Por: Rocío Valderrama. Iberoamérica Social. 27/12/2016
Por lo pronto, bástenos decir que la idea de pensar en el agua desde una perspectiva social es una iniciativa liderada en Latinoamérica, concretamente en el barrio de Jesús María, en la Habana vieja, Cuba. La sociedad cubana posee mucha estructura organizativa comunitaria así como a nivel individual. Destacamos por ello, la implicación de la mujer, de manera personal en la tarea de la gestión y uso del agua para frenar el proceso de socialización en relación a malos hábitos en el uso del agua en las familias.
Partiendo un enfoque participativo e inclusivo, los protagonistas son las mujeres y hombres que forman parte de los contextos y territorios en los que se desarrolló esta experiencia, con un compromiso de las cuatro ciudadanías. El papel de las universidades de sur, como es la Universidad de la Habana Vieja, la Universidad de Sevilla y la Universidad de Cádiz, con el fortalecimiento de estructuras locales, como en el caso de esta experiencia, hizo posible realizar el Taller de Transformación Integral de Barrio de Jesús María, generando procesos de autogestión, donde se involucró a la comunidad en la identificación, ejecución y mantenimiento de iniciativas locales satisfaciendo sus intereses y prioridades.
Todo el conjunto de herramientas y acciones que se emplearon, el uso de instrumentos metodológicos, la transferencia de conocimiento y la sistematización de la experiencia y buenas prácticas, podrían extrapolarse a otros contextos en sistema occidental. Partiendo de la premisa de que no se pueden inferir generalidades de un estudio de caso como lo fue el que aquí comentamos, sabemos que por ello su valor no disminuye. Este estudio muestra que en torno al acceso al agua y al saneamiento aún pueden detectarse desigualdades de género, incluso en un país como Cuba que ocupa el lugar 29 dentro de 109 países según el Índice de Potenciación de Género, y con un 43% de escaños parlamentarios cubiertos por mujeres. Valor solo superado por Suecia. (PNUD, 2009).
Es interesante resaltar el impacto del proyecto en la población, consiguiendo un elevado número de mujeres y hombres del barrio de Jesús María sensibilizados, informados e involucrados en la fase de capacitación, como mecanismo de concienciación y apropiación del conocimiento para ser agentes de cambio en sus barrios. Esto fue posible por optar por un enfoque metodológico participativo, tomando como referencia el estudio de campo y capacitación, que permite la implicación de expertos/as, técnicos/as, vecinos/as, y ciudadanos/as involucrados en la acción concreta, con el objetivo de que las personas sean el motor de cambio y transformación de su propia realidad. Pero sobre todo fue posible por realizarlo partiendo de los intereses de la comunidad que desea un cambio y que toma la iniciativa para desarrollar una transformación. El desarrollo de este tipo de acciones, es decir, acciones que puedan ofrecer las herramientas necesarias para negociar con aquellos que toman decisiones, tanto a nivel Iberoamérica Social 39 Abril 2016 macro como micro, contribuye que la ciudadanía tome parte de la gestión de su entorno. Así, la participación de la sociedad civil ha de ir tomando protagonismo frente al mercado, favoreciendo estilos de participación generadores de cambios sociales y estructurales ya que en el sistema occidental, en numerosos espacios institucionales, la participación se ha convertido en un clientelismo fruto de nuestra sociedad capitalista.
El Estado promueve la participación a través de la representación, o a través de la democracia con estilos sobre todo verticales de organización, como es el caso del asistencialismo y la democratización cultural. En ellos, las personas no son reconocidas como sujetos activos en la construcción se saberes.
El mercado como pieza fundamental en la sociedad neoliberal promueve una participación también sesgada en tanto que hace a la ciudadanía cliente y refuerza las posiciones de poder como dominio. La iniciativa de gestión del agua como recurso social en el barrio de Jesús María, muestra otros estilos de participación que impulsa nuevas prácticas y actividades a nivel de barrio gestionadas por las asociaciones y ciudadanía de a pie.
Visibilizar determinada praxis que nacen en la periferia permiten la creación o el fortalecimiento de nuevos estilos de participación que transforman y son capaces de construir capital social individual y colectivo a través de la emancipación en la vida cotidiana de las personas protagonistas.
Referencias
PNUD. Informe de Desarrollo Humano (2006). Más allá de la escasez: Poder, pobreza y la crisis mundial del agua. PNUD, New York.
PNUD e INIE. (2005). Segundo Informe de Cuba sobre los Objetivos del Milenio. PNUD. Cuba. Diagnóstico socioambiental del Consejo Popular de Jesús María. Programa Nacional de control sanitario sobre el agua. Encuesta de conglomerados 2006. Cuba.
Para citar este artículo: Valderrama, R. (2016). Iniciativas de la comunidad en la Haban, Cuba, para la autogestión del agua desde una perspectiva social. Iberoamérica Social: revista-red de estudios sociales VI, pp. 39 – 40. Recuperado en: http://iberoamericasocial.com/iniciativas-la-comunidad-la-habana-cuba-la-autogestion-del-agua-desde-una-perspectiva-social.
Fuente: http://iberoamericasocial.com/iniciativas-la-comunidad-la-habana-cuba-la-autogestion-del-agua-desde-una-perspectiva-social/
Fotografía: cubanet