Por: José Yorg. 29/07/2024
“La educación no solo es un proceso de adquirir conocimientos, sino también de adquirir habilidades críticas que nos permitan cuestionar y desafiar las estructuras sociales injustas”. Pierre Bourdieu.
“La cultura dominante en una sociedad tiende a imponer sus valores y normas como las únicas correctas, pero esto no significa que sean justas o verdaderas”. Pierre Bourdieu.
“La violencia simbólica es una forma invisible de violencia que se ejerce a través de normas, creencias y valores que legitiman y perpetúan la dominación de ciertos grupos sobre otros”. Pierre Bourdieu.
En la primera parte de nuestro artículo afirmamos en sus inicios que “Toda realidad es cambio”: el significado oculto de la famosa frase de Heráclito” se denomina un artículo publicado en el diario argentino Clarín, precisamente de donde extrajimos la cita que preside este artículo en que señala que Heráclito, el oscuro: “Veía en las cosas el dinamismo continuo y un constante estado de cambio, y sostenía que la naturaleza misma de la vida es el cambio. Para este filósofo, “resistirse al cambio era resistirse a la vida”.
En verdad no pensamos que pudiera tener una segunda parte nuestro trabajo publicado, sin embargo, como se decía antes “quedó algo en el tintero”, esa es la razón de esta continuidad de reflexiones y afirmaciones.
El sociólogo argentino, Doctorado en Ciencia Política por la Universidad Harvard, Atilio Alberto Borón acaba de publicar un interesante artículo titulado “La involución democrática”, donde afirma, entre otros conceptos, que “ (Milei hace) Caer los indicadores de actividad, las fábricas funcionan a media máquina, los comerciantes ven desplomarse sus ventas, la inflación está lejos de ser abatida, el dólar se dispara, la desocupación crece incontenible y las remuneraciones de los trabajadores, registrados o precarizados, al igual que los montos de las jubilaciones y pensiones, se derrumban mes a mes. Todo esto es celebrado como un éxito por los exóticos feligreses de la secta anarco-capitalista y sus inescrupulosos beneficiarios”.
Pero, cabe preguntar ¿Qué hacen para impedir semejante atrocidad social los denominados progresistas y sectores que se autocalifican transformadores? El silencio responde. Pero además esa acción de desguace se denomina “reseteo o reinicio capitalista argentino”.
Es una situación argentina inédita de parálisis política. Una reconfiguración socio-económica desfavorable para el pueblo, es una afirmación de la pobreza y marginación.
Pareciera que nadie toma nota de la forma o del método procedimental del gobierno que avanza sin demasiados obstáculos en su desarme cultural y político de manera rupturista, método de transformación, por cierto, pero que los progresistas nunca ensayaron o nunca se atrevieron a hacerlo en bien y beneficio del pueblo.
Sin embargo, si uno se acerca a mirar al asunto en estudio de esta realidad novedosa, es posible ver y encontrar ciertas y determinadas cuestiones que preparan la conciencia sobre un deseado y posible advenimiento de un nuevo y transformado modelo socio-económico más justo y equitativo, todo ello da sustento a esto de “No hay mal que por bien no venga”.
¿Por qué? Cabe preguntar, porque esas acciones neoliberales barren con viejas creencias que impedían pensar sobre el post-capitalismo como horizonte, impedían ver que la democracia representativa es un cuento chino, ahora ya se sabe que dentro del capitalismo no existe solución para el pueblo.
He aquí un ensayo argentino de lo pregonado en Davos: Hacer un reseteo o recomienzo capitalista.
Cuando Milei dice que es “un topo para destruir el Estado”, está en realidad rompiendo viejas creencias, viejos prejuicios, afirmados derechos sociales, valores como el compañerismo, la fraternidad, etc. Una contienda contracultural.
Fecha de vencimiento.
Sin embargo, según nuestro juicio, el gobierno nacional tiene fecha de vencimiento o caducidad en tanto no responda a los intereses de la clase media, sobre todo del sector comercial y productivo, sectores que se ven muy atascado en su desarrollo potencial.
Si uno mira-continuó la cultura y potencialidad de la clase media argentina en temas de comportamiento político observa fundamentalmente su paciencia de corto plazo cuando su nivel de vida y expectativas de mejorías no se expresa en los hechos cotidianos.
Además, es de toda probanza que es la clase media quien posee el componente de incidencia política: el conocimiento y la educación, muy superior a los trabajadores o campesinos para organizarse y formarse estratégica y tácticamente en la lucha política.
Así pues, un gobierno que no crea prosperidad o bienestar social sino que la empeora comparando con el gobierno que le precedió y por tanto, se le agotó el argumento de que los males económicos los heredaron, ingresa en un periodo de tiempo marcado a contrarreloj. Es decir, el gobierno de Milei es como una mercadería con fecha de caducidad, fecha de vencimiento, por su propio desempeño.
Corralito y corralón.
Todas estas aristas del comportamiento de la clase media se desenvolvió plenamente en la crisis del 2001 incluida su metodología de efectivas cacerolas que causó la huida despavorida de Fernando de la Rúa y se consolidó la consigna “SOLO EL PUEBLO SALVARÁ AL PUEBLO”.
Desde el punto de vista de la ciencia económica y financiera y tal como se desempeña el gobierno “del ajuste social permanente” en esos campos, el factor de restricción a la suba de salarios y su consecuente baja de consumo, desembocaría en limitación circulatoria con lo que ya conocimos como corralito y corralón, manera jocosa de decir expropiación de los ahorros bancarios.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
Fotografía: José Yorg