Por: Marcelino Guerra Mendoza, Alicia Rivera Morales, Lucía Rivera Ferreiro, Roberto González Villarreal
Cd. de México, jueves 5 de marzo de 2020
Día 17 del paro en la UPN
A más de dos semanas de la movilización activa indefinida de los y las trabajadoras no docentes de la UPN-Ajusco, en lugar de resolver el conflicto, las autoridades de la UPN y de la subsecretaria de educación superior lo complican cada vez más. ¡Pero qué necesidad!
La rectora tardó una semana en darse cuenta de que tenía una movilización en la UPN. Ni vio, ni escuchó, ni atendió a los y las compañeras no docentes. Se fue a ver a sus amigos, los directores de unidades. La subsecretaría ni en cuenta.
Al regresar de su viaje, la rectora demandó la entrega de instalaciones como condición para dialogar. Algo inaceptable, como cualquiera sabe.
Luego citó a la delegación D III 47 a un lugar ajeno a la universidad y a la SEP, con la obvia intención de amedrentarla: no lo consiguió; pero si logró que los funcionarios de la Secretaría del Trabajo le dijeran que tenía que responder las demandas. ¿Qué no lo sabía? Parece que no, pues a la fecha todavía no tiene respuestas concretas a ninguno de los puntos del pliego petitorio. Tiempo ha tenido, y mucho, para hacerlo.
La verdad es que no quiere atender a nuestrxs compañerxs no-docentes. Como dijimos en un primer comunicado: si no puede, si no quiere, si no sabe cómo hacerlo, que lo diga. Comprenderemos muy bien eso, y le desearemos buena suerte. ¡Pero no! Está empecinada con una estrategia de alargamiento del paro, de provocaciones y, ahora, de exacerbación de contradicciones y confrontaciones.
A estas alturas, resulta insostenible argumentar desconocimiento; es evidente que no quiere atender a nuestrxs compañerxs no-docentes. Y ahora no es solo ella; cuenta con el apoyo de funcionarios de la subsecretaría de educación superior. Eso quedó claro desde la marcha intersectorial del viernes pasado, cuando estudiantes, académicxs y no docentes fueron agredidos e insultados por funcionarios menores. El día de ayer miércoles 4 de marzo, como se desprende de las informaciones de estudiantes y trabajdorxs, sucedió lo mismo. Un funcionario arremetió y cuestionó acremente a lxs estudiantes. Una maestra no soportó la provocación. La mesa de trabajo se suspendió. ¡Era lo que querían las autoridades!
En una negociación siempre ocurren esas cosas. Es la típica estrategia de intimidar, fustigar y desestabilizar a los adversarios. El PRI era un maestro en eso. Y comprendemos a quienes caen en las provocaciones; más aún, apoyamos decididamente que se hayan levantado de la mesa, es inadmisible que las negociaciones inicien con agresiones de cualquier tipo.
Lo peor es que el gobierno de la IV T, en la subsecretaría ocupada por un excomunista, siga haciendo esas cosas. ¡Los métodos no cambian! Será porque los funcionarios de hoy son muy parecidos a los de ayer. Todavía no lo podemos creer. Esperábamos otra cosa. Pero no es así.
En resumidas cuentas: ¡a dos semanas del inicio del Paro la rectoría se niega a responder puntualmente las demandas! Las condiciones de negociación se vuelven cada vez más difíciles, y peor, el ambiente de confrontación es cada vez mas tangible. Ya hay troles, presuntamente estudiantiles, llamando a tomar las instalaciones; también la intención
-según nos han comentado profesores de unidades-, de emitir un comunicado de los amigos directores de la rectora, exigiendo la entrega de la universidad; ya se escuchan los gritos de los charros reprochando “los excesos de Ajusco”.
No podemos ni debemos hacer a un lado estas derivas de la actuación de las autoridades. Es lo que han buscado con su estrategia de no escuchar, ni ver, y de prolongar el paro. Así lo evidencia la ausencia de respuesta de la rectora al pliego de demandas; su decisión de irse de viaje; la provocación hasta en las negociaciones.
Por eso, preguntamos directamente, a la rectora y al subsecretario de educación superior:
- ¿Qué quieren: provocar que grupos porriles tomen por la fuerza las instalaciones; después de una confrontación con los y las paristas?
- ¿Qué quieren: que los charros enquistados en muchas unidades del país tomen la UPN-Ajusco, el lugar al que nunca han podido entrar?
- ¿Qué esperan: enfrentamientos entre grupos de estudiantes, grupos de trabajadores y grupos de académicxs? ¿A eso le apuestan?
- ¿Ese será tu legado, Rosa María? ¿Para eso votamos un gobierno de cambio, Luciano?
Por todo esto, exigimos el cese de las provocaciones y el inicio de las negociaciones de manera seria, responsable y urgente.
.
Lo vamos a decir claro y fuerte: más allá de acuerdos o desacuerdos, llamamos a:
- Defender la movilización de los y las trabajadoras no docentes;
- Defender a la UPN de charros y porros, que esta rectoría parece estar impulsando con sus acciones y omisiones.