Top Posts
«La existencia, como la rosa, acontece sin porqué»
¿Una nueva fase del capitalismo o la lógica...
“Hay intereses del Gobierno y de empresas para...
Analista chino: “Contrarrestar la hegemonía de EE.UU. seguirá...
Sociedad civil, la última frontera hacia el totalitarismo...
Guardianes del mañana: Humanidad 3.0
La distopía de Nauru
¿Hemos entrado en la era de la “geoeconomía”?
Redadas migratorias en EEUU: nacionalismo Trump vs el...
El dedo que señala el bloqueo y la...
  • Colectivo Insurgencia Magisterial
Portal Insurgencia Magisterial
Banner
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Espacio principalEspacio secundario

Así le plantó cara una mujer a los agroquímicos, a la Iglesia y al Estado en Paraguay.

por La Redacción enero 25, 2018
enero 25, 2018
1,1K

Por: Global Voices. 25/01/2018

En su oficio de partera, Petrona Villasboa ayudó a nacer vivos a más de 200 niños, pero cuando su hijo Silvino Talavera se intoxicó, no pudo salvarle la vida. Sin embargo, Petrona se entregó a la batalla contra los productores sojeros y logró la primera condena de dos de ellos en un caso de muerte por uso indiscriminado de agroquímicos. Si no fuera por los pesticidas de esos productores Silvino tendría hoy 26 años.

A los once años, Silvino ya trabajaba la tierra junto a sus hermanos mayores y su padre, Juan Talavera, en la compañía Pirapey del distrito de Edelira, en el departamento de Itapúa, al sur del país. El 2 de enero de 2003 fue en bicicleta, junto con su primo Gabriel Villasboa, por las compras para el almuerzo. A su regreso, entre la polvareda y el abrasante sol, vieron que el vecino de ascendencia brasileña, Hermann Schlender, pulverizaba sus plantíos en el camino vecinal. Mientras Gabriel esperó a que el tractor terminara de pasar, Silvino aceleró el pedaleo pero no logró escapar de la máquina que le roció de cuerpo entero. Su ropa quedó empapada y también la bolsa con la comida para su familia.

El rancho de los Villasboa queda al final de una pendiente muy pronunciada. Un arroyo, el Pirayu’i, lo bordea. La suya es una casita de arquitectura típica campesina, un “culata jovái“: dos habitaciones con paredes de tablas, unidas por un techo común y separadas por un espacio mixto, techado, pero sin paredes laterales. Cuando Silvino llegó, entregó el puñado de carne y fideo a su hermana Sofía, entonces de 12 años, y salió a bañarse en el arroyo. Allí la mamá lavaba la ropa, pero Silvino no le dijo nada. Solo mencionó que, de repente, le empezó a dar comezón en los ojos. Después se tumbó en la cama y no se levantó a comer. Al paso de la siesta, empeoró con vómitos y diarrea.

Alarmada, Petrona Villasboa observó cómo sus otros hijos también iban sufriendo síntomas similares y al cabo de un tiempo, ella misma comenzó a sentirse mal. Preparó una infusión con jaguarete ka’a y hoja de mandarina y se la dio de beber a todos. Pero su hija Patricia, de 2 años, se puso peor. La llevó de urgencia al hospital más cercano, en la localidad de María Auxiliadora. Allí no contaban ni con implementos ni con profesionales, así que se trasladaron a la colonia Hohenau, ubicada a 60 km de Pirapey. La pequeña quedó internada hasta el 5 de enero, mientras los otros hijos de Petrona fueron tratados con medicamentos para la fiebre y los vómitos.

El cuerpo de Silvino estaba paralizado y presentaba moretones. Le brotaba sangre por la nariz que Petrona limpiaba mientras lloraba. En Hohenau, la doctora sugirió que llevaran al niño hasta la ciudad de Encarnación para un lavado de estómago urgente. Lo trasladaron en la camioneta del intendente.

Silvino no resistió y sufrió dos paros cardíacos. Murió la siesta del 7 de enero en Encarnación. El diagnóstico: intoxicación grave.

Unas 20 personas fueron afectadas por esas fumigaciones en Pirapey. En la familia Talavera Villasboa, Sofía y Patricia requirieron internación, pero sobrevivieron a la segunda fumigación; igual que los otros hijos de Petrona y Juan: Norma, Juan Ignacio, Antonio, Darío, Juan Alberto y Justiniano. Un bebé de apenas seis meses y otro de poco más de un año también murieron por esas fechas en la comunidad, pero sus familias nunca presentaron denuncia.

Políticas tóxicas 

Las multinacionales que producen los llaman “plaguicidas”. Algunas, como la multinacional Bayer, les denominan ahora “defensores agrícolas”. Para Petrona Villasboa son sencillamente venenos.

Los agroquímicos son necesarios en los cultivos de soja porque forman parte del “paquete tecnológico” que nació con la Revolución Verde, junto a las grandes maquinarias y las semillas transgénicas. Para los agricultores de pequeña escala se trata de un sistema que degrada la naturaleza, empezando por el suelo, y que se opone radicalmente al modelo de producción tradicional.

Las semillas modificadas genéticamente son diseñadas para resistir fumigaciones que atacan todo lo que no sean sus brotes. Los plaguicidas son sustancias químicas usadas en el sector agrícola para eliminar malezas o enfermedades de las plantas. El crecimiento de cultivos transgénicos, que ya ocupa 95 de cada 100 hectáreas en el país, conlleva el aumento de químicos rociados.

Una mujer contra el mundo

“Justicia para Silvino” se llamó la campaña que logró llevar la muerte del hijo de Petrona Villasboa a juicio oral. Fue una batalla que Petrona emprendió con el apoyo de la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas (Conamuri), a la que se sumaron otros colectivos y activistas de Paraguay y de la región.

Petrona Villasboa también demandó al gigante agroquímico Monsanto, la mayor productora de herbicidas y semillas transgénicas del mundo. En Paraguay, Monsanto es la importadora más importante de plaguicidas. Monsanto es la misma empresa que desarrolló los componentes del agente naranja, un herbicida y defoliante utilizado por los estadounidenses en la guerra de Vietnam, y que según la Cruz Roja, dejó discapacitadas a un millón de personas. Hoy en día, Monsanto es conocida por el herbicida que apareció en las muestras de sangre de Silvino Talavera: el glifosato. En 2015, la Organización Mundial de la Salud la clasificó como potencialmente cancerígena. La empresa la comercializaba como inocua para humanos. Petrona Villasboa los demandó por publicidad engañosa ya en 2004.

En su comunidad, Petrona se enfrentó a otras batallas. Sus vecinos recogieron firmas para exigirle que desistiera de la denuncia contra los empresarios sojeros. En una ocasión, un hombre con machete en mano la interceptó en un camino vecinal para amedrentarla. Era un trabajador al servicio de Hermann Schlender. En otra oportunidad, un sacerdote fue hasta su rancho a persuadirle de que abandonase el proceso judicial. Ante su negativa, la excomulgó. Desde entonces, Petrona no entró nunca más a una iglesia.

Las agresiones, no obstante, no terminaron ahí. Al hermano de Petrona, Serapio Villasboa, dirigente del Movimiento Campesino Paraguayo (MCP), lo asesinaron a puñaladas tres matones días antes de iniciar el juicio oral.

En el juicio de Silvino Talavera, profesionales médicos declararon conocer con exactitud los síntomas de una persona que ha sufrido intoxicación con plaguicidas y que tenían certeza de lo que le ocurrió al cuerpo del niño. Sin embargo, el tribunal dejó en claro que no se estaba cuestionando la fumigación con agroquímicos, sino la conducta imprudente de los acusados al hacerlo.

Los productores sojeros fueron condenados a dos años de pena privativa de libertad: Hermann Schlender por homicidio culposo y producción de riesgos comunes y Alfredo Laustenlager por homicidio culposo, además de la obligación de resarcir a la familia de la víctima, cada uno con la suma de 25 millones de guaraníes, unos 4.500 USD al cambio actual.

A pesar de todo, el fallo judicial en el caso Silvino Talavera sentó un precedente histórico. Ha permitido que se ha avance en materia legislativa ambiental: la obligación de colocar barreras de protección vegetal en los cultivos y la prohibición de fumigar condicionados por la dirección que toma el viento. Estas normativas de carácter local –ordenanzas– y nacional existen hoy como resultado de la perseverancia de Petrona y también del equipo humano que la apoyó.

LEER EL ARTÍCULO ORIGINAL PULSANDO AQUÍ.

Fotografía: Global Voices

Compartir 0 FacebookTwitterWhatsapp
La Redacción

noticia anterior
Panorámica de resistencias obreras en 2017 y tres fenómenos aberrantes en México.
noticia siguiente
Con el salario más bajo de AL, los mexicanos perdieron en 30 años 80% de su poder de compra: UNAM.

También le podría interesar

Paraguay 2024: Entre el poder «provida», la desinformación...

enero 4, 2025

¿Elección o transacción?: El mercado del voto en...

mayo 9, 2024

Cómo un banco del gobierno de Alemania financió...

marzo 16, 2024

Visitantes en este momento:

300 Usuarios En linea
Usuarios: 41 Invitados,259 Bots

Blog: Perspectivas comunistas

Desde el Plantón magisterial en el Zócalo de la CDMX

Nuestras redes sociales

Blog de la Columna CORTOCIRCUITOS

Nuestros grupos de difusión

Artículos publicados por mes

Síguenos en Facebook

Síguenos en Facebook

Artículos por AUTORES

Artículos publicados por FECHA

junio 2025
L M X J V S D
 1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
30  
« May    

Artículos más leídos esta semana

  • 1

    Del Acuerdo Educativo Nacional al Plan de estudios 2022.

    septiembre 13, 2022
  • 2

    Redadas migratorias en EEUU: nacionalismo Trump vs el deep state

    junio 12, 2025
  • 3

    Pago de seguros institucionales: burda simulación de Cuitláhuac.

    octubre 13, 2024
  • 4

    Milei, una bomba de tiempo.

    diciembre 3, 2023
  • 5

    Incongruencias de la NEM de Marx Arriaga: luchar contra el neoliberalismo promoviendo un concurso de Círculos de estudio sobre Freire, con premios de 10 mil pesos a los ganadores y con mecanismos de exclusión

    septiembre 25, 2024
  • 6

    “Érase una vez la colonización”: Carlos Vives cree que la conquista fue una película de Disney

    septiembre 19, 2024
  • 7

    DESPUÉS DEL DÍA 1, ¿QUÉ ES LO QUE VIENE PARA EDUCACIÓN?

    octubre 4, 2024
  • 8

    La Casa de los Famosos: ¿es posible no mirar?

    septiembre 19, 2024
  • 9

    La revolución del amor vs la cobardía reaccionaria

    septiembre 27, 2024
  • 10

    REDALYC se deslinda de “Artículo” con denuncia de “plagio”

    noviembre 14, 2023
  • 11

    La CNTE y el acto de desenlatar la lucha de clases en México

    junio 6, 2025
  • 12

    Slavoj Zizek: “ChatGPT dice lo que nuestro inconsciente reprime”

    septiembre 16, 2024
  • 13

    Lo presencial y lo virtual en educación: un replanteamiento

    septiembre 12, 2024
  • 14

    Ekaitz Cancela, autor de Utopías digitales: Imaginar el fin del capitalismo: “El diseño de la tecnología no es asunto exclusivo de las startups con sede en Silicon Valley”

    septiembre 17, 2024

Rolando Revagliatti. Argentina

Raúl Allain. Perú

Juan Antonio Guerrero O. México

Vanesa Monserrat. Argentina

Carolina Vásquez Araya

Ilka Oliva-Corado

Javier Tolcachier

Columna: CORTOCIRCUITOS

Manuel I. Cabezas González

Luis Armando González

Iliana Lo Priore

Jorge Salazar

Adolfo del Ángel Rodríguez

Oswualdo Antonio G.

José Eduardo Celis

Daniel Suárez

Güris J. Fry

Jorge Díaz Piña

Ángel Santiago Villalobos

Andrés Brenner

Alejandra Cortina

José Carlos Buenaventura

Luis Palacios

@2020 - Insurgencia Magisterial

Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
@2020 - Insurgencia Magisterial

Leer también:x

Indígenas piden plantar miles de arbolitos para...

abril 23, 2016

Paraguay rumbo a las urnas :La oposición...

octubre 19, 2017

Así se convirtió Paraguay en ‘laboratorio de...

febrero 13, 2021