Por José Eduardo Celis Ochoa Cordero. 6 de enero de 2024
Podemos decir que quienes sobrevivimos al Covid 19 luego de cierto tiempo, estamos recuperando parte de lo perdido, afortunadamente no en su totalidad como los muchos seres humanos que en todo el planeta tierra murieron.
Cuando la pandemia del Covid 19 nos impidió viajar, quedó pendiente el tour que habíamos contratado para conocer el país de Uruguay, así que ese pendientito estaba inmerso en nuestra memoria y aprovechando los 40 años de matrimonio que este 2023 cumplimos Mys y yo, nos dijimos ¡oye está pendiente lo de Uruguay!
Así que con la antelación debida nos dirigimos a la agencia de viajes para ir viendo la planeación del viaje en el -en ese momento- un tanto cuanto lejano mes de diciembre.
Lo primero que me dijo mi amigo agente de viajes, fue, oye tu pasaporte está por vencer, así que lo primero que debes hacer es renovarlo.
Mucho es lo que he criticado del actual gobierno, pero he de confesar que afortunadamente el trámite de la renovación del pasaporte -no así del de primera vez- continúa siendo de alguna manera rápido, la segunda parte agradable que me llevé fue que cuando me dieron mi pasaporte renovado -por 10 años con el 50% de descuento por ser adulto mayor- me lo dieron “electrónico” ¡ah caray! A qué se refería eso, pues según las noticias, el nuevo pasaporte tiene un chip con tu información, cuando me lo entregaron busqué el famoso chip imaginando se trataba como el de los celulares, equivocado estaba pues el dispositivo en realidad es una especie de dibujo del chip implantado en el pasaporte. Pensé ese nuevo pasaporte con el mentado chip serviría para ingresar en otro país, pero no fue así, ni en Uruguay, Argentina o Brasil fue utilizado, en cambio al regresar a México y pasar por migración, existe un área destinada para que entres por ahí sin necesidad de que te reciba uno de los agentes migratorios.
Bien, una vez cubierta la exigencia de la vigencia del pasaporte, en paralelo contratamos el tour, el cual, a diferencia del anterior, aunque abarcaba tanto Uruguay como Argentina, tenía la ventaja de que la estancia en Uruguay no solo era más prolongada, sino que abarcaba otros sitios no contemplados en el tour que como mencioné quedó cancelado por la pandemia.
Hay veces en que te imaginas un país de manera distinta a lo que ves y percibes cuando estás en él, eso fue lo que sucedió en esta ocasión cuando tuvimos una gran y grata experiencia visitando tierras uruguayas. Trataré de no ser muy extenso en esta escritura, solo dando algunas cifras de ese bello país que, de acuerdo con lo comentado con varios de los guías, no tiene un nombre como por ejemplo el de nuestro México lindo y que(h)erido.
Su nombre oficial es República Oriental del Uruguay, porque se encuentra asentado al oriente del río Uruguay, a su vez en torno al nombre del Uruguay existen varias versiones, quizá la que más me gustó es que significa “río del país del uru” porque el uru es una especie de codorniz que habita en esas latitudes.
La capital de Uruguay es la ciudad de Montevideo y la explicación que nos dieron un par de guías fue que existen varias leyendas en torno al nombre de Montevideo, no hay una que esté debidamente comprobada, pero se dice que cuando los españoles que conquistaron parte de nuestro continente, viajaban por el río de La Plata, para ubicarse en su travesía hacia el oriente contaban morros ¡what! ¿qué no un morro o una morra en vulgo mexicano se refiere a una persona joven? Pues ¡no! Aprendí que la palabra morro tiene varias acepciones, entre ellas la de referirse a un monte pequeño, pues bien, los españoles numeraban los morros que encontraban de oeste a este para situarse en el punto geográfico donde se encontraban, así que en un momento determinado se forma una palabra híbrida de la siguiente manera Monte VI De EO el VI se refiere al número romano 6, así que se refería al Monte 6 de este a oeste, con el paso del tiempo se modificó la escritura para quedar entonces como Montevideo.
Uruguay es el segundo país sudamericano más pequeño de Latinoamérica, en el Estado de Veracruz habitamos más personas que en dicho país, a lo largo del tiempo ha tenido diversos cambios en su gobernanza que van desde la conquista española, el exterminio de sus nativos, entre los cuales existían los charrúas, tienen su movimiento de independencia, se convierten en una república, pero sufren guerra civil, dictadura militar, hasta volver a la democracia y convertirse en un país esplendoroso que ha llegado a ser bautizado como “la Suiza de América” por su progreso. Comentario aparte se merece la gestión de su presidente José Mujica quien está considerado como uno de los mejores presidentes de cualquier país en el mundo.
Mucho es lo que se puede escribir sobre dicho país, lo cierto es que desde el momento en que pisas su tierra comienzas a sentir algo diferente, te encuentras con gente muy educada y muy gentil, esto se debe al progreso que han tenido, fundamentalmente porque han fomentado la educación de su población, al igual que su sistema de salud, entre otras cosas, las ocasiones en que tuvimos oportunidad de platicar con gente joven y decirles que somos mexicanos, nos dijeron ¡me gustaría conocer tu país! ¿Por qué no lo haces? La respuesta fue, porque para nosotros es muy caro viajar. Por alguna razón, al extranjero se le trata muy bien en Uruguay, es más hay cosas que pagas con tarjeta de crédito y por el solo hecho de ser extranjero, de manera automática te hacen un descuento del 15 %.
En cuanto a su sistema educativo, te diré, para no extenderme mucho, que, en Uruguay, todas las escuelas del nivel básico son de tiempo completo, los niños acuden debidamente uniformados, reciben tres alimentos a lo largo de la jornada, salen de la escuela a las 4 pm y pudimos observar que sus papás o mamás acuden a recibirlos en las salidas de las escuelas por las que pudimos pasar.
¿Cómo se desarrolló el tour? Haré dos columnas, ésta dedicada a Uruguay y la siguiente a Argentina.
Partimos el 5 de diciembre en vuelo por LATAM con escala en Sao Paolo, Brasil, de la Terminal 2 del AICM primero México-Sao Paulo con una espera de poco más de dos horas, para de ahí hacer un vuelo de un par de horas de Sao Paolo a Montevideo.
A la hora prevista, después de un rápido trámite migratorio en Montevideo y luego de la grata sorpresa de que en Sao Paolo -y supongo que en Brasil- cuando vuelas en conexión no tienes que pasar por migración, sino a una revisión eso sí medio lenta -quizá por la temprana hora- accedes a la sala de espera, otra sorpresa más por allá, los adultos mayores podemos pasar al avión aún antes que los de primera clase ¡súper!
Aquí vino la primera de tres gratas sorpresas, llegamos al hotel a eso de las 11 am, el check in decía a las 3 pm, pensamos nos iban a decir, les resguardamos el equipaje y regresan después, pero una recepcionista nos dijo, dejen ver si ya hay habitación disponible, afortunadamente la hubo, así que después de un breve descanso y dado que hasta el día siguiente se iniciaba el tour, decidimos deambular por el rumbo, por cierto ese hotel está situado en un lugar con mucha comunicación, aquí viene la segunda sorpresa, aunque son dos en una, ¿oiga dónde puedo adquirir un chip para el celular, pregunté en el hotel? No se preocupe señor, aquí se lo regalamos y solo tiene que acudir a una tienda oficial de la compañía, ¿dónde podemos comer que valga la pena? Hay un restaurante que se llama García con reconocimiento internacional, por cierto, que junto está un centro comercial en donde puede activar el chip. ¿Cómo nos vamos para allá? Puede hacerlo en taxi, en bus o hasta caminando, digamos una media hora a lo sumo. Tercera sorpresa, salimos del hotel con rumbo al restaurante, pero comenzó a llover fuerte y nos estábamos mojando, así que preguntamos ¿cómo llegamos en bus? Nos dieron la ruta, oiga, pero solo traigo billetes, no se preocupe se lo reciben sin ningún problema, al abordar el bus le preguntamos a un señor ¿oiga dónde nos bajamos para ir a la plaza? ¿De dónde son? Venimos de México, ¡ah vaya! En ese momento el señor le dijo al chofer del bus, por favor les dices dónde se deben bajar ¡y así fue!, así que después de una comida con excelente carne uruguaya nos dirigimos a la plaza aledaña para conocerla y activar el chip, para luego irnos al hotel -para variar pese al GPS nos medio perdimos, pero preguntando se llega a Roma, así que luego de una grata caminata y dado ya no llovía, llegamos a nuestro hotel para pernoctar y prepararnos para las sorpresas que seguirían en este gran país.














La parte del tour ya con la participación de los guías de cada agencia de viajes comenzó el jueves 7 de diciembre, luego de un desayuno muy decente en el restaurante del hotel, iniciando con el City Tour el cual gracias a una buena guía turística nos llevó a conocer lugares importantes de Montevideo dentro de los cuales se visita: la Plaza Independencia en donde se encuentra la Puerta de la Ciudadela, el Teatro Solís, la Torre Ejecutiva, el Palacio Estévez, el Palacio Salvo y monumento al prócer uruguayo José Gervasio Artigas, ese día también llovía de manera intermitente, curiosamente cuando nos trasladábamos de un sitio a otro, comenzaba a llover, en la puerta de la Ciudadela fue donde me ocurrió la anécdota del indigente -por cierto prácticamente no existen o no vimos indigentes en Montevideo- que me gritaba ¡guacho, gaucho! Cuando le dije soy mexicano me respondió ¡ah eres de la tierra del Chapo! Pese a la intermitencia de la lluvia continuamos recorriendo lugares importantes como parte de la avenida principal (18 de Julio), el Palacio Legislativo (Parlamento), el Mercado Agrícola de Montevideo que funciona dentro de un edificio histórico, el Parque José Batlle y Ordoñez, el Estadio Centenario en donde se realizó el primer mundial de futbol de la historia, prácticamente culminando en el impresionante Monumento a la Carreta el cual hacer homenaje a los precursores uruguayos que utilizaban como medio de transporte para mercancías y seres humanos el cual está hecho de bronce, lamentablemente hace tiempo hubo unos ladrones que mancillaron partes importantes del gran monumento y hurtaron (cortaron) piezas de bronce para traficarlas, ello obligó a que se tuviera que poner vigilancia policiaca las 24 horas del día de todo el año, para evitar se lo sigan robando, al término de ese bello recorrido le pedimos a la guía nos dejara en un área aledaña al puerto de Montevideo en donde hay toda una gama de comercios, restaurantes y el museo del Carnaval, un pequeño museo, pero muy interesante en donde se rinde homenaje al carnaval uruguayo, ahí tuvimos la oportunidad de charlar brevemente con la viceministra de educación del gobierno uruguayo con quien nos identificamos como maestros jubilados de la Escuela Normal Veracruzana. Cuando el hambre apretó estuvimos a punto de comer en un bello restaurante indio, pero nos decidimos por uno de carnes uruguayas el cual existe en un mercado de comidas. Como afortunadamente el hotel estaba muy bien situado, después de comer y deambular por todo ese sector de la ciudad, abordamos un autobús del servicio urbano (el chofer amablemente nos dijo donde bajarnos), para ir a visitar de cerca el monumento al coreano, una impresionante escultura de un coreano haciendo el saludo coreano, el cual fue donado por el gobierno de Seúl como una muestra de amistad entre ambas naciones, caminamos rumbo a nuestro hotel y antes de irnos a descansar decidimos pasar a degustar a un restaurante un delicioso alfajor uruguayo, todo ese recorrido fue siguiendo lo que se conoce como la Rambla de Montevideo, algo así como el paseo del malecón, luego de lo vivido tanto el día anterior como ese, prácticamente estábamos enamorados de Uruguay, sin imaginarnos lo que sucedería al día siguiente.








El 8 de diciembre se hizo el recorrido Montevideo-Punta del Este-Montevideo, es una fecha importante en mi vida por tres cosas, la primera es que es el día del LAE, la segunda es que se celebra el día del nacimiento de Jim Morrison y la tercera es que se conmemora el asesinato de John Lennon, así que con esos sentimientos encontrados, luego de un buen desayuno, fuimos recogidos por los guías para efectuar el recorrido Montevideo- Punta del Este-Montevideo, el cual pasó por algunas playas de Montevideo como la Costa de Oro, el bus siguió su recorrido para admirar el Hotel Argentino, por cierto que por ahí se encuentra la embajada de Palestina en Uruguay, intenté localizarla, pero dado el poco tiempo que nos dio la guía, no lo localicé, ese hotel data de 1920 y es muy lujoso y por lo mismo muy bonito, de ahí se inició el trayecto a Piriápolis, saliendo a carretera se puede ver el famoso Monte VI DEO ¿qué es eso que se observa en la cima del monte? Le pregunté al guía, actualmente es un museo me respondió, llegamos a San Antonio para disfrutar de una vista panorámica de Piriápolis, sus playas y cerros, por cierto, que el clima estaba muy agradable, ahí tuve la oportunidad de “tirar” -dijera mi amigo brasileño Zilli- una foto que es de mis favoritas de Uruguay, porque al retratar la belleza de una flor, de repente un abejorro emprendió vuelo y quedó plasmado en mi foto. Luego de esa grata experiencia nos dirigimos a Punta Ballena en donde se encuentra el museo Casa Pueblo, que fue obra de Carlos Páez Vilaros, pintor uruguayo, ahí hubo dos cosas impactantes para mi persona, por un lado, sucede que junto al museo hay un hotel con arquitectura y colorido tipo griego y ahí hay un área que dice “John Lennon Square” así que mi corazón dio un vuelco ¡Mother, you had me, and I always had you! (parafraseando la rola y recordando a mi madre); la otra cosa impactante además de tener acercamiento con diversas pinturas y esculturas importantes, entre ellas algo de Dalí, fue que existe un espacio destinado a esculturas de nuestro José Luis Cuevas ¡guau! Bien, con la emoción a flor de piel, seguimos ya hacia Punta del Este, conociendo playas de Punta del Este y alrededores, como la Playa Mansa y el barrio residencial de Beverly Hills, el Golf, Cantegril, San Rafael y la Barra de Maldonado con sus coloridos restaurantes en la playa, no sabíamos que teníamos el almuerzo incluido el cual fue en el restaurante “El Charrúa” -supuestamente el mejor de Punta del Este- para de ahí tener tiempo libre, el cual nos permitió llegar a la playa Brava en donde se encuentra la espectacular escultura “Los dedos u Hombre emergiendo a la vida” así que luego de poder caminar por el rumbo, nos dirigimos nuevamente al Charrúa, donde fue el punto de encuentro del tour para retornar entrando la tarde a la bella ciudad de Montevideo.







La agradable estancia en Uruguay estaba por terminar, así que el sábado 9 de diciembre, después del desayuno en el hotel, así como la despedida de los empleados del mismo que nos atendieron cálidamente, se comenzaría el recorrido Montevideo-Colonia del Sacramento-Buenos Aires pasó un bus por nosotros y luego de ir por diversas calles y barrios de Montevideo, se inició el recorrido hacia Colonia del Sacramento. A lo largo del mismo tuvimos oportunidad de ver sitios como la zona de Real de San Carlos, la capilla de San Benito -para mi fortuna no hubo muchas iglesias que conocer- el Complejo Mihanovich, un antiguo hotel que actualmente alberga a la Universidad Politécnica de Valencia, una Plaza de Toros, el Frontón, el Hipódromo, la Usina y el Muelle, que es de donde parte el ferry que cruza el Río de la Plata para llegar a Buenos Aires, Argentina. La parte que abarca el Portón de Campo de la antigua Colonia del Sacramento y su Barrio, te traslada a épocas de la colonia española, hay varias calles que tienen tiendas tanto de cosas actuales como de antigüedades, es importante destacar que en el año de 1995, Colonia del Sacramento fue declarada patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO, al estar recorriendo las calles y llegar al muelle, por cierto que en esa parte en que estuvimos está prohibido entrar, hay un policía que te lo impide -no supimos el por qué- encontramos un pequeño restaurante en donde tomamos una bebida extraña que se llama Kom Bucha hecha de una mezcla de jugo de naranja con zanahoria y al parecer gengibre, junto con un famoso “Chivito” que en realidad es una torta que no es de carne de chivo, sino que nació por accidente cuando un argentino pidió en un restaurante de Punta del Este, un sándwich de chivo, el dueño del local le dijo, no tengo chivo, pero te puedo hacer un “chivito” y esa torta se convirtió en un platillo popular en todo Uruguay. Lamentablemente la estancia en Uruguay estaba en sus últimos minutos, así que el guía del tour nos dejó en el muelle para abordar el buquebus con destino a Buenos Aires.
Con conocimiento de causa dado el acercamiento que pudimos tener con gente de Uruguay, te puedo decir que se trata de un país que de alguna manera debemos envidiar, no solo por su cultura, sino porque el mote de la “Suiza de América” es muy bien ganado, es evidente el progreso que como país el Uruguay ha tenido en los últimos años, sin embargo, pese a todo su avance, para los uruguayos es un país que para ellos mismos lo consideran caro, pero su infraestructura, su forma de vida, en fin, digamos que Uruguay es un destino que hay que conocer. Continuaremos con el viaje a Buenos Aires.
Fotografías: ECO’s Rock