Por: Gilberto Dorantes Álvarez. 21/04/2024
Los monopolios son un cáncer que debemos de extirpar cuando se presentan en cualquier lugar. Pues estos son tan nocivos que terminan por someter a la población, condenandola a sufrir por siempre a quien deba prescindir de sus servicios y estaremos sometidos a la voluntad de un grupo o de una sola persona.
Mencionaré un ejemplo esperando no incomodar a nadie.
Corría el año de 1975 cuando por la necesidad de comunicarse, “alguien” tuvo que asistir a una caseta telefónica, esas, en las cuales una operadora tenía que conectar unos cables y desconectar otros para poder establecer la comunicación,
El tiempo empezaba a correr ( para el pago) desde el mismo instante en que se iniciaba la maniobra, el usuario debía ser breve y conciso durante su comunicado, pues corría la pena de pagar cantidades extratosféricas por el servicio, pues cada minuto costaba 25 o 30 pesos en esos tiempos.
Era el equivalente a toda una jornada de trabajo el poder platicar por tres minutos con alguien distante. El servicio pertenecía al gobierno mexicano, porque en esos tiempos las comunicaciones eran del estado.
Otra manera de comunicarse en esos tiempo, fue el telegrama para el pueblo y el Telex para las grandes empresas, y en Telégrafos nacionales se tenían que usar textos cortos para enviar los mensajes sopena de pagar cantidades extras.
Posteriormente, Teléfonos de México fue entregado a un particular y éste empezó a mejorar el servicio con costos sumamente altos para todos los usuarios, pues alegaban que el costo de los materiales eran caros y el personal sindicalizado comenzó a hacer valer sus derechos como trabajadores, teniendo que elevar los costos por minuto de uso del teléfono y por la necesidad, todos estuvimos sometidos a los precios que el dueño quería, pues de los cobros realizados a los usuarios tenía que solventar todos los gastos e ir innovando el servicio de telefonía.
La telefonía en México era muy cara, pues era un monopolio en manos de un solo grupo. Posteriormente este gran empresario mexicano dio un giro enorme y trajo a nuestra nación lo nuevo en comunicación y se adoptó una nueva forma de comunicarse presidiendo del cableado e incursionando en la telefonía inalámbrica y al ser único en ese rubro de telecomunicaciones impuso los precios, siendo estos demasiado altos y tuvimos que bailar al son que nos tocaba.
Así funcionó por muchos años este monopolio de las telecomunicaciones, hasta que empezaron a surgir nuevas compañías las cuales para entrar en el gusto de los usuarios, iniciaron dando un buen servicio a un costo más bajo. En poco tiempo llegaron otras compañías más al mercado mexicano, ofreciendo buen servicio y costos más accesibles. Todos los que tenemos más de 35 o 50 años, hemos sido testigos de esta evolución.
Ahora cualquier persona tiene acceso a un teléfono celular y poder estar comunicado con el mundo, por precios bastante bajos y esto se lo debemos a la muerte de un monopolio que por años estuvo sangrando a nuestro pueblo.
El gobierno es quien tiene la tarea de regular los precios y establecer las normas para poder operar. Al gobierno le corresponde vigilar que todo funcione acordé a lo preestablecido, sancionando a quien viole el reglamento. Se ha demostrado en el orbe, sobre todo en aquellos países del primer mundo, que los particulares han sido creadores de empleos y generadores de riqueza no solo para los dueños de las empresas, sino también para quienes laboran en ellas. Como el ejemplo anterior, existen muchos más, pero también conocemos como el gobierno mexicano ha monopolizado servicios primordiales para todos.
Las energías impulsoras del desarrollo de nuestro México lindo y querido, son un monopolio en manos del gobierno mexicano. Nos imponen los precios que quieren y tenemos un servicio de muy baja calidad. En la Energía eléctrica tenemos un ejemplo claro, pues contamos con una red eléctrica obsoleta, sufrimos de apagones constantes, nos enojamos con los empleados, gritamos y vociferamos, brincamos y caemos en el mismo lugar.
¿Motivo? Existe un monopolio, no hay competencia y CFE hace lo que se le hinche, pues es el mismo gobierno quien hace y deshace y si quieres poner una denuncia ante los atropellos sufridos, no pasa nada, pues no existe la división de poderes porque siempre al poder judicial y al poder legislativo se los arremanga el poder ejecutivo.
Fotografía: selectra