Por: José Yorg. 24/07/2023
Todo cuanto transcribo aquí y ahora, me impulsaron, me animaron, a valorar en su justeza la decisión del gobierno de Formosa en erigir un monumento al Mariscal Francisco Solano López cuya significación habla de la hermandad Latinoamericana en su más alta consideración y afecto.
¿Qué clase de seres humanos pensaron y ejecutaron tremenda maldad al punto de montar un campo de concentración en la Triple frontera Argentina: Brasil y Paraguay durante la guerra genocida?
He vuelto a valorar el monumento al Mariscal López enclavada en la ciudad capital de Formosa, motivado por la lectura del artículo “Una historia silenciada en la Guerra del Paraguay” publicado ayer 19 de julio por Página 12 y escrito por el periodista y docente Gustavo Veiga en que referencia al campo de concentración que el historiador paraguayo Jorge Coronel Prosman reveló en su libro “Prisioneros paraguayos en Cuiabá. Espías epidemias y la triple frontera”.(https://www.pagina12.com.ar/569247-una-historia-silenciada-en-la-guerra-del-paraguay#:~:text=El%2016%20de%20agosto%20de,el%20origen%20de%20un%20homenaje)
El artículo citado nos ilustra que “La historia del campo de concentración transcurre en la Triple Frontera, pero no en la más conocida y porosa de Brasil, Argentina y Paraguay, sino en una ubicada más arriba. La que incluye a Bolivia y excluye a nuestro país”.
En una entrevista que publicó el diario La Nación de Asunción (Py), el autor de Prisioneros paraguayos en Cuiabá dice que “se debe trabajar más en el concepto imperialista del Brasil, que oculta muchas cosas, no tanto como que hay documentos secretos, sino por ejemplo de haber tenido en plena guerra un campo de concentración o campo de detención como se lo ha dado de llamar. Es difícil de creer porque la guerra era contra López, según los discursos. Y ahí no había ningún pariente de López. Eran paraguayos, civiles, trabajadores de estancias, que no tenían nada que ver con la guerra…”.
En otro párrafo se puede leer: El Imperio británico y las multinacionales del petróleo desestabilizaron la región bien entrado el siglo XX y provocaron este nuevo conflicto que a Paraguay le costó otros 30 mil muertos.
La capital del arrasado Paraguay fue saqueada por el ejército imperial que comandaba el yerno de Pedro II, Gastón de Orleans, conde de Eu, nacido en Francia. Un criminal de guerra que en la batalla de Piribebuy se vengó con crueldad de la muerte de uno de sus generales brasileños: Joâo Manuel Mena Barreto. Mandó a degollar a los sobrevivientes del ejército paraguayo vencido y a quemar un hospital con todos los enfermos y heridos adentro.
El 16 de agosto de 1869, una famélica tropa de 3.500 chicos y adolescentes murieron combatiendo contra el ejército invasor en la batalla de Acosta Ñu. En el día de esta masacre ordenada también por el conde de Eu, se encuentra el origen de un homenaje. Paraguay celebra el día del niño por aquellos pequeños mártires de la Guerra Guasú.
“La verdad nos hará libres”
Tal como dice el evangelio “la verdad os hará libres”, debemos auscultar el pasado para develar la verdad histórica de hechos que avergüenzan a los pueblos y de tal modo plantear su superación dolorosa que nos hará libres, sin dudas.
Entonces, cómo no valorar en su justeza la decisión del gobierno de la Provincia de Formosa en erigir un monumento al Mariscal Francisco Solano López cuya significación habla de la hermandad Latinoamericana en su más alta consideración y afecto.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
Fotografía: José Yorg