Jorge Salazar García. 28/04/2019
Sin duda, no pocos votantes de MORENA convencidos por alguno de los “protagonistas del cambio verdadero” se preguntarán qué ha sido de estos después del triunfo del 1 de julio, y qué está pasando con el partido de la 4ª T. Contestar estas dos preguntas desde una perspectiva localista, naturalmente, tiene sus limitaciones y subjetividades. Sin embargo considerando información de campo y la proporcionada en los medios es posible aproximar respuestas sobre el estado actual de ese partido y el destino de sus militantes.
No está por demás recordar que MORENA es un instituto político construido desde abajo, fueron los maestros, estudiantes, líderes regionales, exdirigentes de otros partidos de izquierda, pequeños empresarios, comerciantes, intelectuales, artistas, trabajadores, burócratas, campesinos, ecologistas quienes le dieron forma, acaudillados por un carismático personaje, terco, audaz, culto y, lo más raro en nuestro país, honesto. Estas características y la burda victimización de que el PRIAN hizo objeto a AMLO, lo convirtieron en el líder indiscutible de la oposición en México. De él se dice, rezumba política por todos sus poros; de zorro o mañoso le califican amigos y contrarios. Para millones, su palabra es Ley; esto constituye una de sus fortalezas, pero dentro del Partido, se convierte en debilidad cuando sus decisiones son acogidas, como línea infalible, acríticamente o desvirtuada a conveniencia. A muchos ha dejado de importar el Programa del Partido sustituyéndolo por un interesado o fanático acatamiento de la voluntad de su líder. Otros, de plano van por la libre a la rebatinga.
Por supuesto, hay en sus filas elementos excepcionales, con autoridad moral, congruentes con el principio aquel de “primero los pobres”. Lamentablemente, algunos, durante el reparto de los puestos públicos, fueron hechos a un lado, o se autoexcluyeron al ver su movimiento convertido en un partido electorero, dirigido como una agencia de empleos, negociados con los “representantes del régimen o grupos de interés o de poder” . El partido, formalmente existe (las prerrogativas lo demuestran) sin unidad ni autonomía. En los hechos, al no haber asambleas ni órganos de gobierno funcionando, es un fantasma errante en el limbo. Visto como movimiento, ¿qué decir? ahí está, se mueve, hacia fuera, disperso, generalmente excluido y denostado como “conservadurismo de izquierda”. Hoy MORENA, invadida por oportunistas “invitados” e infiltrados, es vista como un botín por las tribus rehenes de algunos de los más de mil funcionarios públicos (diputados, senadores, gobernadores, alcaldes, etc.) quienes grillan para mantenerse pegados a la ubre, sin trabajar.
Hasta aquí las dos preguntas iniciales fueron contestadas. Ahora, asumiendo que sólo se pierde algo cuando se deja de luchar por ello y reconociendo la existencia de militantes honestos y congruentes en sus filas, aún es posible sacarlo del limbo y hacer de él, lo que nunca fue, una herramienta de masas capacitadas para abolir la injusticia y la explotación.
La mafia sigue organizada, poderosa, ganando terreno en la cohabitación con los morenos quienes han abandonado (o nunca los asumieron) los objetivos y fundamentos, de su Partido. Para ejemplificarlo, transcribo el objetivo del inciso “c” (art. 2º) relacionado con los órganos de gobierno:
La integración plenamente democrática de los órganos de dirección, en que la elección sea verdaderamente libre, auténtica y ajena a grupos o intereses de poder, corrientes o facciones.
Del articulo 3º (de los fundamentos) cito el texto del inciso f, para que usted juzgue:
No permitir ninguno de los vicios de la política actual: el influyentismo, el amiguismo, el nepotismo, el patrimonialismo, el clientelismo, la perpetuación en los cargos…
El inciso “i”, del mismo articulo 3º desnuda por completo el extravío de MORENA:
“El rechazo a la subordinación o a alianzas con representantes del régimen actual y de sus partidos, a partir de la presunta necesidad de llegar a acuerdos o negociaciones políticas pragmáticas, de conveniencia para grupos de interés o de poder …
Resumiendo: por el momento la estructura organizativa de MORENA ( art. 14) no funciona y sus principios están relegados. Tales desviaciones fueron advertidas por quienes estuvieron en desacuerdo en convertirlo en partido (2014), sin embargo, parte de ellos, intentarán rescatarlo antes de verlo caer en el infierno. Y sí esto no fuera posible, al menos manteniéndose organizados, ya sin militancia partidaria, podrán exigir se cumpla aquello de que “por el bien de México, primero los pobres”.