Por: Equipo de Investigaciones Especiales del Portal Insurgencia Magisterial. 11/07/2017
La lucha por el poder público se mueve en lo formal y en el día a día, con reglas diseñadas para evitar que cualquier actor con capacidad de veto construya vías alternativas para constituirse en una “opción política”, acceder al poder y permanecer en él. Así que una primera batalla del “sistema” contra sus opositores radica en “domar” a los rebeldes y encauzarlos por las vías “institucionales” para disputar el poder.
El sistema doma la “presencia”, al establecer pautas en el vestir y en el conducirse en los espacios públicos o con los adversarios; institucionaliza las protestas y las estrategias de movilización, al plantear sus límites o lo “políticamente correcto” y, construye márgenes para encauzar rebeldías “necesarias” que mantienen la ilusión de la libre elección ciudadana.
MORENA: la ilusión del Partido-Movimiento
Existen varios observables que dan cuenta que el “experimento” de MORENA de tirar al “sistema” sin jugar con sus reglas, ha fracasado. La rebeldía se ha institucionalizado y el Partido se ha comido a los Movimientos. Planteamos tres indicadores para ejemplificar lo anterior:
- La forma en la que se procesa la toma de decisiones: MORENA ha cerrado espacios de deliberación de sus “bases” y ha institucionalizado una estructura piramidal que la “representa” y le da “legalidad”, contrario a lo que sería un movimiento, donde las decisiones se tejen en redes y no se imponen o se informan. Esto no es algo extraordinario, así se mueven todos los Partidos, con burocracias que se heredan y que reproducen en lo micro el “sistema” que se dice combatir. En este espectro MORENA se mueve más como Partido que como Movimiento.
- La “institucionalización” de los Movimientos: ya hay suficiente evidencia para afirmar que la fuerza numérica de los Movimientos se traduce en “puestos públicos”, pero sin incidencia en la toma de decisiones (en el PRI se llamaban sectores a estos “grupos”). Los “notables” deciden sin que los involucrados colectivos en los temas participen. Se premia el silencio y la aceptación y se castiga con veto el cuestionamiento o el intento de incidencia.
- Las Alianzas y Coaliciones: MORENA parece aceptar que no basta con el voto de los de abajo y los hartazgos acumulados para ganar la presidencia de la República. Por ello, se mueve al centro del espectro electoral, lejos de la izquierda combativa, para romper el escenario de polarización entre los de “abajo” contra los de “arriba”. Un costo de esta decisión electoral, es que la Agenda de MORENA se llena de intereses contrapuestos, pero todo apunta a que será el poder económico el que imponga sus condiciones. Políticos, empresarios y bloques económicos ven ahora en MORENA más líneas de continuidad que de ruptura y una oportunidad histórica para tener un borrón y cuenta nueva en sus historias públicas.
MORENA y la Reforma en educación: primeras posturas
Para el Movimiento magisterial nacional, donde confluyen diversos referentes regionales de lucha como la CNTE, el CEND del SNTE y otros más de carácter estatal o local, la única posibilidad de triunfo contra la reforma educativa es derogándola. El enemigo tiene un único nombre el “Pacto por México”, concebido como una coalición de partidos que defienden fuertes intereses económicos.
La lucha es radical, ya que la reforma implicó la creación de un nuevo Pacto constitucional que modificó el Artículo tercero de la Constitución política y creó nuevos marcos normativos que de un golpe borraron una arquitectura legal que sostenía a la educación pública.
El gobierno movió todos sus recursos legales e ilegales para imponer su Reforma en educación, logrando un triunfo, que visto a la distancia puede definir el desenlace de esta confrontación con el Movimiento magisterial nacional: aislar la pugna solo a la evaluación para la permanencia de maestros en servicio. Todos los demás aspectos de la Reforma avanzan, con resistencias muy focalizadas y acotadas, las cuales sumadas no la ponen en riesgo. Este acierto en la estrategia gubernamental, contrasta con la estrategia de la CNTE de Movilización-Negociación, la cual es necesario evaluar de cara a los resultados obtenidos.
En este escenario radical MORENA capitalizó el “enojo” magisterial, se apropió de las banderas del Movimiento magisterial de “derogar” la Reforma en educación e impulsó los llamados “Acuerdos para fortalecer la educación pública” (1). En el caso de Veracruz este “Acuerdo” se firmó en la Ciudad de Córdoba en abril del 2016. Se puntualiza en dicho documento firmado con Andrés Manuel López Obrador como testigo, que a cambio de echar abajo la Reforma en educación “Los maestros que suscriban este acuerdo hacen el compromiso a título personal, como ciudadanos, de apoyar a Morena en los trabajos de promoción y defensa del voto para asegurar el triunfo en las próximas elecciones a diputados locales y gobernador.” (2) MORENA no ganó la gubernatura de Veracruz, pero el magisterio disidente, si apoyó a los candidatos a Diputados locales, logrando ganar varios distritos electorales, a pesar de ello, hasta la fecha la bancada de MORENA no ha impulsado ninguno de los 10 compromisos asumidos en el citado documento.
En mayo del 2016, Obrador anunció en Pachuca: “Cuando triunfe Morena en Hidalgo, en Oaxaca, en Veracruz, en Zacatecas, en los estados donde hay elecciones y va a haber gobernadores de nuestro movimiento, se va a cancelar la mal llamada reforma educativa”. (3)
En el 2016 en el marco de diversas elecciones, la postura de MORENA ante la Reforma en educación era clara y sin ambigüedades: cancelarla.
En el 2017, en el marco de nuevas elecciones, sobre todo en el Estado de México, MORENA tuvo acercamientos con el SNTE y personajes vinculados a Elba Esther Gordillo, cambió su estrategia de defensa del voto (por una demagógica vía legal) y públicamente se desmarcó del compromiso del 2016 de “cancelar” la Reforma en educación por solo “revisarla”, además de encargar el diseño de su Proyecto de Nación en materia educativa a “notables” sin una participación de los maestros. En el siguiente artículo desarrollaremos estos aspectos, sobre todo porque de no modificarse esta tendencia, la política educativa del Pacto por México será transexenal, tal como alertan colegas de la UPN.
Referencias
(3) http://www.excelsior.com.mx/nacional/2016/05/27/1095281