Por: Ezequiel Barrera. 25/05/2025
La captura de la reconocida abogada Ruth Eleonora López ilustra cómo el Gobierno de Nayib Bukele ha emprendido, sin rubor, una ofensiva en contra de intelectuales, activistas, periodistas, líderes comunitarios y hasta líderes religiosos que cuestionan las decisiones del gobernante. En esta escalada de represión y persecución política han ocurrido allanamientos irregulares a viviendas de periodistas y oficinas de organizaciones de sociedad civil.
El Gobierno de Nayib Bukele informó, al filo de la medianoche de este domingo 18 de mayo, que sigue su ofensiva en contra de las voces críticas. La más reciente de las capturas fue la de Ruth Eleonora López, quien se encontraba descansando con la familia en su vivienda, cuando policías llegaron y le explicaron que era requerida por la Fiscalía General de la República para ser acusada formalmente del delito de peculado.
La Fiscalía publicó, en sus redes sociales, que acusará a López por haber sido “asesora y mano derecha de Eugenio Chicas durante sus dos periodos en el Tribunal Supremo Electoral (…) Posteriormente, continuó desempeñándose como su mano derecha durante su gestión como Secretario de Comunicaciones de la Presidencia de la República (de Salvador Sánchez Cerén), mientras ocupaba el cargo de asesora en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social. Durante estos periodos, Ruth López colaboró en la sustracción de fondos de las arcas del Estado”.
En el momento de su captura, tal y como quedó grabado en un audio que difundió el periódico El Diario de Hoy, se escucha a un fotógrafo de la Fiscalía ordenándole que se apure a cambiarse la ropa de dormir, frente a su casa y en público ante los agentes y vecinos, para luego hacerle fotografías junto a los policías que la llegaron a capturar. En el audio se escucha que el fotógrafo, incluso, le da indicaciones a los policías para que no la esposen mientras él toma las fotografías.
López, en ese momento, también les dice a los policías que “tengan decencia” y que no se presten a cumplir órdenes injustas dictadas desde Casa Presidencial para capturar a personas como ella, que son defensoras de derechos humanos y trabajan en una organización de sociedad civil que es incómoda para el Gobierno de Bukele.
Tras la captura de Ruth López, distintas organizaciones nacionales e internacionales se han unido para pedir la liberación inmediata, pues consideran que no se está buscando justicia ni combatiendo la corrupción del pasado, sino que el régimen de Bukele es evidente en perseguir políticamente y capturar a quienes denuncian abusos a los derechos humanos y revelan la corrupción del actual gobierno.

¿Quién es Ruth López?
Ruth Eleonora López es una abogada de profesión y experta en derecho electoral. Actualmente, es la jefa de la Unidad Anticorrupción y Justicia de Cristosal, una de las principales organizaciones defensoras de derechos humanos en El Salvador y el norte de Centroamérica.
Desde su cargo en Cristosal, ha liderado más de 15 investigaciones e informes que revelan la corrupción del Gobierno de Bukele y también ha encabezado, durante los últimos tres años, a un equipo de su organización que ha presentado decenas de habeas corpus ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) por capturas arbitrarias en el régimen de excepción en contra de personas inocentes.
Ha sido una de las voces más críticas e incómodas para el bukelismo. Denunció la invasión militar de Bukele a la Asamblea Legislativa, ocurrida el 9 de febrero de 2020, y la decapitación del Poder Judicial, que tuvo lugar el 1 de mayo de 2021; así como la destitución ilegal del fiscal general para imponer a Rodolfo Delgado, quien maneja la Fiscalía como si fuera una dependencia de Casa Presidencial y de acuerdo a los intereses de la familia Bukele. También se unió a la coalición de peticionarios que exigen a la Sala de lo Constitucional que detenga la nueva Ley de Minería, debido a los graves peligros ambientales y el riesgo para la salud de los salvadoreños.
Como experta electoral criticó que el bukelismo hizo una serie de reformas irregulares con la única intención de conceder a Nayib Bukele que se mantenga en el poder, saltándose prohibiciones constitucionales, anulando sistemática y financieramente a la oposición electoral y controlando el Tribunal Supremo Electoral a su conveniencia.
Todo este trabajo de compromiso con los derechos humanos y transparencia ha sido reconocido internacionalmente. En 2024, el periódico inglés BBC la incluyó en su lista de las 100 mujeres más influyentes en el mundo.
López nació en San Salvador el 27 de septiembre de 1977. Durante el conflicto armado (1980-1992), su familia decidió mudarse a Nicaragua, donde vivió 11 años, y luego se fue a Cuba, donde permaneció 16 años y donde estudió para ser abogada, graduándose en Ciencias Jurídicas por la Universidad de La Habana en 1999. En su biografía aparece que recibió el título con honores, como la mejor estudiante extranjera. Fue hasta 2008 cuando regresó a El Salvador, donde se especializó en derecho electoral, derechos humanos y derecho comercial.
Una escalada de represión
La organización Cristosal señaló que la captura de López es un “acto de represión a las voces críticas” y, además, denunció que durante las primeras horas de su detención, las autoridades cometieron una “desaparición forzada de corta duración” por haberse negado a dar información a la familia y al equipo legal sobre el paradero de López.
Con la captura de Ruth López, el Gobierno de Bukele acumula, solo en lo que va de 2025, más de una docena de capturas irregulares en contra de activistas, defensores de derechos humanos, ambientalistas, líderes comunitarios y hasta un líder religioso. Además de información, expuesta por el periódico El Faro, de que la Fiscalía ha preparado órdenes de captura en contra de siete de sus periodistas. Sumado a esto, la escalada de represión ha incluido allanamientos a viviendas de periodistas y allanamientos a organizaciones de sociedad civil.
Entre los casos más recientes de esta escalada de represión está la captura del pastor de Misión Cristiana Elim, José Ángel Pérez, y otros dos directivos de la Cooperativa El Bosque, quienes estaban acompañando a los habitantes de la comunidad de esa cooperativa en una manifestación pacífica en la que pedían que Bukele intercediera por ellos ante una orden de desalojo de sus viviendas. Como respuesta, la Policía Militar reprimió a la multitud y capturó a los líderes comunitarios. A la mañana siguiente, el abogado del Foro del Agua, Alejandro Henríquez, también fue capturado por participar en la manifestación pacífica.
En medio de esta escalada de represión y tan solo 40 minutos después de la captura de Ruth López, el comisionado presidencial para los Derechos Humanos y la Libertad de Expresión, Andrés Guzmán Caballero, hizo pública su renuncia. El funcionario, de origen colombiano, fue nombrado en el cargo desde mayo de 2023. Desde esa fecha, intentó justificar ante organismos internacionales que en El Salvador no se violan los derechos humanos, pero una cantidad inmensa de testimonios, datos, expedientes e investigaciones periodísticas lo contradijeron una y otra vez.

La represión también coincide con una baja en la popularidad de Bukele, quien siempre se ha jactado de mantenerse por encima del 90 % de aprobación pública. La encuesta del Centro de Opinión Pública (COP) señaló que para abril de este año, el 55 % de los encuestados aprueban la gestión de Bukele. Lo que significa una disminución en la popularidad en comparación con otras encuestas publicadas en meses y años anteriores.
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Fotografía: Gato encerrado