Por: Oswualdo Antonio González. 25/02/2017
Somos lo que leemos
Leer la palabra escrita, leer la palabra dicha, leer la palabra ausente, leer las realidades para construir nuestra propia voz; esos son los caminos que como educadores andamos con los otros. Trabajamos con posibilidades, con horizontes, con presentes dinámicos, pero no determinantes.
Como educadores somos una voz que necesita ser alimentada todos los días. Necesitamos esperanza, ya que las realidades las construyen hombres (como especie) con sus acciones y en educación construimos esos hombres. Necesitamos amor, ya que es en el otro como somos, pero en ese caminar el cuerpo se desgasta, las fuerzas se acaban y lo sabemos, pero seguimos caminando. Necesitamos ternura, porque como bien lo afirma Herman Van de Velde, necesitamos estar y hacer sentir que estamos. Necesitamos reconocer nuestra incompletud y en consecuencia no dejar de maravillarnos por otras voces, otras miradas y otras presencias. Somos en los otros y con los otros, así decidimos vivir esta nuestra vida.
¿Quién alimenta al educador?
Para darnos, necesitamos ser. Pero como educadores, también nuestra vida se mueve en entramados de realidades que nos acotan, nos direccionan, nos programan y llega a ser tan fuerte, tan sofisticada esa influencia del ser individual, competitivo, exitoso, que en ocasiones nos quedamos vacíos de esperanza, de amor, de ternura y empezamos a reproducir el ser consumista, insaciable, insensible y cruel.
Nos ha tocado un tiempo donde el consumismo y su modelo de gobierno y vida, se ha puesto como meta acabar con los educadores y reducirlos a obreros. Estamos en guerra.
La única defensa ante el embate neoliberal contra los educadores, es la cooperación y la congruencia. Personalmente he decidido caminar con otros, entendiendo lo colectivo no como una estructura cerrada, sino como una postura cooperativa ante los diversos, una pedagogía de lo ciudadano, de construirnos como “autores” (Herman Van de Velde). El diálogo nos ha permitido acercarnos a periodistas, luchadores sociales, académicos, abogados, políticos a todos aquellos con los que tengamos un punto de encuentro.
Ya llevamos como Colectivo 3 años de trabajo en esta perspectiva, día a día, en una ruta que hemos denominado comunicación popular y pedagogía de lo ciudadano, donde se interpela al otro mientras se actúa.
Este texto, es la oportunidad para darles las gracias a los miles de lectores de éste, nuestro espacio de comunicación. Hoy rebasamos los 8 millones de visitas y es motivo de alegría pero también de revaloración de lo hecho e imaginar nuevas rutas.
Todos los días buscamos en el Portal alimentar el espíritu de lucha, de amor y de indignación. Compartimos noticias que desnudan el actuar neoliberal, para que no se nos olvide que “ellos” no descansan y que no se encuentran solo en México, están en todos lados, pero también hay gente resistiendo en todos lados; les traemos reflexiones de ciudadanos que se encuentran en lucha, de los que se les arrebata la vida, de los que se les encarcela el cuerpo, de los que se les inyecta miedo, pero también compartimos diariamente herramientas didácticas y ciudadanas para mejorar nuestras prácticas. Este es nuestro aporte, no sabemos si poco o mucho, pero seguiremos caminando en esta ruta.
¿Quiénes hacen esto posible?
En Insurgencia Magisterial confluyen tres espacios de cooperación: la económica, para pagar gastos derivados de la operación del Portal; la de tiempo, para seleccionar los artículos de por lo menos cincuenta medios (locales, nacionales e internacionales) y para “subirlos” y, la de análisis e incidencia, para realizar nuestras propias reflexiones y diseñar estrategias para luchar en el espacio público contra decisiones motivadas por intereses privados.
La mayoría de ellos han pedido no mencionarlos públicamente, su cooperación en cualquiera de estos tres espacios es motivada por la urgencia de cambiar el actual estado de cosas, a ellos gracias. Sin embargo mencionaremos solo sus nombres, ellos saben quiénes son. El Portal Insurgencia Magisterial es posible gracias a: Paty, Juan, Gil, Ethel, Daniela, Lupita, Edith, Víctor, Adolfo, Leonel Eduardo, Noemí, Janett, Lev, Mauro, Fernando, Lilia, Juan Carlos, Gilberto, Fidel, Lucio David, Isa, Rosiel, Jesús Víctor, Jorge, Marco Aurelio, Luis (Fundador del Portal y lamentablemente ya fallecido), Manuel, Hilario, Raymundo, Tomás, Jorge, Eduardo, Daniel, Herman, Carla, Luis, Ventura, Luis Armando, Vicente, Caridad, Raúl, Solange, José Esteban y Germán.
¿Qué sigue?
Seguiremos fortaleciendo los vínculos con diversos colectivos, redes, investigadores, analistas, académicos, educadores, legisladores, proyectos y organizaciones con la finalidad de diversificar la información y los análisis que compartimos y también para ser una caja de resonancia para voces de denuncia y llamados a la movilización en los diversos frentes de lucha.
Gracias a todos por hacer esto posible. Creemos que la información y el análisis público pueden ayudarnos a transformar las realidades indeseables.
Ni un paso atrás, a seguirle.