Por: Miguel Noyola. 09/03/2016
Línea de Masas
INTRODUCCIÓN
Hablar de la Línea de Masas, a partir de nuestra concepción, tenemos que empezar por señalar como entendemos este principio; así mismo, hacer algunas anotaciones y diferencias con otras Corrientes que también manejan la Línea de Masas. La Organización forma parte de una corriente de pensamiento revolucionaria a nivel nacional conocida como el Maoísmo. Existen diferentes matices entre una organización y otra, producto de la concepción particular que se tiene de la Línea de Masas y de la experiencia particular en su aplicación. Podemos decir que en lo general, la diferencias están en la relación Línea de Masas-Partido; en esto la Organización, durante esta etapa, no coincide con las otras organizaciones que conforman esta Corriente.
Para nosotros la Línea de Masas es una concepción del Marxismo, la cual se puede sintetizar en dos grandes principios que son: la concepción materialista de la historia y la teoría científica del conocimiento, derivándose de estos el estilo de trabajo y los métodos de dirección que los comunistas tenemos que desarrollar en nuestro trabajo con las masas. Podríamos decir que la Línea de Masas no se restringe al estilo de trabajo y métodos de dirección. Tampoco a una concepción general de la historia y al papel que juegan en ella las masas ni a tener sólo una teoría general del conocimiento. Confundir la Línea de Masas con el estilo de trabajo y métodos de dirección o hablar nada más de la concepción general de la historia y el papel del pueblo en ella, es caer en el practicismo, empirismo y espontaneismo, por un lado, y por el otro en una posición doctrinaria, sectaria, alejada de la práctica de la lucha de clases.
Ambas desviaciones y en particular la primera, se presentan en las diferentes organizaciones que manejan la Línea de Masas. Nuestra Organización no está ajena a estos errores al aplicar en forma unilateral esta concepción, cayendo en uno u otro error.
LA LÍNEA DE MASAS Y LA CONCEPCIÓN MATERIALISTA DE LA HISTORIA
El gran dirigente revolucionario del proletariado mundial, el camarada Mao Zedong, en la Línea de Masas sintetiza la concepción materialista de la historia; “El pueblo y sólo el pueblo es la fuerza motriz de los cambios históricos”. Se habla de fuerza motriz porque en cada formación histórica existe una clase dirigente que es parte de la fuerza motriz pero juega un rol diferente en la lucha de clases. Por ello fuerza motriz y clase dirigente son dos conceptos distintos.
Caracterizar las clases y estratos sociales del pueblo, cuál es la clase dirigente y demás clases que son parte de la fuerza motriz, debemos tomar en cuenta la etapa histórica, el país o la formación social a la que nos estamos refiriendo. Así, no es igual el pueblo de hace un siglo en nuestro país, que está integrado por diferentes clases, que el pueblo de la sociedad feudal o de la esclavista. El pueblo está compuesto de diferentes clases según la etapa histórica o la formación social, o dicho de otra manera, según la situación particular de una etapa histórica de un país en un tiempo y en un lugar determinado.
El principio de que el pueblo es la fuerza motriz que hace los cambios, nos lleva necesariamente a organizar a las masas, para que ellas sean sujetos del cambio e evitar caer en posiciones vanguardistas donde pequeños grupos actúan por encima de ellas. Reafirmar el principio de que: sin la participación del pueblo no es posible realizar cambios revolucionarios y más aún no es posible librar y organizar pequeñas o grandes luchas en donde las masas vayan construyendo su experiencia y convirtiéndose en actores de su movimiento.
El pueblo es la fuerza motriz que hace la historia, pero no debemos olvidar, que en diferentes etapas históricas, una clase social es la fuerza dirigente. En este punto se encuentra la divergencia con algunos grupos de la corriente maoista que sustituyen el análisis marxista y aplican en forma dogmática esquemas de otras latitudes, de otras formaciones históricas. Un enfoque correcto del marxismo en la Revolución Francesa; en donde el pueblo estaba compuesto por los siervos, los artesanos, el proletariado y la burguesía, lo que se llamaba el tercer estado; la fuerza dirigente en la revolución democrática burguesa en contra del feudalismo francés, evidentemente que no fueron ni la clase obrera, los siervos, los artesanos, sino que fue la burguesía; sin embargo la burguesía no podía hacer la revolución sin las demás clases o capas sociales. En este sentido Mao Zedong es bastante claro: si bien plantea que la fuerza motriz de la historia es el pueblo, también habla de la fuerza dirigente o clase dirigente.
En la época de las revoluciones proletarias, es la clase obrera quien juega el papel de la fuerza dirigente con su estado mayor, el Partido; organizado al estilo marxista-leninista. En nuestro país, el Partido, que es el estado mayor, “la fuerza núcleo” de la clase obrera y que hace que ésta empiece a jugar su papel histórico de dirigente de todo el pueblo en la lucha contra la gran burguesía y el imperialismo, aún no existe; construirlo es una tarea del movimiento revolucionario.
LA LÍNEA DE MASAS Y LA TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
Hablar de Línea de Masas en el entendido de que el pueblo es la fuerza motriz de la historia, nos lleva a tener una concepción clara del papel que juegan las masas en los cambios históricos y formular una línea política, una estrategia y una táctica para un largo período, para las diversas etapas de una lucha concreta, este es el otro principio de la Línea de Masas, la teoría del conocimiento. Mao Zedong habla en su artículo ¿De dónde provienen las ideas correctas?, de que el hacer ciencia, desarrollar la técnica y elaborar teorías, políticas, planes y resoluciones, provienen de los tres grandes campos, la experimentación científica, la lucha por la producción y la lucha de clases; de estas tres prácticas sociales provienen las ideas correctas, se elabora teoría, se elabora ciencia, y en el campo social se parte fundamentalmente la lucha de clases.
Aplicar la Línea de Masas en su aspecto de teoría del conocimiento – conocer la realidad de las clases y la lucha de clases- es partir del planteamiento “de las masas a las masas”. Aquí Mao Zedong plantea una cuestión fundamental que es: aprender de las masas. ¿Qué tenemos que aprender de las masas? Su experiencia, su nivel de conciencia, sus necesidades. En todo esto están implícitas las relaciones sociales de producción, las relaciones en las cuales masas se encuentran con sus opresores, las relaciones políticas, las relaciones ideológicas. Por otro lado cuando hablamos “de las masas a las masas”, hay un paréntesis y éste es espacio del Partido como núcleo dirigente, no es masas-masas, o dicho de otra manera, aprender de las masas significa que el militante revolucionario, activista, aprenda a sintetizar las experiencias de las masas, conformarla en línea política y volver a las masas para comprobar si lo que estamos captando es lo real o está cercano a la realidad, y en esta medida volver a repetir el ciclo y así indefinidamente, en el entendido de que la lucha de clases está en constante cambio, pues lo que hoy es verdad es absoluto y relativo al mismo tiempo. Por lo tanto, la Línea de Masas, en su aspecto de teoría del conocimiento, nos aporta un método para extraer una serie de experiencias y conocimientos que van a ir conformando nuestra línea política.
No es posible que el militante revolucionario, el miembro de un partido, al investigar en el seno de las masas espere que éstas indiquen en forma nítida y precisa, sus necesidades y sus experiencias. El revolucionario debe ser lo suficientemente sensible para captar lo que a primera vista no se ve, profundizar en la investigación, con el objetivo de llegar a la esencia de las cosas, de la experiencia y las necesidades de las masas.
¿A QUÉ NOS REFERIMOS CON NECESIDADES DE LAS MASAS?
Por lo tanto, cuando hablamos de las necesidades de las masas, pueden ser de dos tipos: inmediatas e históricas, en el entendido de que éstas a sus vez pueden ser de tres niveles: económicas, políticas e ideológicas. Partir de las necesidades de las masas no nos debe llegar a concebir en forma unilateral este principio, el de sólo entender un tipo de necesidades olvidándonos de las otras, como muchos camaradas lo hacen y atienden sólo las necesidades económicas o de tipo ideológico o políticas. Cuando hablamos de necesidades de las masas, hablamos de una multitud de ellas; esto requiere investigaciones por el militante revolucionario; realizar una investigación profunda, de cuáles son las necesidades de las masas y en qué momento una necesidad es prioritaria; por ejemplo, la lucha económica ocupa el primer plano o la lucha ideológica en un momento dado y viceversa. Muchos camaradas a veces se confunden y piensan que las necesidades de las masas se reducen al aumento salarial, mejor contratación y ya (en el caso del trabajo obrero), olvidando las otras o le prestan poca atención. Resolver, prestar atención a necesidades prioritarias no quiere decir, de ninguna manera, hacer caso omiso de las otras y no buscar su solución junto con las masas.
¿QUÉ PAPEL JUEGA EL PARTIDO, GRUPO O CORRIENTE REVOLUCIONARIA EN EL PROCESO “DE LAS MASAS A LAS MASAS”?
El Partido u organización no es más que la suma de organizaciones (células, comités regionales, etc.) y éstas están integradas por militantes. La Organizació por lo tanto es, en razón de la Línea de Masas o de la teoría del conocimiento, la suma de una gran cantidad de experiencias individuales y conocimientos; cada camarada va adquiriendo experiencias, y la Organización debe ser capaz de generalizarlas y convertirlas en línea política. En la medida en que nosotros promovamos en nuestros camaradas, en todos lo niveles, la necesidad de realizar investigaciones y seamos capaces de sintetizar las experiencias de las masas y convertirlas en experiencias generales, en esa medida la Organización estará funcionando como catalizador de las experiencias individuales para convertirlas en experiencias de toda la organización, de todo el pueblo, y éstas se transmiten a través de documento, periódicos, folletos, pláticas, conferencias, etc. La función de la Organización es la sistematización de las experiencias que se dan en forma individual para convertirlas en experiencias generales y línea política de toda la organización, y en este proceso se va convirtiendo la Organización en el núcleo dirigente de la revolución, en la vanguardia del proletariado. Como decía Lenin: “El Partido no es más que el Estado Mayor de la clase obrera”, el que resuma las experiencias tanto de la clase obrera como de los demás sectores y clases oprimidas del pueblo para conformar una línea política proletaria que conduzca a las masas populares a su liberación. Por lo tanto, si entendemos este proceso, tenemos que llegar a la siguiente conclusión: que la teoría revolucionaria no es un problema que sólo se resuelva extrayéndola de los libros, de la experiencia indirecta, sino en primer lugar la vamos a extraer de la experiencias directas de los cuadros, que se van generalizando hasta convertirlas en experiencias indirectas para otros cuadros que no las han vivido en forma directa, pero son recogidas por la organización revolucionaria. Investigar, saber escuchar a las masas en forma paciente, conocer cuáles son sus necesidades y ver cómo la línea general de la Organización se concretiza en un lugar específico, ésta es la relación de la Organización con las masas, del cuadro con la Organización y con las masas.
EL ESTILO DE TRABAJO
Podemos tener una línea política que haya sido elaborada por la Organización y que refleje correctamente las leyes objetivas de la lucha de clase, pero un cuadro en particular puede tener un estilo de trabajo malo, erróneo, y por muy buena línea política que tenga su organización, no será capaz de aplicar la línea política creadora de acuerdo a las necesidades de las masas en el lugar que esté trabajando. Podemos tener una línea política correcta y aceptada por las masas; en términos generales, sin embargo, en la medida de que el cuadro de la Organización no tiene el estilo de escuchar a las masas, de investigar, por muy buena que sea la línea política no será capaz de aplicarla en forma creadora de acuerdo a las necesidades de las masas. Por ello no vasta sólo una línea política correcta, es muy importante el estilo de trabajo.
Pero ¿qué es el estilo de trabajo? El estilo de trabajo marxista leninista parte de que las masas hacen las historia. De que la práctica social de la lucha de clases, de que el principio social “de la masas a las masas” es la fuente del conocimiento y que sólo de esta manera podemos elaborar una línea política revolucionaria.
Escuchar a las masas, investigar entre las masas y apoyarse en ellas para cualquier tarea, es un estilo de trabajo revolucionario. El estilo de trabajo no es más que la aplicación concreta de dos cosas: la concepción general de que las masas hacen la historia y de que la teoría del conocimiento para desarrollar una línea política correcta sustentada el principio de aprender de las masas. Esto nos lleva a tener inmediatamente una concepción, un estilo de trabajo; una forma de cómo trabajar en el seno del pueblo.
Para nosotros aprender de las masas significa ser alumnos para después ser maestro. Ser alumno y ser maestro implica una contradicción en donde el aspecto principal de ésta es el alumno, ya que lo que nos va a llevar a ser un buen maestro es el principio de ser un buen alumno y un alumno paciente, que aprenda realmente de las masas, sintetice las experiencias, elabore teorías, planes, resoluciones y vuelva a corroborarlos por medio de la práctica para ver si nuestras ideas, planes, etc. que hemos implementado en el seno de las masas son correctos. Esto quiere decir lo siguiente: un camarada puede tener muchas experiencias –en la clase obrera por poner un ejemplo- en un sindicato, pero si va a otro e inmediatamente quiere aplicar su experiencia sin haber realizado una investigación, evidentemente que este camarada fracasará, porque no estará tomando en cuenta las condiciones específicas del nuevo sindicato, pues si bien existen una serie de condiciones generales también existen particularidades de un sindicato a otro, a pesar de que en términos generales tengan las mismas condiciones pero que se particularizan en un momento dado en formas determinadas correspondientes a ese sindicato. Esto no quiere decir que despreciemos la experiencia directa e indirecta que tengamos, la experiencia que otros camaradas nos hayan pasado, la que hayamos leído en libros (en última instancia los libros no son más que síntesis de experiencias), sino que con la experiencia que tengamos tenemos que ser alumnos para después ser maestros y queramos ser maestros inmediatamente. Más bien se trata de aprender de las masas con las cuales estamos trabajando, de saber sintetizar nuestras experiencias para mejorar tanto la investigación como nuestro trabajo político en el seno de ellas.
En una zona campesina donde realizamos un trabajo, hemos caracterizado las clases, ubicando las necesidades de las masas, sus relaciones con sus opresores, su disposición a la lucha, etc. y hemos formulado planes políticos, económicos, de organización etc., con sus respectivas comprobaciones en la práctica, ahí podemos señalar que construyendo la línea política de esta zona. Pero las zonas varían de un lugar a otro, incluso si pertenecen a una misma región; por ello el camarada que tiene experiencia en una zona, al trasladarse a otra tendrá que empezar de nuevo a aprender de las masas, a realizar nuevas investigaciones y la experiencia obtenida en su trabajo anterior le servirá, para ir precisando y elaborando una línea política particular para la nueva zona campesina.
Por ello el estilo de trabajo revolucionario tiene que partir de saber aplicar la teoría del conocimiento, el principio de las “masas a las masas”, recoger las experiencias, sintetizarlas, elaborar teoría para después comprobarla en la práctica y así sucesivamente. Ser alumno de las masas para después ser maestro.
Escuchar a las masas es el principio más importante para el estilo de trabajo, pero, para poder escucharlas hay que ganarse su confianza y para ganarla hay que convivir con ellas; destacar las ideas correctas y combatir las ideas incorrectas movilizando a las masas. No se trata de “apapachar” a las masas, tampoco se trata de conciliar con las ideas y practicas erróneas que existen en el seno de éstas. Aquí también hay lucha ideológica, lucha entre lo nuevo y lo viejo, entre lo correcto e incorrecto, pues puede ser que el cuadro que tenga defectos se aleje de las masas, que no valore sus virtudes, que no distinga las ideas y prácticas erróneas que se dan en el seno de masas y junto con ellas resuelva sus contradicciones correctamente. La actitud de los cuadros que tienen defectos, debe ser corregir, escuchar la crítica y practicar la autocrítica, perseverando en el estilo del trabajo correcto. A veces las masas no nos hacen una crítica directa, sino simplemente no nos escuchan, no nos toman en serio; cuando esto se presenta, hay que pensar en lo que estamos haciendo; si nuestro estilo o línea política es incorrecta, hay que pensar si hemos sabido explicar nuestra política o no hemos sabido escuchar a las masas, convivir con ellas. En este sentido los cuadros y la organización, en términos generales, deben tener ante todo, una actitud abierta, es decir, ser flexibles a todos los aspectos que en un momento dado las masas con sus actitudes o con sus críticas directas nos están señalando.
El estilo de trabajo está íntimamente ligado con nuestra habilidad para desarrollar una línea política y enriquecerla con nuestro trabajo. Esto nos lleva también ha desarrollar una lucha política en el seno de las masas. Al combatir lo erróneo y desarrollar la lucha política, también debe aplicarse una política de masas; explicar por qué un planteamiento es correcto y cómo generalizarlo para que los camaradas, así como las masas suyo como suyo; cuidar que en el combate a las ideas erróneas y a la política equivocada, una vez derrotadas, se fortalezca la unidad entre las masas y que a los compañeros y camaradas que hayan sido derrotados por sus posiciones erróneas se les ayude a corregir sus posiciones.
MÉTODOS DE DIRECCIÓN
De un estilo de trabajo correcto se derivan métodos correctos de dirección. Unos y otros están íntimamente ligados. En el momento que en que hablamos de la relación entre dirigentes-masas, si no tenemos métodos de dirección correctos, nuestra línea política no se va a desarrollar en forma consciente y creadora, no se va a enriquecer y podemos caer en actitudes sectarias, cerradas, frente a compañeros del pueblo que no pueden desarrollar una serie de actividades porque no tienen capacidad o habilidades.
En el seno de las masas muchas personas tienen diferentes capacidades y actitudes; el dirigente o activista debe ser capaz de ayudar a los miembros de las masas para que desarrollen actividades de acuerdo a sus capacidades y aptitudes. Una cuestión muy común es que pensamos que las masas deben de hacer lo que uno hace y exigimos más de la cuenta sin entender las limitaciones y la capacidad creadora. Por ello, una de las cosas que sostenemos, es que todos pueden ayudar a la revolución en sus diferentes niveles, colaborar en la lucha contra nuestros enemigos; sin embargo, no todos pueden hacer lo mismo y por ello es muy importante saber especificar las tareas para cada uno de los integrantes de las masas. Por lo tanto, lo que necesitamos es cultivar lo bueno que tienen y enseñar métodos de trabajo a los compañeros que así lo requieran para que esto se desarrollen con mayor profundidad.
Un estilo correcto en los métodos de dirección al aplicar nuestra línea política es aquel que tomando en cuenta la actitud de las masas pregunta, consulta, hace reuniones con el pueblo, expone la línea política y busca que sea entendida y enriquecida por las opiniones de los compañeros con los cuales se está trabajando, ya sean obreros, colonos, campesinos o estudiantes. Cuando se dice que los métodos de dirección sean los adecuados para aplicar nuestra línea política, es fundamental que las masas puedan enriquecerla junto con el cuadro o la organización y para ello cobra singular importancia dar la mayor información que sea posible para que los compañeros puedan analizarla, opinar y enriquecer nuestra línea política.
Hay muchos compañeros que creen que la información y la línea política son exclusivas de los miembros de la organización, de un comité, célula, comité regional, etc., y no la dan; entonces ¿cómo quieren que las masas u otros compañeros de la organización la enriquezcan y la desarrollen? De aquí se desprende que es muy importante dotar del mayor número de datos, de información y explicar lo más ampliamente posible nuestra línea política a los compañeros con los cuales estamos trabajando, de tal manera que se enriquezca la información y se extraiga las conclusiones necesarias; no se trata de dar a las masas una línea digerida, sino de proporcionar los elementos necesarios para arribar conjuntamente a la línea política y desprender las tareas que sean necesarias.
Este planteamiento sobre los métodos de dirección también se aplican en el seno de la organización; por ejemplo: un compañero responsable de un organismo a diferentes niveles no es aquel que lleva las directivas nada más de arriba, sino que da la información para hacer posible la toma de resoluciones o la elaboración de líneas políticas y facilitar que los compañeros las discutan, se extraigan las conclusiones y se formulen planes de acción; sin embargo; este método no lo desarrollamos plenamente en la organización; nos faltó mucho trabajo ideológico para entender cómo desarrollar los métodos de dirección en el seno de las masas y en el seno de la organización. Si partimos entonces de que los métodos de dirección y el estilo de trabajo son importantes para desarrollar una línea política con la concepción de la Línea de Masas, tenemos que llegar a una conclusión necesaria: la organización desarrolla la línea política donde las masas y los cuadros participan, de una u otra manera, en la elaboración de nuestra línea política y ésta se va expresando en principios, políticas, estrategias y tácticas de la organización; no son los organismos directivos u organizaciones los que elaboran la línea política desde las alturas, sino que esta es el resultado de la práctica donde participan las masas o cuadros de la organización
EL CENTRALISMO DEMOCRATICO EN LAS ORGANIZACIONES DE MASAS Y DE PARTIDO
Este principio encierra una contradicción y cada uno de sus contrarios juega su papel en cada momento determinado, en cada organización, sea de masas o de partido. En las organizaciones de masas debemos promover la más amplia democracia en cuanto a discutir y tomar acuerdos, a formular planes y resoluciones. La democracia debe garantizarse a través de la participación activa del mayor número de compañeros que pertenezcan a estas organizaciones. Ya hablamos arriba del método que deben seguir nuestros camaradas para impulsar las discusiones sobre los problemas que más interesan a las masas o sobre la política y directivas que formuló nuestra organización para el trabajo político, económico o cultural.
Ahora se trata de ver cómo este método está ligado a la democracia y al centralismo en las organizaciones de masas y de partidos. Nuestros compañeros deben de ser pacientes en promover que se desarrolle la democracia, la participación de masas en la resolución de sus problemas. Una vez que se tomen los acuerdos en forma mayoritaria, debemos impulsar que las masas vigilen para que se cumplan. De las posiciones minoritarias tenemos que cuidar que los compañeros las mantengan, que estén abiertos a que la práctica vaya señalando lo correcto de una u otra posición y debemos convencerlos para que cumplan los acuerdos que fueron aprobados por mayoría; guardarse del autoritarismo para convencer de la justeza de una línea y optar por la política del convencimiento, tal debe ser el método correcto y justo para que los compañeros que mantienen otras posiciones se convenzan.
En todo tipo de organizaciones de masas surgen instancias de dirección. Estas tienen que aplicar métodos correctos para conducirlas. Nuestra política frente a estas organizaciones fue el de impulsar estos métodos, cuidando en que no se cayera en el caudillismo, impulsando la democracia y la discusiones colegiadas.
Por otro lado, debemos hacer trabajo en el seno de las masas para que se entienda que en determinados momentos sus organismos de dirección tendrán la necesidad de tomar acuerdos y resoluciones, sin que medie una discusión amplia en las masas, en sus organizaciones, pero estas resoluciones deben corresponder al espíritu general de la política adoptada por ellas. En términos generales este es el proceso de la democracia en las organizaciones de masa. El centralismo es la operatividad de los acuerdos y resoluciones para que se lleven adelante en forma disciplinada por los cuadros y las masas. En la medida que éstas reconocen y lleven adelante los acuerdos tomados por su dirección en los momentos en que se requiera, en las circunstancias que la lucha obliga a tomar estas decisiones, es cuando las organizaciones han aceptado en forma consciente el centralismo democrático.
En las organizaciones revolucionarias y en las partidarias, el centralismo se basa en cuatro principios generales: 1) La subordinación del militante a la organización; 2)La subordinación de la minoría a la mayoría; 3) La subordinación del nivel inferior al superior; y 4) La subordinación de toda la organización a su dirección general, a su Comité Central.
El centralismo que se aplica en las organizaciones revolucionarias parte del principio leninista de que para vencer a la burguesía, el proletariado tiene que organizarse como un ejército, con su estado mayor. Por eso, el compañero que ingrese a una organización de esta naturaleza contrae un compromiso de disciplina con la organización. Pero esta disciplina no es ciega o castrense como se exige en los ejércitos burgueses, sino que está en razón de la comprensión de la necesidad de dicha disciplina para llevar delante la línea política de la organización. El centralismo democrático adopta múltiples relaciones, que van desde los organismos inferiores a los superiores, de la mayoría a la minoría en forma de directiva política, de planes, de resoluciones, de distribución de la propaganda, etc., de cambios de táctica en un momento dado en la lucha de un sector del pueblo o para un periodo dado.
Para garantizar el centralismo democrático al estilo marxista-leninista-pensamiento Mao Zedong, se debe promover la más amplia participación, desarrollar la vida democrática en la vida de la organización. Impulsar que todos los compañeros en sus diferentes niveles de organización participen en las discusiones, en la formulación de planes, resoluciones, directrices, etc., que vigilen a través de los mecanismos establecidos el trabajo que se realiza, así como el funcionamiento de los organismos de dirección. Practicar una vida democrática en la organización, garantizando que los compañeros desarrollen su propia iniciativa y por lo tanto mejorar nuestro trabajo en seno del pueblo es la mejor vía para contribuir a liberación de nuestro pueblo. La democracia debe garantizar la disciplina que a su vez nos debe llevar a una correcta centralización de la organización, para garantizar el cumplimiento de todas las tareas del proletariado y del pueblo en la lucha en contra de sus enemigos. En estos tiempos, en los que la izquierda ha sido sometida a toda una embestida ideológica y política, en donde en más de una organización y miles de cuadros se ha caído en una descomposición, es necesario retomar la línea de organización proletaria, crear un destacamento disciplinado y a la vez desarrollar cuadros y organismos capaces de acometer con audacia e iniciativa el trabajo revolucionario, dar pasos firmes para el avance de la lucha del pueblo. En esta dirección es necesario ir forjando los cuadros y templándolos en la lucha de clases, poniendo en pie una verdadera organización marxista capaz de conducir al pueblo a la revolución. Centralismo y democracia son dos aspectos que no debemos de descuidar en el trabajo de masas y en la construcción revolucionaria
SERVIR AL PUEBLO
Hasta el momento, donde realizábamos nuestro trabajo nos habíamos ocupado más por las tareas de agitación, organización y ponernos al frente de la lucha de las masas. En el trabajo económico en algunas zonas populares o campesinas avanzamos poco, no digamos ya en nuestro trabajo en la clase obrera. En el seno de nuestra Organización también prevaleció esta situación. Todo esto fue el reflejo de una comprensión incorrecta de las necesidades de las masas, de los cuadros, de atender unilateralmente la lucha de clases y desarrollar o poner atención fundamental en el trabajo “político” o de “organización” o en el trabajo ideológico en general, es decir, hablar de las diferentes salidas que una clase determinada da a los problemas del pueblo, sin emprender en forma concreta y en la medida de nuestras posibilidades la ayuda al pueblo y a los cuadros del partido para aliviar aunque sea en forma mínima sus penas y sufrimientos.
Nuestra Organización debió impulsar que los cuadros no sólo entendieran los problemas generales del pueblo, sino ver en qué medida podíamos desarrollar la ayuda y cooperación mutua para que también éste tomará en sus manos las tareas económicas, políticas y culturales que alivien un poco su situación. Impulsar campañas de ayuda de un sector a otro sector del pueblo en ropa, medicinas, etc; fomentar la discusión y tomar las medidas concretas para resolver los problemas personales de los cuadros y compañeros del pueblo; promover relaciones de camaradería entre las masas y en la Organización, atendiendo los problemas personales de compañeros del pueblo y de los cuadros del Partido; tales debían ser la actividad de nuestros camaradas. Desarrollar ayudas materiales a sectores de la población y realizar trabajo económico en el seno del Partido y del pueblo, fue una de las preocupaciones políticas de los cuadros, de lo que debía ser un verdadero partido proletario. El pueblo debe ver en los que nos decimos comunistas, y aspiramos a serlo, no sólo al agitador, al propagandista y al organizador de la lucha de la clase obrera, de los campesinos y demás clases y sectores del pueblo, sino también al que en forma concreta se preocupa de los problemas mínimos, de los “pequeños detalles” de la vida del pueblo y de los cuadros de la Organización.
LA APLICACIÓN DE LA LÍNEA DE MASAS POR NUESTRA ORGANIZACIÓN Y LA DIFERENCIA QUE EXISTÍAN CON OTRAS ORGANIZACIONES MAOÍSTAS
Cuando surgimos como Organización abrazamos la Línea de Masas y desde el principio empezamos ha hablar de que ésta no se restringía al estilo del trabajo y a los métodos de dirección, sino que la concepción de la Línea de Masas era más amplia. Empezamos a criticar a los camaradas de otras organizaciones que sostenían la Línea de Masas y se quedaban en el estilo de trabajo y los métodos de dirección; decíamos que esta concepción era una desviación de la Línea de Masas y que conducía al espontaneísmo, al culto de las masas y que por lo tanto no se entendía la relación partido-masas. Por otro lado, criticábamos a aquellos compañeros que, preocupados por la construcción de la Organización no aplicaban la Línea de Masas o no habían arribado a una concepción correcta. Podemos decir que el movimiento de revolucionarios marxistas que empezó a manejar la Línea de Masas, es joven: se inicia, fundamentalmente, a partir de gran movimiento estudiantil popular de 1968. Esta corriente que en un principio no era importante, se extendió por todo el país durante las décadas de 1970-1980
A partir de 1968 se comienza a hablar de Línea de Masas por un amplio sector del movimiento revolucionario. Al principio eran inevitables los excesos en la aplicación de esta nueva concepción de realizar el trabajo en el pueblo. Era inevitable que se cayera en el espontaneismo, era un mal necesario, precisamente porque se trataba de romper con un pasado sectario de querer construir al margen de la actividad práctica revolucionaria. Muchas organizaciones caímos en una práctica espontaneista y sectaria, que son dos extremos de la aplicación incorrecta de la Línea de Masas. Muchos compañeros la confundieron con el estilo de trabajo y la línea política. Sin embargo, esta nueva corriente puso el acento en combatir el aislamiento del movimiento revolucionario con la lucha de clases.
La diferencia principal de las organizaciones que adoptaron la Línea de Masas se puede concretar en: la relación que existe entre la organización de las masas y la organización política de la cual se derivan las estrategias y tácticas, y las diferentes líneas políticas en el trabajo con el pueblo. En cuanto a nuestra concepción en la construcción de la organización revolucionaria de aquel entonces, se pueden mencionar algunas experiencias: en algunas zonas campesinas las masas participaron en la construcción del partido en forma directa; las masas podían conocer a los miembros de la organización en las zonas campesinas aisladas, en donde no estaba presente el poder de la represión inmediata; las masas podían opinar quiénes podían ser miembros de la organización partidaria y quiénes no, y criticarlos. Pero esto se dio en zonas muy específicas, pues el poder de la burguesía y otras clases explotadoras se encuentra por doquier, ya no digamos en las zonas donde se desarrolla el proletariado, en las cuales la Organización revolucionaria tenía que crearse y desarrollarse en forma clandestina y las masas no podían participar en la construcción directa de la organización. Así, y dada la represión y el carácter de cambio revolucionario que pretendíamos impulsar muchas organizaciones y en particular a la que pertenecí, llegamos a la conclusión de que la Organización debería ser clandestina, un partido de cuadros no puede ser un partido de masas, es una organización de cuadros vinculado con las masas. Una Organización clandestina y de cuadros, al reclutar puede se pueden cometer errores pues no todos los cuadros del partido, que reuniendo los requisitos mínimos, sus estilos y métodos son necesariamente la garantía del trabajo revolucionario, esto se refleja en la lucha ideológica continua en el seno de la Organización partidaria, en las depuraciones físicas (que salgan del partido), ideológicas, políticas y de estilos de trabajo.
¿Cómo influye en su cantidad y calidad de la Organización el hecho de que ésta sea clandestina? Hemos dicha que el reclutamiento a la organización debe tener como principio incorporar a los luchadores consciente, abnegados de las diferentes clases del pueblo y fundamentalmente de los trabajadores. Aplicar la Línea de Masas, la concepción de que la historia las hacen las masas, de que el estilo de trabajo y el método que se derivan de ella, nos va a permitir una política de reclutamiento correcta. La selección de cuadros es un proceso que tiene que desarrollarse desde nuestro trabajo en el seno del pueblo hasta incorporar a los mejores compañeros para la organización. ¿Las masas intervienen en el reclutamiento? básicamente que sí, pues en el seno de ellas y de sus luchas se van destacando luchadores más conscientes del pueblo, los futuros militantes de un verdadero partido revolucionario. Las masas con su práctica en la lucha de clases van formando a los cuadros de las organizaciones revolucionarias y los reconocen como sus dirigentes. El aspecto general de una política para construir la organización se resume en lo siguiente: no es posible formar un partido revolucionario de cuadros sin una Línea de Masas. A su vez, las masas no pueden triunfar sin no cuenta con su Partido.
De las expresiones que conocemos de otras organizaciones que asumieron la Línea de Masas, ellas también se plantearon la creación de un partido pero muchas de ellas no arribaron a una concepción leninista-maoísta revolucionaria: concebir el Partido como estado mayor de la clase obrera, con una línea política y de organización que delimite las organizaciones de masas con la Organización revolucionaria y que mantenga una relación correcta entre ambas; que la Organización sea el conjunto de cuadros revolucionarios en donde la elaboración y comprobación de la línea política se de con la participación de todos sus militantes a través de la discusión colectiva y en diferentes organismos, y con la aplicación correcta del principio del centralismo democrático. Varias de esas organizaciones que se dicen maoístas caen en el caudillismo, en la aplicación dogmática de pensamiento maoísta y algunas otras, que por concepciones incorrectas los lleva, en los hechos, a posiciones colaboracionistas con el enemigo de clase.
Nota: El documento de Línea de Masas fue elaborado y publicado a mediados de los setenta. Por la importancia de este documento como guía teórica, de sustento del trabajo político de la Organización Compañero nos dimos a la tarea de corregir algunos problemas de redacción y de estilo, respetando las tesis contenidas en él. Por la riqueza de experiencias de más de treinta años y la necesidad de corregir algunas de las desviaciones de nuestro que hacer político, creemos que este documento puede ser útil para trabajo que realizamos en los diferentes espacios en donde nos encontramos.
Los compañeros que venimos de una organización de la corriente maoísta, que jugó un papel importante en la lucha de masas de las décadas de los setenta, ochenta y mediados de los noventa; tenemos que rescatar este período histórico y reemprender el camino, con otros equipos u organizaciones marxistas, en la construcción de una organización revolucionaria para enfrentar los nuevos retos de la lucha de los trabajadores y del pueblo mexicano.
La tarea de levantar una organización revolucionaria marxista se hace necesario en estos tiempos de neoliberalismo y de una ofensiva brutal contra la teoría del proletariado, instrumentado a nivel internacional y nacional por los detentadores del dinero, en los que muchos intelectuales y revolucionarios que en otros tiempos se declararon marxistas y que hoy reniegan o inventan nuevas teorías ajenas al marxismo, hace más necesario que recobremos el enorme legado que nos han dejado los grandes pensadores y revolucionarios desde Marx, Engels, Lenin y el presidente Mao Zedong, sin desdeñar otros revolucionarios que en otros tiempos y otras latitudes han contribuido a la lucha de los pueblos.
Fuente: https://miguelnoyola.wordpress.com/2016/03/04/acerca-de-la-linea-de-masas/
Fotografía: youtube