Por: Fanny González.* 09/03/2025.
Desde temprano, los contingentes se organizaron. En las pancartas, nombres de mujeres que deberían estar aquí, sonriendo, vivas. También consignas poderosas, retumbantes: “No estamos todas”, “Aborto legal en todo el país”, “Ni una menos”. Carteles con frases: “¿por qué te espantas por las que luchan y no por la asesinan?”, “por el abuso que aún no me atrevo a contar”, “que los secretos familiares dejen de encubrir abusadores”.
Textos y consignas que atraviesan la cuerpa, que generan rabia, desesperación, grito; y al mismo tiempo, ternura, acompañamiento y sororidad.
Marea Morada en CDMX
Cada 8 de marzo, la Ciudad de México se tiñe de morado, tanto por los árboles de jacaranda sobre Av. Reforma y Alameda central, como por las mujeres que salen a las calles a hacer presencia y lucha. Este 2025, fuimos más de medio millón de mujeres en las calles, aunque las cifras oficiales digan otra cosa. La dualidad de emociones es inevitable: la alegría de sabernos juntas, hermanadas, haciendo historia; y la tristeza de recordar por qué estamos aquí, los motivos de todos los días por los que seguimos luchando.
México tiene por primera vez una mujer presidenta. Pero, ¿qué significa esto realmente para nosotras? ¿Hemos ganado la batalla o seguimos expuestas a la violencia, la desigualdad y la precariedad? La respuesta es dolorosa. La representación política no ha significado cambios estructurales para nuestras vidas. Seguimos exigiendo justicia por nuestras desaparecidas, por las víctimas de feminicidio, por las niñas y adolescentes violentadas, por la falta de acceso real a derechos sexuales y reproductivos. Como decía Rosario Castellanos en Mujer que sabe latín: “Nosotras las mujeres, mitad del mundo, queremos un mundo entero”.
La lucha más allá de los símbolos: el feminismo socialista en el 8M
Desde el feminismo socialista reconocemos la doble opresión: la de género y la clase. Reconocemos que aún hay muchas mujeres que no pueden salir a protestar, pero esa es una de las razones por las que, quienes sí podemos, nos hacemos presentes para concientizar sobre el tema. Además, para nosotras, no basta tener una representación simbólica del género en el gobierno, necesitamos mujeres líderes que usen el cargo público para cambiar al mundo, no para alimentar al monstruo del capitalismo patriarcal.
Clara Zetkin, una de las grandes referentes del feminismo socialista y promotora del 8M como Día Internacional de la Mujer Trabajadora, lo dijo claramente: “la lucha feminista debe ser una lucha contra el sistema que nos oprime”. Hoy, esa opresión sigue vigente, disfrazada de promesas vacías, de políticas insuficientes, de discursos progresistas sin acciones reales.
El arte como resistencia: festival feminista en la CDMX
Pero el 8M no es solo dolor y rabia. También es celebración de la resistencia, y el arte es una de nuestras trincheras más poderosas. Este año, la colectiva Hijas de la Cannabis donde nos invitó a Aborto Legal México a ser parte de la organización del festival Mujeres en la Música, con exponentes como Prania Esponda, las Fucking Bitches, Lena Campos, entre otras, nos hicieron llorar, sonreír y sentirnos acompañadas en esta lucha que es por nuestra libertad, por nuestra autonomía, por llegar con vida al día siguiente.

Reflexión final: la lucha sigue, la herida sigue abierta
El 8M nos dejó, una vez más, con el corazón dividido. La felicidad de sabernos juntas, de ver crecer el movimiento, de abrazarnos en la resistencia. Y la tristeza de reconocer que aún nos falta mucho, que la violencia sigue, que la justicia aún no llega y que en Palacio Nacional simulan comprender nuestras causas para legitimar sus fechorías.
La conciencia de género aumenta, somos más en las calles, pero aún falta significarla dentro de este modelo capitalista patriarcal que es el responsable de todos los males de la humanidad. No nos detendremos y como dice la consigna: nos vemos en las calles.
* Abortera Insurrecta es fundadora de la colectiva Aborto Legal México. IG: @abortera.insurrecta