Por: Gilberto Dorantes Álvarez. 12/02/2017
En todos los sectores se cuecen habas, y el magisterio aglutina a un buen número de personajes que constantemente brincan de un partido político a otro, dejando muy en claro su pobre capacidad política, pues nunca han figurado con peso político en ninguna de las organizaciones a las cuales han pertenecido.
En columna anterior mencioné que si no han sido todos, si ha sido la gran mayoría de los partidos que son descendientes del partido político fundado por Don Plutarco Elías Calles; hijos, nietos o bisnietos, todos tienen un mismo tronco común, por lo tanto aunque tengan ideas diferentes, siempre habrá un gen que determine su parentesco entre ellos (con el padre, el abuelo o bisabuelo). La carga genética no se la podrán quitar jamás, y entre más digan que no existe parecido, más confirman el parentesco al usar la demagogia que siempre ha caracterizado a nuestros políticos.
Actualmente un pequeño grupo perteneciente al magisterio local, empieza a incursionar activamente en la vida política del municipio, este grupo no es nuevo, surgió desde hace algo más de tres años cuando las huestes callejistas trataron de someter a todo el magisterio veracruzano para aceptar pasivamente la “Reforma Educativa” que hoy en día muestra sus verdaderos propósitos, los cuales en 2013 quisieron hacer creer que eran en beneficio del magisterio y del pueblo mexicano, pero actualmente se está comprobando que todo eso forma parte de un mecanismo para poder llegar a la privatización de la educación pública. En aquel momento (2013) las bases magisteriales al hacer una concienzuda reflexión y analizando “los picos de los iceberg” de la mal llamada “reforma educativa” se dio cuenta del engaño perpetrado por el gobierno en contubernio con los líderes sindicales de alto rango y decide guardar el gis y pizarrón, abandonando las aulas para salir a las calles y utilizando las redes sociales, logra organizarse con sus homólogos de todo el estado y juntos realizan un sinfín de marchas en distintos puntos del estado protestando en contra de la “reforma educativa” y a la vez en contra de sus líderes charros que en lugar de defender los derechos y conquistas laborales de sus agremiados, optaron por entregar al magisterio a un gobierno voraz y despiadado para acabar con el derecho del trabajador.
En esos tiempos aciagos surgieron nuevos líderes y debido a la euforia que se vivía en todo el estado, las bases deciden darle su apoyo para poder continuar con una lucha iniciada en las redes sociales y así darle formalidad y representatividad al movimiento magisterial y cuyos líderes no mostraron otros intereses más que el de todo el magisterio.
Hoy, aquí en Las Choapas, vemos como personajes arropados por las bases magisteriales tres años atrás, dan un salto para tratar de llevar las riendas del municipio cobijados en un partido político, sin tomar en cuenta a quien los encumbró, y al más viejo estilo del abuelo, realizan reuniones pensando en que aún tienen el respaldo de las bases, (tal vez algunos sí, pero no todos), son estos personajes que olvidan principios básicos y se lanzan en una nueva aventura pensando que todo es igual que tres años atrás, quieren democratizar al sindicato magisterial pero se comportan como lo que realmente son (nietos de un partido en decadencia). Se les olvida que fueron líderes surgidos al vapor, y que en su momento no se logró el derrocamiento del líder moral ni del institucional, es cierto que se le debilitó, pero con la actitud que empiezan a tomar, lejos de destronarlo, con las prácticas políticas empleadas empiezan a fortalecer un régimen que ya no tiene cabida en las nuevas sociedades.
Si desean éxito en esta nueva aventura con miras a una presidencia municipal, deben recordar que las bases deciden quienes van a representarlos. No son autónomos y si predican la democracia como el camino hacia un futuro mejor, lo ideal es que empiecen a documentarse para posteriormente ponerla en práctica desde sus principios que son fundamentales.
Recuerden que el único soberano legítimo es el pueblo, y que la legitimidad surge de la voluntad ciudadana, expresada mediante el voto. ¡Reflexionemos mientras llega el próximo café!
Fotografía: planv