Por: Samantha Paéz. 21/10/2022
El lanzamiento de la película La sirenita en live action de Disney, donde la actriz afrodescendiente Halley Bailey interpreta a Ariel, la protagonista, ha generado una ola de comentarios racistas. También hay opiniones a favor de una mayor diversidad étnica en los productos mediáticos, sin embargo, la representación es tan solo el primer paso.
Pero vayamos poco a poco, ¿qué es la representación? Rafael Martínez Rivas, en su artículo “El concepto de representación en la actualidad”, aunque se enfoca en representación política, menciona algo interesante: la representación tiene la función de suplir, es decir, “tiene que ver con la capacidad de los símbolos para representar (sustituir o referir) y simbolizar (sugerir y evocar sentimientos)”. En los medios de comunicación, la representación de los diferentes grupos busca eso: referir, simbolizar, sugerir y evocar sentimientos de ese colectivo.
En ese sentido podríamos decir que está chido que haya representación de la diversidad social, incluyendo la étnica en los medios de comunicación. Sin embargo, Ana Lucía Mosquera reflexiona que muchas veces esta representación de las personas afrodescendientes está estereotipada de forma racista. ¿Has notado cómo personajes afro son cómicos, deportistas, cantantes, objetos de deseo o simplemente acompañantes de las y los protagonistas?
En el estudio “The inclusion imperative: why media representation matters for kids’ ethnic-racial development” se menciona que, en proporción al número de habitantes, existe una sobrerrepresentación de personajes blancos en roles de cine, series de televisión o streaming y videojuegos. En contraste la población latina es infrarrepresentada en todos esos ámbitos, mientras que la población afrodescendiente está infrarrepresentada en videojuegos.
En México no hay un estudio similar, pero un análisis del antropólogo Juris Tipa plantea que, después de analizar 500 solicitudes de audiciones para publicidad de las dos televisoras más importantes a nivel nacional, 91% del perfil solicitado fue para “latino internacional”, es decir, personas no blancas y no morenas, preferentemente de tez clara, cabello oscuro y ojos oscuros.
Bueno es por ello que mucho de lo que se pide con la representación de las poblaciones diversas es no solo que aparezcan, sino que tengan roles protagónicos y fuera de estereotipos. Muchas personas tendrán aún la duda y cuestionarán por qué es importante, bueno imaginemos que en un país como México se lanza una telenovela donde una mujer indígena es una escritora con una vida sexual y laboral plena, ¿cómo se sentirían las mujeres indígenas al verla? Bueno, pues quizás les parezca cercano a sus propias vivencias, quizás se identifiquen o quizás piensen que es justo como ellas quieren vivir.
Por eso circularon cientos de videos de niñas afrodescendientes felizmente sorprendidas al ver el avance de la película de La sirenita y notar que Ariel tiene la piel oscura. Sus caras de asombro y felicidad al sentirse identificadas, por ello es importante la representación: cuando miras a alguien como tú hacer cosas importantes (como hacer un descubrimiento científico, escribir algo hermoso, liderar un país o meter un gol), te evoca el sentimiento de que también puedes hacerlo.
Quizás parezca algo muy burdo, pero en un país donde el 51.3% de las mujeres se sientes discriminadas por su apariencia (tono de piel, peso o estatura, y forma de vestir o arreglo personal), según la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2017, representar la diversidad en los medios de comunicación sería un avance.
Pero cómo les decía: la representación es solo el primero de los pasos. La Plataforma de Acción de Beijing, en su apartado J, referente a las mujeres y los medios de difusión, se indica que es obligación de todos los Estados firmantes (entre ellos México) aumentar el acceso de las mujeres a la toma de decisiones en los medios de comunicación, promover su participación plena y equitativa en todos los niveles de la industria. En pocas palabras, que sea la diversidad de mujeres quienes cuentan y creen sus propias historias, que tengan la capacidad de decidir si quieren ser una sirena, una astronauta o una cocinera.
Aunque esto parezca casi imposible, dado que se calcula que se necesitarán 67 años para que las mujeres en todo el mundo podamos cerrar las brechas de género en los medios de comunicación, de acuerdo con el Proyecto de Monitoreo Global de Medios 2021, es urgente que haya más espacios para que todas las mujeres, las afrodescendientes, indígenas, con discapacidad, adolescentes y niñas, de la tercera edad, lesbianas, trans o como cada una se identifique, podamos no sólo vernos representadas, sino que sean nuestros puntos de vista, nuestras formas, nuestras historias, las que se difundan.
LEER EL ARTÍCULO ORIGINAL PULSANDO AQUÍ
Fotografía: academicxsmty43