Top Posts
IPE invita al Ciclo de Cine del Director:...
Reserva Técnica del IPE está blindada: Daniela Griego
Nicaragua: una aparente persecución a la iglesia o...
Nicaragua, el golpismo bajo la sotana
Salud docente: precarización y desgaste en las aulas...
El problema de la diversidad en las aulas
EL CANIBALISMO LIBERTARIO
Palabras para pensar en la educación
«En mi época no existía el concepto de...
Saber y escuela
  • Colectivo Insurgencia Magisterial
Insurgencia Magisterial
Banner
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Micropolíticas del vivir
Espacio principalEspacio secundario

Ayuda (in)humanitaria.

por La Redacción marzo 3, 2019
marzo 3, 2019

Por: Emilio Cafassi. Rebelión. 03/03/2019

Además de los azotes que la naturaleza reparte por diversas zonas del planeta con consecuencias sociales devastadoras en las esferas habitacional, alimentaria y sanitaria, el capitalismo (que no tiene nada de natural) produce efectos proporcionales en segmentos considerables de las sociedades. Generalmente de forma menos abrupta y repentina, aunque más ensañada y continua en el tiempo hasta que, llegado un punto, son necesarias intervenciones solidarias para paliar la crisis humanitaria que puede reconocerse cuando las políticas asistenciales quedan desbordadas por la precariedad de la economía, la infraestructura o la extrema vulnerabilidad social.

En estos días se discute la necesidad de acercar ayuda humanitaria a Venezuela y se producen conatos de bloqueo y agresión sobre la que supuestamente se encuentra en sus fronteras. Creo que ese país la necesita, como muchos otros a los que referiré más adelante. Personalmente he podido reconocer ya en el año 2015, un ostensible desabastecimiento de medicamentos elementales y de varios productos alimentarios consecuencia de un verdadero desquicio económico en el que derivó lo que fue llamado “socialismo del siglo XXI” que no ha sido más que un capitalismo “intemporal” que entró en una fase de descontrol hiperinflacionario y corrupción con consecuencias sociales que asemejan más a la acumulación primitiva de los siglos XIV y XV que expone Marx en el primer tomo de “El Capital”. En parte como resultado de medidas bloqueantes y expropiatorias de los gobiernos hostiles, tanto como por la ineficiencia y continuismo primarizador de la economía en un contexto internacional declinante y recesivo. Es hoy inocultable el éxodo de ingentes masas que logran reunir las divisas para volar hacia países lejanos, generalmente jóvenes profesionales producto de la explosión universitaria que construyó el chavismo que terminan penosamente repartiendo pizzas en bicicletas o realizando tareas simplistas, además de los que huyen por medios de transporte más rudimentarios, incluso pedestres, hacia las fronteras. El chavismo ha sido la más consecuente y radical de las iniciativas integradoras de América Latina, enfatizando el antiimperialismo y la institucionalidad basada en medidas concretas y sustentables. Pero en el contexto regional actual y en la propia crisis en la que se desenvuelve, la retórica antiimperialista resulta huera y sus bravatas más risibles que estimulantes y movilizatorias.

Creo que es mucho más razonable reconocer la crisis, tanto como rechazar las formas y remitentes actuales de la supuesta ayuda humanitaria para situarla en el contexto en que la propia ONU la define, es decir basada en medios económicos (devolviendo por caso todo lo que es expropiado por los imperios) productos de primera necesidad, comida y medicinas. Pero a través -y con la supervisión- de los organismos internacionales públicos dependientes de la ONU, tal como están previstos con “principios humanitarios de imparcialidad, neutralidad, humanidad e independencia operacional”. Exactamente lo contrario de los sospechosos e inhumanitarios camiones enviados por el estado terrorista imperial y los gobiernos títeres del llamado grupo de Lima.

Insistiré lo expuesto en artículos anteriores en que Maduro y el chavismo deberían hacer una exhibición de su arsenal democrático constitucional (la carta magna más avanzada del mundo) adelantando el referéndum revocatorio, con todas las garantías y veedores internacionales que siempre han convocado a fin de que sea la ciudadanía la que decida si quiere continuar la experiencia de un capitalismo con pretensiones redistributivas y contención social, aún fallido, o bien las tradicionales formas salvajes y esclavizantes que propone la oposición.

Tanto el argumento de la movilización opositora y la represión, cuanto el nivel de abstención que arguye el cartel de la restauración, queda desmentido no sólo al advertir su indiferencia ante la magnitud de las protestas sabatinas que enfrenta Macron, sino también por la actual coyuntura haitiana. En las elecciones del 2015 la participación fue del 21% del electorado, cosa que no impidió que los cuestionadores del abstencionismo venezolano reconocieran inmediatamente al ganador. Pero además fueron tan groseras las irregularidades que esas elecciones debieron anularse y repetirse con idéntico resultado. Hoy las calles de Puerto Príncipe están plagadas de manifestantes exigiendo la renuncia de Jovenel Moise y son reprimidas contando varios muertos entre ellos. No hay ayuda humanitaria ni cuestionamiento de la legitimidad del primer mandatario. Todas las estadísticas, desde la expectativa de vida hasta la disponibilidad de saneamiento o el ingreso per cápita, denuncian una realidad que merece la ayuda inmediata. Trágica paradoja la de esa media isla que sintetizó pioneramente en un mismo movimiento histórico, una revolución nacional, social y racial, pagando el (des)precio de la libertad, igualdad y fraternidad que se arrogaban para sí sus colonizadores, negándosela al resto.

Pero ni el de Venezuela ni el de Haití resultan los únicos casos de crisis con necesidades humanitarias. El informe 2018 de la “Food and Agriculture Organization” (FAO) de la ONU (suscrito además por Unicef, International Fund for Agricutural Developement, World Health Organization y World Food Program) ubica a Venezuela con crecimiento de la “prevalencia de la subalimentación 2015/17” pero no es el país de Sudamérica con la tasa mayor, aunque luego no hay datos de ese período de inseguridad alimentaria tanto para Haití como para Venezuela (págs. 122 y 123). Pero no alegrará a Macri saber que el récord de crecimiento de tal indicador en ese período lo tiene Argentina (pág 123) aumentando del 5,8 % (2.500.000 personas) en el período a 8,7 % (3.800.000 personas).

Si de ayuda se trata, no vale la pena esperarla de los más inhumanos.

LEER EL ARTÍCULO ORIGINAL PULSANDO AQUÍ.

Fotografía: Liceus

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)
Compartir 0 FacebookTwitterWhatsapp
La Redacción

noticia anterior
Ataque armado en Xalapa, llamada de atención para las autoridades: Hipólito.
noticia siguiente
Seré breve: el presidente se equivoca.

También le podría interesar

Colombia-Venezuela y el difícil camino de rehacer confianza

agosto 10, 2022

Guerra de pandillas e ineficiencia del gobierno: Haití...

julio 26, 2022

Venezuela y América Latina en el contexto del...

junio 19, 2022

Visitantes en estos momentos:

153 Usuarios En linea
Usuarios: 20 Invitados, 133 Bots

IPE: CINE GRATIS EN XALAPA

Artículos más leídos esta semana

  • 1

    Pedro Castillo: «Es evidente la confabulación entre una parte del Congreso, la fiscalía y la prensa»

    agosto 11, 2022
  • ¿Cuáles son los elementos de una historieta?

    febrero 15, 2017
  • 3

    Inicia el Segundo Período de Revista de Supervivencia 2022 del IPE

    agosto 17, 2022
  • 4

    ANTECEDENTES DE LA EDUCACIÓN FÍSICA Y VIDA SALUDABLE.

    octubre 22, 2020
  • 5

    La urgente necesidad de un currículo ecosocial

    agosto 18, 2022
  • 6

    MAFALDA Y LA ESCUELA .

    octubre 4, 2020
  • 7

    Salud docente: precarización y desgaste en las aulas argentinas

    agosto 19, 2022
  • Libro en pdf: Las mujeres que leen son peligrosas

    julio 13, 2016
  • 9

    Boric, la promesa de re-fundar Carabineros y el apoyo que terminó siendo carta blanca a la violencia policial

    agosto 18, 2022
  • 10

    Comienzan detenciones de periodistas en Zimbabue bajo ley de ciberseguridad

    agosto 18, 2022
  • 11

    Dolor e indignación por las mujeres asesinadas de la Montaña

    agosto 16, 2022
  • 12

    Palabras para pensar en la educación

    agosto 19, 2022

Rolando Revagliatti. Argentina

Vanesa Monserrat. Argentina

Juan Antonio Guerrero O. México

Raúl Allain. Perú

Carolina Vásquez Araya

Ilka Oliva-Corado

Columna: CORTOCIRCUITOS

Javier Tolcachier

Manuel I. Cabezas González

Luis Armando González

Jorge Salazar

Adolfo del Ángel Rodríguez

Oswualdo Antonio G.

Iliana Lo Priore

José Eduardo Celis

Daniel Suárez

Güris J. Fry

Jorge Díaz Piña

Ángel Santiago Villalobos

Andrés Brenner

Alejandra Cortina

José Carlos Buenaventura

Luis Palacios

BIBLIOTECA de ÁBACOenRed

Artículos por AUTORES

Suscríbete

Acepta recibir notificaciones

@2020 - Insurgencia Magisterial

Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Micropolíticas del vivir
Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Micropolíticas del vivir
@2020 - Insurgencia Magisterial

Leer también:x

Venezuela-Estados Unidos: ¿Quién es una amenaza para...

agosto 25, 2017

Libro: Hacia una pedagogía de la desneocolonización...

septiembre 27, 2017

¿Suspensión de Venezuela de qué Mercosur?

diciembre 21, 2016