Por: José Yorg. 21/06/2023
“La democracia no es el silencio, es la claridad con que se exponen los problemas y la existencia de medios para resolverlos”. Enrique Múgica Herzog
“Si no desarrollas una cultura democrática constante y viva, capaz de implicar a los candidatos, ellos no van a hacer las cosas por las que los votaste. Apretar un botón y luego marcharse a casita no va a cambiar las cosas”. Noam Chomsky
Sin dudas los acontecimientos terribles que acontecen en las provincias argentinas de Jujuy y Chaco abruman a la opinión pública nacional e internacional, porque además ponen en seria cuestión la eficacia de la democracia porque son hechos que conmueven y tienen en vilo a la Argentina.
Estos desbordes autoritarios que ponen en sería cuestión la eficacia de la democracia como forma de vivir en libertad, en igualdad, en paz, en justicia social, con posibilidades de progresar en el trabajo, en el estudio, en la profesión o en la producción, deprime, pero también hace acumular bronca social.
Y es en este punto exacto en que rememoramos que existe una frase que siempre repetimos por su elocuencia en estas temáticas, y que pertenece a Pérez Esquivel, Nobel de la Paz de 1980: “Nosotros no luchamos para esta mediocridad”, refiriéndose a la baja calidad de la democracia.
También rememoramos una nota periodística en que advertimos en el año de 2018 “el avance cultural fascista es alarmante”, señalando que en el mundo entero y lógicamente en Argentina, se observa un avance de reproducción cultural fascista, entonces cabe preguntarnos ¿Hacia dónde vamos con la cultura autoritaria y violenta?
A la luz de los aconteceres sociales de alta violencia contra los pueblos, bien podríamos decir que el voto del pie derecho fascista que abruma al Chaco y a Jujuy , es un voto arrancado al pueblo.
Otra democracia es posible y urgente.
Las democracias representativas, delegativas, reducen la participación del pueblo al mero voto periódico, sin embargo, cual maestro que soy les alecciono a los tardos en aprender que existe otra mejor democracia, la democracia participativa, que las cooperativas vienen practicando desde 1844.
Y digo lo anterior en función a ratificar que existe otro camino, otra escala superior, es posible y urgente, en realidad, hablamos de otro tipo de democracia, es la democracia participativa, he aquí el porqué levantamos la voz ante los negacionistas de la democracia participativa como evolución mejorada de la ya vencida democracia representativa.
Y también, una vez más, recurrimos al gran economista argentino Dr. Julio Gambina en su artículo “Democracia Cooperativa”, por su aporte magnifico en cuanto a lo que queremos afirmar:
“Muchas veces, a través de escritos, conferencias, etcétera. se habla de democracia”.
“La palabra democracia es un término muy utilizado y no pocas veces para esconder las actitudes antidemocráticas de gobiernos, grupos y/o personas”.
“En nuestro medio, en el movimiento cooperativo, es necesario hablar de la democracia, del ejercicio de la democracia en las cooperativas, de la democracia cooperativa”.
“Pero en sí, la democracia, o mejor aún la lucha por el establecimiento de la democracia, expresa la historia del hombre por encontrar formas de convivencia social donde la solidaridad, el esfuerzo mancomunado y la ayuda mutua, sean las normas dominantes de vida”.
“Podemos afirmar entonces que la democracia, entendiendo como tal a la lucha por conquistarla, es tan antigua como el hombre y sus anhelos de libertad. En las distintas etapas del desarrollo social encontramos esta afirmación: La revolución francesa, las guerras por la independencia americana, mayo de 1810, la gesta de 1816, entre nosotros”.
“Una parte de este magnífico capítulo de la historia ha sido escrita por los cooperadores, desde el nacimiento del cooperativismo hasta nuestros días”.
¡¡Cuánto falta todavía escribir, decir y hacer!!
Fotografía: José Yorg