CARTA ABIERTA PÚBLICA al Cardenal Leopoldo Brenes
Estelí, 12 de mayo 2018
Estimado Cardenal Leopoldo Brenes:
Por supuesto usted no me conoce, ni yo a usted, a excepción por sus apariciones en las noticias. En cuanto a mi persona, tengo 35 años de vivir y trabajar en y desde Nicaragua en el área de educación, no soy creyente (ni teo, ni ateo) y respeto profundamente las creencias de las demás personas y no miento al decir que en ocasiones las disfruto, aunque no las comparto. Le estimo a usted porque me parece que sus palabras a nivel personal han sido de carácter reconciliador, sin ofender ni a un lado ni al otro, no solo hoy, sino desde que ha salido más en los medios de comunicación, que es de donde le conozco un poco. Me parece bien y sensato su postura. Mi aprecio para con su persona.
También, al inicio me pareció perfecto que la Conferencia Episcopal aceptara ser facilitador y garante del proceso de diálogo entre las partes en conflicto en este situación tan complicada que vivimos en Nicaragua. Independientemente de lo anterior, al conocer la comisión encargada de esta tarea, tuve mis dudas, ya que algunos integrantes de la misma ya tenían antecedentes de una actitud muy parcializada ante el contexto tan complejo que vivimos en Nicaragua. Sin embargo, les quise dar mi voto de confianza.
Ahora sí, estoy muy decepcionado y le quiero hacer algunas preguntas:
1. Si la comisión de la Conferencia Episcopal asume con seriedad su papel facilitador para un diálogo sincero y transparente, ¿les corresponde CONDICIONAR el mismo diálogo? ¿No es esto ser juez y parte?
2. Si la comisión de la Conferencia Episcopal asume en serio un papel facilitador, ¿entonces no es contra-producente que uno de sus miembros (Silvio Báez) se pronuncie ante una respuesta gubernamental de aceptación de las condiciones que pusieron (aunque no debían por su rol de facilitador, desde mi punto de vista), descalificándola de manera individual, aún antes de que esta comisión se haya expresado?
3. ¿No es una falta de respeto del señor Silvio Báez hacia la misma comisión que ustedes conformaron? Pregunto esto porque él (disculpas que no le llamo Mgr. porque considero muy sinceramente que este calificativo no lo merece) considera aparentemente su opinión individual más importante que una respuesta colegiada de la Comisión integrada por ustedes como Conferencia Episcopal.
4. Desde la conferencia episcopal, ni desde la comisión asignada por la misma para facilitar (¡y no DIFICULTAR!) el diálogo, no he sabido, no he escuchado por ningún medio, ni los oficiales, ni los contra-oficiales (que se autodenominan ‘independientes’ aunque no lo son ni en un 0.01%) que ustedes condenen todo acto de violencia, venga de donde venga… solo les he escuchado, mucho a través del señor Báez, condenando a la policía y los (supuestos) grupos paramilitares… ¿Y las acciones vandálicas que se siguen cometiendo a diario, quemando instituciones, poniendo en zozobra a la población, confundiendo a la población, mintiendo descaradamente en los medios no-independientes (usted hizo un llamado de atención, ¿pero su miembro de la comisión obstaculizadora, perdón ‘facilitadora’ del diálogo, el señor Silvio Báez?).
5. ¿Ustedes realmente ya hicieron la investigación respecto a cuántas personas protestantes y cuántas personas del otro lado murieron defendiendo los logros y avances socio-económicos de estos últimos once años? ¿Tienen ustedes los datos para que culpen solo a un lado (el gobierno) por todo el mal? Si fuese así, ¿entonces para qué todavía quieren que venga la CIDH a Nicaragua, si ustedes ya lo saben todo, o al menos el señor Báez, según lo que expresa en los medios?
6. Los tranques en las carreteras iniciaron con el argumento que supuestamente el gobierno no quería el diálogo. Todas/os sabemos que desde hace muchos días el gobierno se ha pronunciado a favor de un diálogo con agenda abierto y sin condiciones. ¿Por qué ustedes no han aclarado públicamente que no es el gobierno que atrasa, sino que son los (supuestos) estudiantes que atrasan por no pasar los nombres de quienes les representarán, tal como usted mismo bien lo ha dicho en varias ocasiones? ¿Por qué no han aclarado que quienes atrasan el inicio del diálogo son aquellos actores que se les ocurre poner condiciones, cada día diferentes, … más bien queriendo provocar que el gobierno no las acepte? ¿Se incluyen aquí las condiciones que ustedes pusieron ayer, tienen esta misma intención? (solo ustedes sabrán responder)
7. Y una última pregunta estimado Cardenal Leopoldo: ¿considera usted que, con esta actitud de Silvio Báez, realmente, como comisión, están facilitando el diálogo o más bien se están sumando a la actitud de quienes no quieren el diálogo sino el caos en este país, promoviendo una intervención extranjera?
8. …
Pongo aquí estos tres puntitos, estimado Cardenal Leopoldo Brenes, porque son muchas más mis inquietudes, sin embargo, mi objetivo solo es este:
FACILITEMOS EL DIÁLOGO SINCERO Y TRANSPARENTE, NO LO OBSTACULICEMOS, NI USTEDES, NI NINGUNA PARTE INVOLUCRADA… ¿Podría ser este nuestro compromiso con nuestra querida Nicaragua? Sería genial si así fuera. Y si es así: ¡INICIEMOS ESTE DIÁLOGO YA! PORQUE QUEREMOS DIÁLOGO, QUEREMOS Y PRETENDEMOS LA PAZ EN ESTA PATRIA LINDA DE SANDINO.
Un abrazo solidario.
Herman Van de Velde
[email protected]
Estelí, Nicaragua