Por: Kevin Rennie. pressenza. 17/07/2019
Imagina una ley que otorga a los organismos de inteligencia y a las autoridades de un país el poder de acceder a comunicaciones encriptadas. A pesar de sus dudas, el partido Laborista Australiano apoyó la aprobación del proyecto de ley de acceso y asistencia (#AAbill) de la Coalición Liberal-Nacional que se convirtió en ley el 6 de diciembre de 2018. Se supone que los terroristas y pedófilos son el objetivo pero existen grandes consecuencias para los derechos digitales.
Se ha aprobado un total de 75 leyes de seguridad nacional en Australia desde septiembre de 2001. Sin embargo, el Gobierno aseguró que la ley era necesaria antes de Navidad ya que las fiestas representaban gran riesgo para la seguridad.
La indignación de los defensores de la privacidad y de los derechos digitales y los miembros de la industria tecnológica no se ha apaciguado –particularmente porque la oportunidad de reformar la legislación tras las elecciones federales de Australia del 18 de mayo de 2019 quedó abierta y suejta a revisión del Comité Parlamentario Conjunto sobre Inteligencia y Seguridad.
Global Voices entrevistó por escrito a Lyndsey Jackson, presidenta de la organización de derechos digitales Electronic Frontiers Australia, sobre la ley y sus ramificaciones. Lindsey contestó:
Kevin Rennie (KR): ¿Cuáles son las principales disposiciones de la nueva ley?
KR: El Gobierno aseguró que las nuevas medidas eran necesarias con urgencia: antes de la temporada de Navidad de 2018. ¿Cuáles han sido las consecuencias de apresurarse?
KR: ¿Por qué estas leyes han generado una fuerte oposición en Australia?
LJ: La campaña sobre los derechos digitales crece en Australia a medida que más gente se da cuenta de las grandes ramificaciones de la vigilancia y cómo se usa incorrectamente. Sin embargo, el Gobierno ha pasado completamente por alto las incansables explicaciones y la lucha del sector de tecnología, lo que ha demostrado que la ley es abusiva, inaplicable y nos pone a todos en extremo riesgo financiero, de negocios y personal. La ley también malinterpreta la tecnología y la privacidad en esencia –por eso hay una oposición tan grande.
KR: ¿Cuáles son las preocupaciones específicas de las industrias de información y tecnología locales?
KR: ¿Por qué algunos miembros del sector de seguridad cibernética creen que la ley será contraproducente?
KR: ¿Qué cambios debería hacer el Gobierno entrante ahora que ya pasó la elección federal y que el Gobierno se queda en el poder por otros tres años?
Mientras tanto, la abogada australiana y miembro del directorio de Digital Rights Watch, Lizzie O’Shea, ha sido distinguida por el grupo internacional de defensa Access Now por su lucha contra las leyes referidas al encriptado. La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, le entregó a O’Shea el premio Héroe de los Derechos Humanos en la cumbre de RightsCon llevada a cabo el 12 de junio de 2019.
Access Now publicó el siguiente comunicado:
En contraste, el Departamento de Asuntos Internos del Gobierno australiano tiene una explicación detallada de la ley y una respuesta a los llamados “mitos” sobre la Ley de Asistencia y Acceso.
Traducción: Sol Jofré
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Fotografía: Pressenza