Top Posts
Algunos aspectos del problema de la periodización de...
Ni los unos de los otros, el pueblo
¡La salud comunitaria también es organización popular! (Ciudad...
Boric en una noche fría: La calle como...
DIF CDMX busca despedir a trabajadora para pagar...
La pobreza desde la óptica Capitalista de la...
Premio Gabo 2025: Las 15 mejores historias periodísticas...
El Proyecto Gran Simio solicita a las autoridades...
¿Y si dejamos de ser tolerantes con los...
No más agresiones a la Revolución Cubana
  • Colectivo Insurgencia Magisterial
Portal Insurgencia Magisterial
Banner
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Espacio principalEspacio secundario

La habitación oscura

por RedaccionA abril 22, 2021
abril 22, 2021
960
De este ARTÍCULO eres el lector: 505

Por:  Josemanuel Ferrández Verdú. 22/04/2021

Un hombre apellidado Gómez es detenido por estar alojado en la habitación 69 de su hotel: un número demasiado erótico. Un cuento de Josemanuel Ferrández Verdú.

Estaba en la habitación 69 cuando llamaron a la puerta.

—¿Es usted Gómez?

—Así es.

—Queda arrestado.

Gómez se quedó perplejo.

—¿Por qué? —dijo.

—Por alojarse en una habitación cuyo número es demasiado erótico.

No salía de su asombro Gómez.

—Debemos conducirlo a la comisaría de inmediato y con la máxima urgencia —dijo el agente, que vestía gabardina, gafas oscuras y sombrero de fieltro del año 1947, de la casa Morris y Morris y Morris de Cleveland.

Gómez se vistió y salió de la habitación detrás del policía. La comisaría estaba justo en la habitación de al lado, la número 68, donde el comisario tenía también su residencia personal y la de sus hijos y nietos y cuñados y yernos, etcétera. El comisario estaba sentado detrás de una enorme mesa de caoba negra y fumaba una pipa y estaba examinando con lupa y con curiosidad un palimpsesto ucraniano del siglo XIV, donde se exponía con profusión de detalles la batalla de Ruderova, en la que el ejército dálmata fue totalmente abatido por una explosión de moscas húngaras.

—¿Qué está haciendo usted en el hotel? —le preguntó el comisario en tono policial

—He venido a un congreso de buenas personas y despistados que va a celebrarse el día 20 de Abril.

— Pero estamos en mayo —dijo el comisario llamado Pérez y Pérez, consultando un almanaque azteca de piedra circular de cuatro metros de diámetro que tenía justo detrás del despacho, ocupando totalmente la pared.

Gómez lo miró con cara de incrédulo

—¿Cómo es posible? —dijo—. Pues juraría que esta misma mañana estábamos en el mes más cruel.

—¿Cruel? Usted no sabe lo cruel que puedo llegar a ser. Imagínese que el otro día le negué el moquero a una anciana que necesitaba sonarse como agua de Mayo —dijo el comisario.

—¿De mayo o de abril? —dijo Gómez.

—No se haga el listo conmigo. Me temo que tendré que encerrarlo por exceso de confianza.

La cárcel era la suite nupcial. Se trataba de un inmenso recinto rectangular con las paredes tapizadas hasta el techo por tenebrosas librerías barrocas de madera pintada de negro y repleta de libros antiguos y manuscritos y legajos de siglos remotos, casi todos semirroidos por ratones de biblioteca y carcomas sintácticas de las que se alimentan de metáforas y futuros de subjuntivo al estilo de san Juan de la Cruz.

Allí fue introducido como reo lingüístico y al entrar se encontró en medio de una gran reunión de personas excelentes que se hallaban totalmente despistadas. Había muchos corros donde se discutía la personalidad del próximo ponente que debería hablar a continuación.

Al verlo entrar, algunos se dirigieron hacia él con el ruego de que, por el amor de Dios, explicara sus puntos de vista personales. Gómez accedió sin demasiado entusiasmo.

—Según el comisario de la habitación 68 hoy es mayo, día del amor libre. He sido arrestado por alojarme en la habitación 69 que es un número excesivamente erótico.

—¡Bravo! —se oyó.

—Debemos intentar —prosiguió Gómez— informarnos de alguna cosa de vez en cuando para no ir por la calle ni por la vida sin datos auténticos —se escucharon muchos aplausos.

De pronto se abrieron unas grandes puertas de madera labrada y entraron dos personas que llevaban una gran olla. La colocaron en el centro de una mesa redonda y retiraron la tapadera. Era una olla inmensa llena de albóndigas humeantes de la que salía un aroma al que no se podía hacer frente. Luego se marcharon y los asistentes quedaron boquiabiertos por la sorpresa y el deseo de comer.

—¿Qué ha pasado aquí? —dijo uno de los asistentes al congreso.

—¿Qué clase de albóndigas son esas? —preguntó una joven agraciada.

La seducción albondiguista podría hacer estragos entre los asistentes. A algunos ya comenzaban a hacerle efecto en su bonhomía y otros las miraban con unos ojos en los que se adivinaba la ambición de poder.

Tras muchas deliberaciones se repartieron y aún sobraron tres docenas. Luego comieron los más despistados, que no sabían ni siquiera si tenían hambre o no. Cuando solo quedaban dos o tres, volvieron los que habían traído la olla y dijeron que había sido un lamentable error, puesto que las albóndigas eran para unos congresistas de un partido político que celebraban su reunión semanal. Entonces tomó la palabra uno de los ponentes, que era tan despistado que, en lugar de hablar de la teoría general del despiste, como estaba previsto, sacó un papel del bolsillo y leyó lo siguiente:         

—Nuevas tendencias turísticas han llevado a crear hoteles que las satisfagan. El turismo rural ha derivado en una nueva rama, más especializada: el turismo agrario. El turista halla así la oportunidad de darse a sí mismo respuestas agropecuarias que de otra manera serían inconcebibles. Estos hoteles ofrecen toda clase de servicios agrícolas. En la misma habitación el viajero hallará lo necesario para ejercer la agricultura sin obstáculos de ningún género. Una pequeña parcela cultivable. Un tractor plegable y aperos, azadas y demás instrumentos propios del campesino. Un gallinero con cuatro gallinas ponedoras y dos conejos granados. Un servicio rápido y eficiente de asesoramiento financiero y teoría de cosechas. La posibilidad de litigar con los ocupantes de habitaciones contiguas por cuestiones de linderos y otros asuntos comunes. Escasez de agua para que adopte ese aire de preocupación propia de los agricultores de toda la vida. Un gran ventanal para poder mirar al cielo y rezar para que llueva. Un exquisito ambiente pueblerino de chismorreo, promovido por técnicos del hotel especializados en vida campestre y aldeana. Un servicio gratuito de escopetas para resolver asuntos oscuros.

LEER EL ARTICULO ORIGINAL PULSANDO AQUÍ

Fotografía: El cuaderno digital

Compartir 0 FacebookTwitterWhatsapp
RedaccionA

noticia anterior
Las familias monomarentales, 40 años de lucha por derechos básicos
noticia siguiente
Radiografía de la “pandemia en la sombra” por violencia machista en Latinoamérica

También le podría interesar

El uniforme

febrero 7, 2024

La puerca de los cien puerquitos.

marzo 3, 2021

No te rindas.

octubre 7, 2020

Visitantes en este momento:

816 Usuarios En linea
Usuarios: 321 Invitados,495 Bots

Síguenos en nuestras Redes Sociales

  • Bluesky
  • Mastodon
  • Telegram
  • WhatsApp

Blog: Perspectivas comunistas

Gracias por informarte con nosotros…

Desde el Plantón magisterial en el Zócalo de la CDMX

Rompe el cerco informativo…

Blog de la Columna CORTOCIRCUITOS

Nuestros grupos de difusión

Artículos publicados por mes

Síguenos en Facebook

Síguenos en Facebook

Artículos por AUTORES

Artículos publicados por FECHA

julio 2025
L M X J V S D
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
28293031  
« Jun    

Artículos más leídos esta semana

  • 1

    Tras descuento, maestra de la CNTE recibe $0.99 pesos de salario

    julio 4, 2025
  • 2

    ¡TODOS SOMOS ESTEBAN! Efectos de las reformas neoliberales en el trabajo docente

    julio 3, 2025
  • ¿Cuáles son los elementos de una historieta?

    febrero 15, 2017
  • 4

    Sección 9 de la CNTE inaugura la biblioteca “Mtro. César Navarro Gallegos”

    julio 6, 2025
  • 5

    Envases que embelesan

    septiembre 7, 2021
  • 6

    Renato Romero: auténtico defensor del territorio, criminalizado.

    julio 6, 2025
  • 7

    “La táctica en las redes es clara: bombardearnos con mercancía estúpida y pesimista para que nada cambie”

    julio 4, 2025
  • 8

    TEMPORADA DE ENGAÑOS

    junio 24, 2025
  • 9

    En Veracruz: Docentes y carreteras, el juego extremo.

    julio 5, 2025
  • 10

    Trump y Cuba: ¿regreso a la guerra fría?

    julio 4, 2025
  • 11

    Represión en la Universidad Ibn Zohr: amenazan con expulsar a estudiantes saharauis por manifestarse por la independencia

    julio 3, 2025
  • 12

    UN MISTERIO Y UNA EPIFANÍA DE DUSSEL.

    julio 1, 2025
  • 13

    El fascismo engendra revoluciones

    julio 6, 2025
  • 14

    Acercamiento a FAUSTO de Johann Wolfgang von Goethe

    junio 30, 2025

Rolando Revagliatti. Argentina

Raúl Allain. Perú

Juan Antonio Guerrero O. México

Vanesa Monserrat. Argentina

Carolina Vásquez Araya

Ilka Oliva-Corado

Javier Tolcachier

Columna: CORTOCIRCUITOS

Manuel I. Cabezas González

Luis Armando González

Iliana Lo Priore

Jorge Salazar

Adolfo del Ángel Rodríguez

Oswualdo Antonio G.

José Eduardo Celis

Daniel Suárez

Güris J. Fry

Jorge Díaz Piña

Ángel Santiago Villalobos

Andrés Brenner

Alejandra Cortina

José Carlos Buenaventura

Luis Palacios

@2020 - Insurgencia Magisterial

Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
@2020 - Insurgencia Magisterial

Leer también:x

La puerca de los cien puerquitos.

marzo 3, 2021

Jacaranda, mi eterna primavera (Cuento sobre represión...

agosto 22, 2020

No te rindas.

octubre 7, 2020