Por: José Yorg. 25/10/2023
La Argentina es un país riquísimo que hasta ahora ha sido saqueado por propios y extraños”. J. Perón.
“La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo”. J. Perón.
“Perón en el siglo XXI nos propone, desde el inicio, un camino de imaginación y reflexión, de ubicar el campo de batalla político en cada tiempo, identificar al enemigo del pueblo y de la Patria, más allá de cualquier escenario epocal”. Del prólogo de Jorge Rachid.
Son excepcionales quienes niegan una verdad objetiva por sí misma, cual es el hartazgo del pueblo argentino por la política, pues, una y otra vez no se resuelve políticamente los obstáculos de su existencia como ser humano, sino todo lo contrario, el nivel de satisfacción socio-económica del pueblo ha descendido a niveles vergonzantes.
Tal desnivel y decadencia se concreta en la pérdida efectiva de derechos del trabajador. El artículo N° 14 bis de la Constitución nacional es un cuento utópico: “El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor, jornada limitada; descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección; protección contra el despido arbitrario; estabilidad del empleado público; organización sindical libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial”.
El Estado neoliberal que edificó la ultima dictadura se alzó sobre las ruinas y escombros del Estado de Bienestar social. Sin embargo, el Estado neoliberal jamás fue desmantelo por ninguno de los gobiernos desde el regreso a la vida democrática en el año de 1983.
Poco a poco el pueblo toma conciencia de que la democracia no significa ni por cerca aquello que Raúl Alfonsín dijo: “Vamos a vivir en libertad. De eso, no quepa duda. Como tampoco debe caber duda de que esa libertad va a servir para construir, para crear, para producir, para trabajar, para reclamar justicia —toda la justicia, la de las leyes comunes y la de las leyes sociales —, para sostener ideas, para organizarse en defensa de los intereses y los derechos legítimos del pueblo todo y de cada sector en particular. En suma, para vivir mejor; porque, como dijimos muchas veces desde la tribuna política, los argentinos hemos aprendido, a la luz de las trágicas experiencias de los años recientes, que la democracia es un valor aún más alto que el de una mera forma de legitimidad del poder, porque con la democracia no sólo se vota, sino que también se come, se educa y se cura”.
Hemos dicho en otra ocasión que el cambio transformador es un mandato objetivo que surge del agotamiento del modelo neoliberal puesto que su persistencia lleva al mundo al peligro de extinción humana.
De la interpretación seria que surge inequívocamente de la constatación de que del agotamiento del modelo neoliberal emerge el tiempo de cambio, es una ley social y económica de la evolución de la organización de las sociedades humanas.
Un dato más del que nos valemos para fortalecer nuestro punto en cuanto a que los riesgos de no desmantelar el Estado neoliberal significará la demolición de la democracia en la Argentina, al no adecuar significativamente a los tiempos del requerimiento de un nuevo orden mundial más justo, más participativo, más cooperativo, ponemos a continuación:
Comunica la Agencia de noticias TASS: “El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, ha declarado este lunes (23) que desde el Kremlin apoyan las palabras del presidente de EE.UU., Joe Biden, quien el viernes (20) afirmó que la humanidad necesita un nuevo orden mundial, pero recalcó que el nuevo mundo ya no girará en torno al país norteamericano”.
“Es un caso raro en el que estamos absolutamente de acuerdo con lo que dijo [Biden]”, expresó Peskov. “De hecho, el mundo necesita un nuevo orden mundial basado en otros principios completamente diferentes”.
¡Claro que el mundo necesita un nuevo orden mundial basado en otros principios completamente diferentes al neoliberalismo que exprese concretamente la primacía humana: El cooperativismo!
¿Y que mejor para tal proeza que fortalecer en el sistema educativo argentino la educación cooperativa escolar y universitaria?
Entonces, comprender esas afirmaciones de los dos líderes máximos del mundo es prioritario para avanzar en la edificación de un Estado de derecho social y cooperativo, para la felicidad del pueblo argentino.
¡En la fraternidad un abrazo cooperativo!
Argentina: ¿neoliberalismo imborrable?
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Fotografía: José Yorg