Top Posts
Minera Equinox Gold demandó a Carrizalillo y a...
Represión en la Universidad Ibn Zohr: amenazan con...
“No nos iremos”: Comunidades se oponen a nueva...
10 soluciones para habitar Internet de otra manera
Ley de censura previa ahonda ‘crisis invisible’ de...
Comunidades mayas rechazan planta de Heineken en Yucatán
Periódico: El Zenzontle (258)
Naomi Oreskes: “El negacionismo climático no es ignorancia,...
Sus esposos trabajaron en Estados Unidos antes de...
Escribir escuchando, leer resonando, tirar una piedra.
  • Colectivo Insurgencia Magisterial
Portal Insurgencia Magisterial
Banner
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Espacio principalEspacio secundario

Cuando se trata de acoso escolar, las pequeñas acciones pueden detener grandes problemas

por RedaccionA mayo 17, 2025
mayo 17, 2025
114

Por: Guest Contributor. 17/05/2025

Traducido (Español) por: Mariela Arnst

Del patio de juegos a la política, el acoso nos afecta a todos.

Nota del editor: En marzo de 2025, resurgió una antigua historia sobre el supuesto comportamiento abusivo del recién nombrado primer ministro de Trinidad y Tobago. Las elecciones generales tendrán lugar a fines de abril, y muchos han estado utilizando el tema como una herramienta política, esquivando la realidad de que el acoso sigue siendo un problema urgente, cuyas complejidades a menudo no se abordan adecuadamente en las escuelas. Publicamos aquí el siguiente artículo de opinión para contribuir a un diálogo productivo y no político sobre el acoso como un problema social. La autora ha sido educadora durante más de 25 años, ha enseñado en todos los niveles, desde preescolar hasta adultos. Es facilitadora del Proyecto Virtues, iniciativa comunitaria que desarrolla programas para fomentar la formación del carácter en escuelas, hogares y comunidades más amplias.

Por Salma Pantin-Redhead

¿Qué se necesita exactamente para ser considerado un acosador? ¿Se puede llamar acosador a un niño de tres años que insiste en quitar juguetes a otro? ¿Y uno de cinco que pellizca? ¿Uno de seis que abofetea? ¿Uno de nueve que insulta? ¿O solo te conviertes oficialmente en acosador al llegar a la secundaria, cuando “molestar” se convierte en “agredir”? ¿De dónde vienen los acosadores?

¿Qué pasaría si, en lugar de etiquetar a las personas como acosadores, pusiéramos la etiqueta en el comportamiento? Porque eso es lo que realmente es el acoso: un comportamiento aprendido; y hay muchos “maestros” ahí afuera.

Existe una antigua leyenda cheroqui que cuenta que un abuelo le habla a su nieto sobre la vida. Le explica que dentro de cada uno hay dos lobos en constante batalla: uno es iracundo, codicioso y resentido; el otro es amoroso, bondadoso y compasivo. El niño pregunta: “¿Cuál lobo gana?” El abuelo responde: “El que tú alimentas”.  Simple, ¿no?

No creo que alguien se proponga criar a un acosador o fomentar esa conducta, pero se ha vuelto tan común en nuestra sociedad que ni siquiera notamos los mensajes que enviamos. Recordemos que los niños no necesitan instrucciones: simplemente imitan lo que ven. Y esto es lo que ven con demasiada frecuencia: que sus faltas en casa se enfrentan con un bouff, una paliza, una “bofetada” o una golpiza, versiones modernas del castigo de arrodillarse sobre arroz de generaciones pasadas, lo que no sorprende en un país que aún lidia con un complicado legado poscolonial.

Estas respuestas no surgen de la falta de amor de los padres hacia sus hijos, sino de lo difícil que es criar y del hecho de que muchos progenitores recurren a estos métodos “probados” cuando están agotados. Algunos simplemente no conocen otra manera; hacemos lo que aprendemos.

Algunos dirán que los problemas actuales de disciplina en las escuelas se deben a que hemos “bajado la vara y malcriado al niño”. Me atrevo a discrepar. La regla y la correa aún están muy presentes en el entorno escolar. Los niños que “juegan a la escuelita” suelen pasar más tiempo empuñando una regla y gritando a sus “alumnos”, muñecas, peluches o incluso alguna mascota, que haciendo algo que se parezca a enseñar. Lo que realmente enseña la vara es a golpear para lograr obediencia, a pegar cuando la paciencia se agota, o a hacerlo simplemente porque se puede. Sin duda, hay problemas de disciplina en muchas escuelas, pero es un problema demasiado complejo como para resolverse solo con el regreso de los “viejos tiempos”.

Los niños también observan conductas abusivas disfrazadas de autoridad, con el respaldo de uniformes o títulos, personas que insultan, humillan o incluso golpean a quienes están bajo su poder. Ven los intercambios en redes sociales, caldo de cultivo ideal para la humillación pública, donde el acoso se oculta tras una pantalla y queda libre de consecuencias. Ven cómo se glorifica la dominación por cualquier medio, mientras que la paz y la amabilidad se ven como señales de debilidad o inutilidad.

Entonces, ¿a cuál de los lobos estamos alimentando como sociedad? ¿Y a cuál estamos dejando morir de hambre? En estas conversaciones sobre acosadores y víctimas, hay un tercer personaje importante, aunque aparentemente invisible: el espectador. Se podría argumentar que simplemente presenciar un acto de acoso es participar en ese acto, y ofrecer al acosador la audiencia que busca para inflar su ego. A eso se suman quienes aplauden, se burlan o incitan ese comportamiento. Estos transeúntes pasan desapercibidos: miran hacia otro lado o se van tan rápido que parece que nunca estuvieron. Quizás lo hacen para evitar que les digan “sapos” o para intentar protegerse a través del famoso beber agua y ocuparse de los propios asuntos.

Desde las cunas hasta los patios de recreo y la política, el acoso es un asunto de todos. Si aceptamos que es un comportamiento aprendido, entonces también debemos reconocer dos cosas: que se puede desaprender y que tenemos la responsabilidad de evitar que se aprenda, en primer lugar.

¿Y cómo lo hacemos? Empecemos por decir que no con un taller; o al menos, no solo con un taller. Talleres, programas, marchas… pueden servir para crear conciencia, pero no necesariamente cambian comportamientos. No tengo todas las respuestas, pero sí tengo una sugerencia sencilla en tres pasos, que podría implicar cambiar patrones que nosotros mismos hemos aprendido o heredado. Esto, irónicamente, requiere disciplina. Aquí va…

Cuando enfrentes una situación que despierte en ti el impulso de dominar, controlar o hacer daño:

    1. Haz una pausa. Las personas que se detienen a pensar son poderosas; evalúan antes de actuar.
    2. Desiste. Elimina de tu repertorio palabras o acciones que causen dolor; reprograma tus respuestas
    3. Elige. Elige una mejor respuesta, una que busque educar, no castigar.

Todos tenemos la posibilidad de examinar nuestra conducta, admitir cuando nos equivocamos y comprometernos a evolucionar. Podemos optar por practicar y no solo citar esa idea tan repetida de “ser amables”. Así es como alimentamos al lobo que queremos que gane.

LEER EL ARTÍCULO ORIGINAL PULSANDO AQUÍ

Fotografía: Global voices. Canva

Compartir 0 FacebookTwitterWhatsapp
RedaccionA

noticia anterior
Menopausia en el trabajo: cuerpo, política y transformación
noticia siguiente
¿Trump va perdiendo América Latina?

También le podría interesar

La educación sistémica

julio 2, 2025

Milei lanza una campaña contra la discusión en...

julio 1, 2025

Claves para la presencia internacional de un académico

junio 30, 2025

Visitantes en este momento:

1.280 Usuarios En linea
Usuarios: 656 Invitados,624 Bots

Síguenos en nuestras Redes Sociales

  • Bluesky
  • Mastodon
  • Telegram
  • WhatsApp

Blog: Perspectivas comunistas

Gracias por informarte con nosotros…

Desde el Plantón magisterial en el Zócalo de la CDMX

Rompe el cerco informativo…

Blog de la Columna CORTOCIRCUITOS

Nuestros grupos de difusión

Artículos publicados por mes

Síguenos en Facebook

Síguenos en Facebook

Artículos por AUTORES

Artículos publicados por FECHA

julio 2025
L M X J V S D
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
28293031  
« Jun    

Artículos más leídos esta semana

  • 1

    ¡TODOS SOMOS ESTEBAN! Efectos de las reformas neoliberales en el trabajo docente

    julio 3, 2025
  • ¿Cuáles son los elementos de una historieta?

    febrero 15, 2017
  • 3

    UN MISTERIO Y UNA EPIFANÍA DE DUSSEL.

    julio 1, 2025
  • 4

    Violencia sexual en Argentina: El grito sofocado de las mujeres wichí

    julio 3, 2025
  • 5

    Acercamiento a FAUSTO de Johann Wolfgang von Goethe

    junio 30, 2025
  • 6

    Minera Equinox Gold demandó a Carrizalillo y a 125 ejidatarios por “despojo”

    julio 3, 2025
  • 7

    Periódico: El Zenzontle (258)

    julio 3, 2025
  • 8

    Carmen Bravo, la médica de familia que lucha contra las tierras raras: «El impacto en la salud es transgeneracional cerca de una mina»

    julio 2, 2025
  • 9

    Represión en la Universidad Ibn Zohr: amenazan con expulsar a estudiantes saharauis por manifestarse por la independencia

    julio 3, 2025
  • 10

    Naomi Oreskes: “El negacionismo climático no es ignorancia, es negocio”

    julio 3, 2025
  • 11

    Con Marcha-Calenda, piden frenar criminalización de defensores en el Istmo

    julio 2, 2025
  • 12

    Escuelas Normales mexiquenses en jaque

    junio 30, 2025
  • 13

    Denuncian actitud servil de Economía ante la industria minera

    julio 2, 2025
  • 14

    Organizaciones exigen la liberación inmediata del activista Renato Romero

    julio 1, 2025

Rolando Revagliatti. Argentina

Raúl Allain. Perú

Juan Antonio Guerrero O. México

Vanesa Monserrat. Argentina

Carolina Vásquez Araya

Ilka Oliva-Corado

Javier Tolcachier

Columna: CORTOCIRCUITOS

Manuel I. Cabezas González

Luis Armando González

Iliana Lo Priore

Jorge Salazar

Adolfo del Ángel Rodríguez

Oswualdo Antonio G.

José Eduardo Celis

Daniel Suárez

Güris J. Fry

Jorge Díaz Piña

Ángel Santiago Villalobos

Andrés Brenner

Alejandra Cortina

José Carlos Buenaventura

Luis Palacios

@2020 - Insurgencia Magisterial

Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
@2020 - Insurgencia Magisterial

Leer también:x

El problema es si escuchamos, el problema...

julio 23, 2020

La educación se moderniza tan lentamente que...

agosto 28, 2021

Educación peruana sitiada por sindicatos

julio 23, 2022