manifestación patológica en nuestro cuerpo. La única medicina que tiene los recursos para efectuar esa curación es la Homeopatía que le ayuda a liberarse de ataduras energéticas que lo mantienen inmovilizado en la vida. Recuerde que la enfermedad nos limita en todos sentidos y si estamos aquí es para lograr los mas altos fines de nuestra existencia.
Los resentimientos son el óxido de su alma; obstruyen el brillo de su corazón impidiéndole se regocije en su esencia. No permita tener mas resentimientos en su ser. La Homeopatía, sin duda, podría ayudarlo.