Por: Víctor Maldonado Rodríguez. 06/01/2016. Livermore. EUA
Mientras que las élites gobernantes reunidas en el puerto de Veracruz celebraban un aniversario más de la promulgación de la Ley agraria, el pueblo, los ciudadanos veracruzanos, representados por los jubilados y pensionados, exigían la renuncia de sus gobernantes en sendos mitines celebrados en la geografía veracruzana.
En el puerto de Veracruz, las complicidades se reunieron, celebraban, protegidos por granaderos para evitar que el pueblo les reclamará la venta del país y el excesivo endeudamiento de las finanzas veracruzanas. En Xalapa y Minatitlán los maestros jubilados protestaban, enojados y hartos de la corrupción, el mal manejo de los recursos y la impunidad con el que gobierna Javier Duarte.
Una clase política corrupta, cínica e insensible a las necesidades de sus gobernados, una federal y la otra estatal. Enriquecida al amparo del poder público y sumiendo en la pobreza a millones de mexicanos y veracruzanos.
Contrastes que reflejan una realidad que se va acentuando día con día y que se traduce en políticos cada vez más ricos y un pueblo cada vez más pobre.
Ya el pueblo veracruzano, cansado del dispendio, la corrupción, la impunidad ha dejado atrás el miedo utilizado por las élites políticas locales. Ese «miedo» que ha sido utilizado como técnica política de los gobiernos veracruzanos, ya que sus promotores locales propagan la idea de que la transición a la democracia generará incertidumbre, ante los posibles cambios sociales. No será así y Veracruz está preparado, dejando de lado la incertidumbre de los actuales momentos, caracterizados por la crisis e inestabilidad político-económica imperantes en nuestra entidad.
Veracruz está preparado para un cambio real y significativo y éste es un momento coyuntural de suma importancia para la paz pública. Ojalá así sea…