Por: Salva Lacruz. 24/11/2024
De la serie de conversaciones “Las personas detrás de las tecnologías que queremos”. Pueden leer las anteriores acá.
Salva Lacruz nació en Buñol, un pueblo en el País Valenciano, España, hace 52 años. Desde hace muchos vive en Chiapas, México. Dedica su tiempo libre a la crianza y estar con su familia e intenta disfrutar de la naturaleza que les rodea. También le gusta cocinar platillos de su tierra. Desde joven trabajó en organizaciones de apoyo a personas refugiadas y migrantes. Después trabajó seis años en el Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdoba (el FrayMa), una organización ubicada en Tapachula, ciudad fronteriza en el sur de México. Ahora forma parte del equipo de Huridocs, que desarrolla el software Uwazi. “Trabajamos en el fortalecimiento de organizaciones civiles acompañándolas en procesos de investigación y documentación en derechos humanos”, nos explica Salva. Está muchas horas conectado y comenta que es muy cansado, pero que le llena el poder implicarse cada vez más y conocer los contextos de las organizaciones que acompaña en México.
– ¿Cómo empiezas a trabajar en Huridocs?
Yo me vinculo a Huridocs por el hecho de haber estado en el FrayMa. Mi aprendizaje viene de ahí, al pasar por el FrayMa y adoptar esta herramienta y ser yo el encargado de sostener ese proceso, pues me especialicé en documentación de derechos humanos y en manejo de este tipo de herramientas. Entonces cuando terminó ese periodo, desde Huridocs me propusieron unirme al equipo y desde entonces estoy en el equipo de programas.
– ¿Qué es Huridocs? ¿quiénes están detrás de esta organización?
Huridocs (acrónimo de Human Rights Information and Documentation Systems) es una ONG internacional que se fundó hace más de 40 años en Europa, aunque desde el primer momento hubo compas implicados de muy distintas regiones, en aquel momento sobre todo de África y un poquito de América Latina, concretamente acá, en México. Y que desde el principio estuvieron enfocados en investigar sobre la defensa de derechos humanos, sobre qué metodologías funcionaban para documentar con rigor violaciones de derechos humanos y al poco tiempo empezaron a buscar tecnologías apropiadas que dieran soporte a esas metodologías, a esas formas de documentación. En 40 años Huridocs ha intentado muchas cosas, ha ofrecido muchos recursos informáticos. Y en los últimos años, por lo que se ha apostado más es por este sistema Uwazi, que tiene una interfaz mucho más amigable y que intenta cubrir muchas más necesidades, pues tiene una capacidad de configuración mucho más flexible de lo que tenían las herramientas que hasta ahora había ofrecido.
– ¿En qué consiste Uwazi?
Aunque Huridocs tiene una propuesta metodológica muy solvente, que casi es un estándar internacional de cómo se ha ido concibiendo lo que significa documentar un caso de violación de derechos, entiende que las organizaciones luego tienen su realidad, su contexto concreto, sus capacidades, sus intereses, y que esto hay que absorberlo en el sistema de gestión de la información. Entonces Uwazi, de entrada, es una especie de pizarra en blanco a la que le puedes incorporar un modelo de documentación que se adecúe a las necesidades de la organización, de una manera sencilla. Y de una manera menos sencilla, le puedes agregar una instancia pública que ofrezca datos abiertos, que requiere del acompañamiento de gentes expertas en diseño de websites, etc. Porque lo cierto es que Uwazi no es un gestor de contenidos, como Joomla o como WordPress. No funciona así. En el vínculo entre los datos y la parte gráfica en una instancia pública es más complejo de configurar y entonces se requiere conocimiento. Huridocs es con esa trayectoria y con un equipo de desarrolladores de software, muchos de ellos todavía son los que parieron la idea, los que concibieron a nivel tecnológico Uwazi hace 7 o 8 años y otros se han ido incorporando; porque Uwazi está muy vivo, se actualiza, se mantiene y va creciendo, depurándose casi que cada día. En el tech team, el equipo tecnológico. Luego, en el equipo que estoy yo somos personas más cercanas a la sociedad civil, más en contacto con sus necesidades y que acompañamos en la adopción de Uwazi o de otras como Tella porque es una aplicación bien útil en muchos contextos y además se integra con Uwazi, y al final hay como una red también ahí de desarrolladores y personas interesadas.
– ¿Cuál ha sido el objetivo principal de Huridocs para las organizaciones?
Bueno, Uwazi en principio es un sistema de gestión documental ofrecido a las organizaciones de defensa de los derechos humanos, pero por su carácter muy abierto, muy configurable, pues se ha demostrado en estos años que es útil para muchos casos de uso, para muy diversos casos de uso. Yo diría que el más frecuente, no necesariamente el más útil, pero esto ya es más discutible, pero sí el más frecuente, es lo que se llama un case management, una gestión de casos.
– ¿Por qué es útil Uwazi?
Muchas organizaciones defensoras de derechos humanos trabajan directamente con las víctimas o supervivientes, llevan una labor de acompañamiento, defensa de las personas que han sufrido violaciones de derechos humanos, desde muy diversos enfoques (jurídico, psicosocial, psicojurídico, humanitario, etc). Eso supone, por un lado, documentar el caso generalmente con mucho rigor, y disponer de un sistema que te permita llevar un seguimiento del acompañamiento que la organización realiza con la persona. Pues si se acuerda una ruta, un caminar en la defensa o en el fortalecimiento de la persona, en el marco de un caso de violaciones, pues hay que llevar un seguimiento que puede durar dos días, dos semanas, dos años o veinte, dependiendo de las circunstancias de la víctima. Eso requiere de grandes necesidades de gestión de la información para las organizaciones. Diría que en América Latina es con mucho el caso más frecuente, la necesidad que intentamos cubrir y por lo que acompañamos a organizaciones más frecuentemente. Hay otros, como puede ser el monitoreo de derechos humanos de una manera más amplia, más general: Si estás en un ámbito de defensa de tierra y territorio, mujeres y género, personas migrantes y refugiadas, desplazadas internas, tortura, en fin, cualquier privación de libertad, cualquier ámbito, es susceptible de ser monitoreado, de tener una metodología de conocer qué está ocurriendo en ese ámbito de derechos humanos, y a lo mejor también lo quieres documentar, con intenciones de análisis, investigación para la incidencia política, etc. Muchos proyectos son de tipo público, en las páginas de Huridocs y de Uwazi hay acceso a un montón de proyectos, que tienen que ver con comunicación social, con compartir datos abiertos, con información pública, generalmente con propósitos de denuncia e incidencia política.
– Y también puede nutrir la memoria de las luchas…
En países donde ha habido un periodo muy largo y muy crónico de violación masiva, de graves violaciones masivas de derechos humanos, y que probablemente pasan por un periodo de justicia transicional, caso por ejemplo ahora Colombia o Guatemala, pues sí, la documentación de los casos para su preservación en clave de construcción de memoria histórica, de reformar la verdad, justicia, reparación y no repetición, pues también hay proyectos muy interesantes. En general, tiene que ver con lograr registrar, capturar la información de una manera ágil, lograr organizarla de una manera eficiente, que te permita un análisis y una visualización de datos, y también que todo eso ocurra en un contexto de seguridad, desde el punto de vista digital, que los datos estén a salvo. Entonces, tiene que ver también mucho con la preservación de datos a largo plazo.
– ¿Cómo ha sido ese acercamiento de las organizaciones?
Pues, la mayoría de organizaciones que acompañamos llegan a Huridocs a proponer o solicitar un acompañamiento. La verdad no tengo datos duros, así como claridad de cómo llegan a contactarnos. Muchas veces es simplemente boca a boca. Pues una organización que ve que otra organización compañera ya está siendo acompañada por Huridocs, entonces nos contactan. Hay quien simplemente está buscando herramientas o investigando en el ámbito de la documentación para derechos humanos y nos ubican. O por referencia de otros actores que nos ubican bien, como podría ser Sursiendo o Engine Room o este tipo de organizaciones que están en el ámbito de derechos humanos y tecnología. Huridocs no ha tenido en los últimos años una estrategia consolidada de abrirse a las organizaciones, de estar más presente en el espacio de sociedad civil. Pues el desbordamiento del trabajo nos hacen no tener una estrategia tan clara. Anecdóticamente sí te puedo decir que precisamente en México, y particularmente mi compañera de equipo Ximena, que es de Ciudad de México, y yo mismo, pues sí hemos hecho un esfuerzo para, de algún modo, consolidar la presencia de Huridocs, no digo en América Latina, que es la región que nos corresponde, que es inmensa y diversa, y que hay lugares a los que no estamos llegando, pero sí por lo menos en México y un poquito tímidamente en Centroamérica, sí que hemos hecho intentos de hacernos más presentes, más propositivos, y contactar con organizaciones de sociedad civil. En otros lugares se nota menos.
– ¿Cuáles han sido los principales desafíos a los que se han enfrentado en estos años?
En este trayecto con Huridocs, a nivel tecnológico, existe un reto muy fuerte: actualizar y mantener la calidad de la herramienta al ritmo que crecen las necesidades de las organizaciones. Siempre hay una especie de tensión ahí, una demanda de mejoras, de incluir funcionalidades, de asumir otras necesidades de las organizaciones, y se responde a un ritmo que nos gustaría que fuera más ágil, pero que, si quieres hacer las cosas con rigor y desarrollar con calidad, con un equipo muy reducido de compañeros desarrolladores de software, pues es todo un reto el mantener ese ritmo. También, desde el equipo de programas, el poder entender en qué contexto trabaja una organización, ¿cómo se hace? Yo tengo un contacto en remoto, que es como solemos trabajar, salvo estos casos más próximos en Chiapas o en Ciudad de México. Muchas veces también es un reto, sobre todo cuando abordamos realidades con las que todavía no estamos familiarizados. Como trabajamos con un enfoque regional, pues cada vez conocemos mejor los contextos en muchos países de Latinoamérica, pero desde luego no todos. La cuestión de la financiación, de darle sostenibilidad financiera a la organización, también es un reto porque somos un equipo amplísimo y por lo tanto con un presupuesto destinado a recursos humanos y recursos tecnológicos muy fuerte, y sostener una estructura así no es sencillo si queremos no repercutir los costes a las organizaciones, que es nuestra ambición. Muchos proyectos son financiados por las propias organizaciones, pero nos gustaría estar más próximos a organizaciones locales, organizaciones de base, organizaciones comunitarias, que no tienen equipo y no tienen recursos para financiar proyectos de este tipo, porque cada vez tienen una necesidad sentida más clara de fortalecer sus procesos de documentación. Hoy en día creo que hay una claridad muy sentida por el conjunto del tejido social de lo fundamental que es para hacer bien su trabajo, para acompañar a las víctimas como se requiere, y luego para convertir eso en un trabajo de cambio estructural. Luego para decir las cosas como son necesitas datos rigurosos, duros, bien contrastados, bien analizados y antes a lo mejor solo las organizaciones muy grandes, muy profesionalizadas llegaban a eso. Ahora no, pues organizaciones chiquitas también están muy claras de que quieren caminar por ahí. Entonces, respondemos a eso en la medida de nuestras posibilidades.
– Y en ese sentido, ¿cómo financian el trabajo con organizaciones más pequeñas?
Cuando entramos en contacto con una organización y empezamos a entender qué necesitan, empezamos a identificar que nosotros sí podemos ser una organización que les puede ayudar y tenemos las herramientas adecuadas para ello. Y vemos conjuntamente el impacto que puede tener nuestro acompañamiento. Pues también evaluamos qué estrategia es viable para poder dar apoyo. Muchas veces las organizaciones ya tienen un presupuesto para cubrir ambas cosas: su trabajo y el nuestro. Eso suele ocurrir con organizaciones grandes, ONGs internacionales. Muchas veces, Huridocs también tiene donantes que le apoyan para hacer su trabajo, y con eso vamos desarrollando los proyectos que nos piden. En determinados ámbitos, cuando identificamos un campo de acción y apostamos por ahí, pero es una organización que no tiene recursos, pero queda claro que nuestro apoyo podría valer la pena, que están haciendo una labor de defensa, intentamos apoyar de manera pro bono, es decir, sin repercutir un presupuesto a la organización, y sin tener nosotros, por otro lado, un proyecto que nos apoye en esto. Particularmente aquí en la América Latina siempre vamos rebasados porque, la verdad, yo soy muy partidario de trabajar de esa forma e impulso muchos proyectos de esa forma, pero muchas veces termino rebasando la capacidad de Huridocs. No es fácil para nosotros lograr un modelo que nos permita caminar por donde queremos caminar.
– ¿Cómo ven el futuro de la organización? ¿cómo les gustaría ver el proyecto?
Por un lado, como organización no gubernamental defensora de derechos humanos,
nos gustaría estar más presentes en los espacios de sociedad civil, en donde las organizaciones se articulan para compartir esta labor de defensa. Esto es algo que a nivel muy global, sí lo tiene más ubicado, porque nuestras oficinas centrales están en Ginebra, que es donde se mueven muchas organizaciones no gubernamentales internacionales, y está todo el sistema de derechos humanos de las Naciones Unidas, y todo el mundo alrededor de todo esto. Pero en los ámbitos locales no hemos logrado esa capacidad. En México, y en otros países de Latinoamérica, en el Medio Oriente, en Asia Pacífico, en ciertos países de África Occidental, en Europa del Este, te estoy nombrando regiones donde Huridocs hace muchísimo trabajo, pero donde no estamos tan insertos en las dinámicas de la sociedad civil, no compartimos una lucha con ellos, sino que estamos más bien como organización de soporte en lo técnico, en lo metodológico, para fortalecer estos procesos de documentación. Ahí creo que tenemos mucho que caminar, y en lo tecnológico también. La documentación en derechos humanos se presta mucho a un análisis soportado por los avances actuales en inteligencia artificial, pero a la vez es, en muchos casos, poco apropiado, por no decir un disparate, poner eso en manos de las transnacionales. Claro, desarrollar nuestras propias capacidades de inteligencia artificial, tenemos un pequeño equipo de gentes investigando en eso, no es tan sencillo, es todo un reto también, con un equipo de desarrollo tan pequeñito como somos en Huridocs. Entonces, sí, hay un campo de crecimiento ahí muy fuerte, hay una necesidad, porque todo este asunto se va a ir imponiendo, y las organizaciones civiles tampoco se pueden quedar atrás en el aprovechamiento de esas tecnologías. Pero cómo hacerlo de una manera ética y de una manera segura para las organizaciones y para las víctimas sobre todo, es mucho trabajo y es todo un dilema, y hay todo un campo de reflexión e investigación ahí.
Huridocs desarrolla programas informáticos que permiten a los defensores de los derechos humanos crear, gestionar y analizar colecciones de información. Todos sus productos son de código abierto, y su desarrollo puede seguirse en GitHub.
Uwazi es una aplicación de base de datos flexible diseñada para que los defensores de los derechos humanos capturen y organicen colecciones de información. Esta plataforma basada en la web, puede adaptarse a diversas necesidades. Visita el sitio uwazi.io.
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Fotografía: Sur siendo