Por: Nicolás Romero. 16/10/2024
«Tanto Bolsonaro como Milei comparten una visión económica ultraliberal, enfocada en la reducción del Estado y la promoción del mercado como el principal motor del desarrollo. Sin embargo, la comparación entre ambos revela diferencias en cuanto al contexto nacional. Brasil, bajo el gobierno de Bolsonaro, entró en una crisis social, sanitaria y económica a pesar de tener una base económica más diversificada que Argentina.
En Argentina, la implementación de las políticas propuestas por Milei podría tener efectos aún más devastadores, dado que el país ya enfrenta una inflación descontrolada y una alta tasa de pobreza. El Banco Mundial estima que la pobreza en Argentina podría aumentar al 50% si se implementan políticas de ajuste drástico sin medidas de protección social. Además, la dolarización, propuesta estrella de Milei, podría desestabilizar aún más la economía argentina, al tiempo que incrementaría la dependencia del país respecto a los vaivenes económicos de Estados Unidos.»
En la última década, América Latina ha sido escenario de un resurgimiento de políticas ultraliberales y conservadoras que han causado profundos efectos económicos y sociales. Dos figuras emblemáticas de este fenómeno son Jair Bolsonaro, ex presidente de Brasil, y Javier Milei, economista libertario de Argentina. Aunque provenientes de contextos diferentes, ambos comparten visiones económicas similares, que han demostrado tener un impacto devastador en la vida de millones de personas. En este artículo, realizaremos un análisis comparativo sobre las consecuencias del gobierno de Bolsonaro en Brasil y las posibles implicaciones de las propuestas de Milei en Argentina, utilizando cifras actualizadas y citando a economistas que han criticado abiertamente sus políticas.
Jair Bolsonaro en Brasil: Un Mandato de Destrucción Económica y Social
Jair Bolsonaro asumió la presidencia de Brasil en enero de 2019 en un clima de descontento generalizado por la recesión económica y los escándalos de corrupción. Bolsonaro prometió impulsar la economía con un modelo ultraliberal y reducir el tamaño del Estado. Sin embargo, los resultados económicos estuvieron muy por debajo de las expectativas.
Antes de la pandemia, en 2019, la economía de Brasil creció solo un 1.1%, una cifra ínfima comparada con otras economías emergentes. Incluso, en la última década, Brasil ha tenido uno de los peores desempeños de crecimiento entre las principales economías de América Latina. Según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la tasa de desempleo en 2020 se disparó al 14.7%, alcanzando a más de 14 millones de brasileños en su punto más alto, además de haber dejado a más de 38 millones de trabajadores en el mercado informal, sin derechos laborales ni acceso a seguridad social. Estos indicadores sugieren que el supuesto «crecimiento» promovido por Bolsonaro se sustentó en una precarización generalizada del empleo.
Desigualdad y Pobreza Extrema
En cuanto a la pobreza, el Banco Mundial informó que, bajo el gobierno de Bolsonaro, el número de brasileños que vivían en pobreza extrema (personas que sobreviven con menos de 1.90 dólares al día) aumentó de 6.5 millones en 2019 a 9.6 millones en 2021. Esto representó un incremento de casi el 50% en solo dos años. Para finales de 2022, más de 33 millones de personas enfrentaban inseguridad alimentaria grave en Brasil, una cifra que había disminuido sustancialmente bajo los gobiernos anteriores de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, pero que volvió a crecer con las políticas neoliberales de Bolsonaro.
El aumento de la pobreza extrema y la desigualdad fue una consecuencia directa de la reducción de programas sociales y la liberalización del mercado laboral, medidas que, lejos de reactivar la economía, acentuaron la concentración de la riqueza. Paulo Guedes, ministro de Economía de Bolsonaro, justificó estas reformas argumentando que «el mercado se corregiría a sí mismo» a través de la competencia. No obstante, esta postura fue ampliamente criticada por economistas como Laura Carvalho, profesora de Economía en la Universidad de São Paulo, quien afirmó: “La receta ultraliberal de Guedes y Bolsonaro resultó ser una combinación explosiva de recortes fiscales y privatizaciones que solo empeoró la situación de los sectores más vulnerables” .
Crisis Sanitaria
Bolsonaro también enfrentó una de las crisis sanitarias más graves de la historia reciente: la pandemia de COVID-19. Su manejo de la pandemia fue ampliamente criticado tanto a nivel nacional como internacional. A finales de su mandato, Brasil registró más de 700,000 muertes relacionadas con el COVID-19, situándose entre los países con la mayor mortalidad per cápita. Su gobierno retrasó la compra de vacunas, promovió el uso de tratamientos no probados como la hidroxicloroquina y mantuvo una postura negacionista frente a la gravedad de la crisis, lo que llevó a un colapso del sistema de salud en varios estados.
Los costos humanos y económicos de esta negligencia fueron enormes. El PIB de Brasil cayó un 4.1% en 2020 debido a la prolongación de la crisis sanitaria y las restricciones mal gestionadas. Además, la tasa de pobreza aumentó a niveles alarmantes. Según el economista Armínio Fraga, expresidente del Banco Central de Brasil, “la gestión de la pandemia por parte de Bolsonaro no solo fue irresponsable, sino también criminal. Las consecuencias para la economía y la población son devastadoras y costará años recuperarse” .
Destrucción Ambiental
El legado de Bolsonaro en el ámbito ambiental es uno de los más criticados a nivel internacional. Entre 2019 y 2021, la deforestación en la Amazonía aumentó un 56%, alcanzando niveles históricos. Solo en 2021, se deforestaron más de 13,000 kilómetros cuadrados de selva, una superficie equivalente a la mitad del territorio de Bélgica. Esta destrucción no solo afecta al clima global, sino que también tiene un impacto directo en las comunidades indígenas y locales, que dependen de la selva para su subsistencia.
Carlos Nobre, científico del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil, advirtió que «la aceleración de la deforestación bajo el gobierno de Bolsonaro nos está llevando a un punto de no retorno en la Amazonía, donde la selva puede convertirse en una sabana y perder su capacidad de regular el clima global». La permisividad del gobierno frente a la minería ilegal, la tala y los incendios forestales no solo dañó la reputación internacional de Brasil, sino que también afectó las inversiones extranjeras, que se alejaron debido a las preocupaciones ambientales.
Javier Milei en Argentina: Un Camino hacia el Abismo Económico
En Argentina, la figura de Javier Milei ha ganado terreno en el escenario político como un opositor radical al establishment político y al «Estado benefactor». Su discurso libertario, que aboga por la reducción drástica del Estado, la privatización de empresas públicas y la dolarización de la economía, ha generado preocupación tanto entre economistas como entre analistas sociales.
Propuestas Económicas de Milei
Uno de los pilares de la propuesta económica de Milei es la dolarización. Esta medida, que ya ha sido implementada en países como Ecuador y El Salvador, implicaría que Argentina elimine su moneda nacional (el peso) y adopte el dólar estadounidense como moneda oficial. Milei sostiene que esto frenaría la inflación, que en 2023 alcanzó más del 100%, una de las tasas más altas del mundo.
Sin embargo, economistas como Joseph Stiglitz, ganador del Premio Nobel de Economía, han advertido sobre los peligros de la dolarización en un país con altos niveles de deuda externa y una economía débil. “La dolarización no es una solución mágica. Si se implementa, Argentina perdería el control sobre su política monetaria, lo que podría agravar las crisis económicas futuras y aumentar la desigualdad”, señaló Stiglitz en una entrevista reciente.
Otra propuesta polémica de Milei es la reducción drástica del gasto público y la privatización de empresas estatales, incluidas las relacionadas con servicios esenciales como la energía y el transporte. Milei ha señalado que su objetivo es reducir el déficit fiscal a cero y desmantelar lo que él denomina «la casta política». Esto incluiría la eliminación de programas sociales que, en la actualidad, benefician a millones de argentinos que viven en la pobreza.
Sin embargo, las cifras revelan que esta política tendría efectos devastadores en una población ya muy afectada. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el 40.1% de la población argentina vive actualmente por debajo de la línea de pobreza, y más del 8% se encuentra en situación de pobreza extrema. Las medidas de ajuste que propone Milei podrían profundizar esta situación, aumentando la marginalidad y reduciendo aún más el acceso a servicios esenciales como la salud y la educación.
Críticas de Economistas a Milei
Varios economistas argentinos han criticado duramente las propuestas de Milei. Roberto Lavagna, ex ministro de Economía de Argentina, comentó: «El plan económico de Milei es una bomba de tiempo. La dolarización es inviable en un país con nuestras características, y la eliminación del gasto público solo generaría más pobreza y desempleo». Asimismo, Martín Guzmán, exministro de Economía, advirtió que «las políticas de Milei están diseñadas para beneficiar a las elites y castigar a los sectores más vulnerables».
Tanto Bolsonaro como Milei comparten una visión económica ultraliberal, enfocada en la reducción del Estado y la promoción del mercado como el principal motor del desarrollo. Sin embargo, la comparación entre ambos revela diferencias en cuanto al contexto nacional. Brasil, bajo el gobierno de Bolsonaro, entró en una crisis social, sanitaria y económica a pesar de tener una base económica más diversificada que Argentina.
En Argentina, la implementación de las políticas propuestas por Milei podría tener efectos aún más devastadores, dado que el país ya enfrenta una inflación descontrolada y una alta tasa de pobreza. El Banco Mundial estima que la pobreza en Argentina podría aumentar al 50% si se implementan políticas de ajuste drástico sin medidas de protección social. Además, la dolarización, propuesta estrella de Milei, podría desestabilizar aún más la economía argentina, al tiempo que incrementaría la dependencia del país respecto a los vaivenes económicos de Estados Unidos.
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Fotografía: Revista de frente