Jorge Salazar García. 28/03/2020
Al investigarse la autoría de un crimen los primeros sospechosos son quienes se benefician de él; es un principio básico en criminalística (Intercambio) porque siempre el autor deja rastros de sí incorporados al delito cometido. Por esa razón, si el Convid-19 fue creado en laboratorio y dispersado intencionalmente, la primera pregunta a hacerse para descubrir al criminal debe ser ¿a quiénes conviene la pandemia?
En el artículo anterior (https://insurgenciamagisterial.com/la-pandemia-festival-de-avaricia-en-wall-street/)
se expusieron argumentos sobre la actitud festiva en los dueño de Wall Street y la posible responsabilidad de los E.U. en la propagación del virus. Conforme fluye la información, ambos supuestos se fortalecen. Por ejemplo, cuando las bolsas de valores declararon la vaporización de capitales por la propagación del virus, evidentemente mintieron. Eso por la primera Ley de la termodinámica, simplemente no es posible. Es un eufemismo empleado para ocultar el traslado ilegal de fondos hacia otra parte o para aprovechar dar liquidez a lo que existía sólo en papel. Inevitablemente ambas acciones generarán pérdidas a unos y ganancias a otros. Los ganadores serán quienes logren deshacerse de los bonos devaluados y deudas irrecuperables[1] por medio de los rescates financieros gubernamentales. ¿Qué tiene que ver Wall Street? Todo, allí cotizan las trasnacionales y las corporaciones globalizadas ocupadas en retrasar el colapso del modelo de mercado.
Los hechos de sobre-explotar los recursos naturales, acelerar el calentamiento global y de enfrentar a otro “machuchón” (China) muy competitivo, han ocasionado mermas en la rentabilidad del dinero de los grandes especuladores. Dicho coloquialmente; la porción de pastel disminuye con la llegada de más comensales. Allá muy arriba saben que mantener igual ritmo de saqueo con las mismas recetas (Consenso de Washington) ya no funciona; pues no hay recursos que alcancen para satisfacer la voracidad de esos “26 avaros que poseen la misma riqueza que 3800 millones de personas” (Oxfam-2019). Su codicia los conduce a utilizar métodos propios de una guerra híbrida mundial (de 5ª generación), cuyas características son:
“la integración en tiempo y espacio de procedimientos convencionales con tácticas propias de la guerra irregular (propaganda, agitación, …, guerra informativa, ciberoperaciones), mezcladas con actos terroristas. Este fenómeno, …, constituye la reacción natural y lógica del estilo militar occidental. Pone de manifiesto la difuminación de las fronteras entre crisis y guerra, entre tácticas convencionales y asimétricas”[2].
¿Acaso la Pandemia no difuminó las fronteras? ¿Acaso la propagación del dengue hemorrágico en Cuba por la CIA (1981) no fue un acto terrorista propio de una guerra irregular? Ni qué decir de la guerra informativa.
¿Coordinación pactada o coincidencia milagrosa?
Tanto el poder político como el económico sabían que de no hacer algo “preventivamente” la eclosión del modelo les perjudicaría gravemente. De aquí se desprende la sospecha de que a los deportistas militares enviados a Wuhan en octubre les ordenaron soltar el virus, como un ataque preventivo, táctica de la guerra híbrida. Esta lógica se fortalece con lo informado el 1 de marzo por Michel Chossudovsky de Global Research sobre que dos meses antes del brote en Wuhan, el Centro J. Hopkins para la Seguridad de la Salud EFECTUÓ un ejercicio de SIMULACIÓN, (financiado por la CIA) de una epidemia en la ciudad de Nueva York.
La concatenación de hechos, refuerza significativamente la idea de que existe una coordinación pactada entre Trump y los oligarcas. De otro modo, sólo una coincidencia milagrosa explicaría la similitud de cifras obtenidos por distintos actores económicos en sus cálculos al evaluar las pérdidas por la pandemia. Vea; en el ejercicio de simulación citado se determinó que el costo en los mercados financieros sería del 15%. Este pronóstico, coincide con el de JP Morgan cuyo cómputo para la contracción trimestral resultó ser 14% . Y ¿qué cree? El poderoso banco de inversiones Goldman Sachs pronosticó el 20 de marzo que el impacto económico para E.E.U.U por el coronavirus será de 6% en primer trimestre y 24% en el segundo. Es decir ¡15% en promedio por trimestre! Y, ¿qué cree? Trump ya prometió 2 billones de dólares para el ¡rescate de las empresas! Cantidad equivalente al 10.5 % del PIB norteamericano; les falta 4.5%; ya irán por él cuando los ciudadanos estén paralizados por el pánico. Los bolseadores brincaron de gusto al obtener utilidades “no vistas en 60 años” (Jornada/25/03). Así, ¿Cuál crisis?
Por donde se vea, son momentos cruciales para el destino de la humanidad. Esta pandemia resultó ser el pretexto perfecto para resolver la crisis de liquidez generada por los megaespeculadores. Por medio de ella, en alianza con el Estado, socializarán sus pérdidas a través de un ¡FOBAPROA GLOBAL! En México, esos h.d.p están furiosos con AMLO porque éste ha programado rescates sólo para los pequeños y medianos empresarios (PYMES), hasta el momento. El problema es que, de seguir la brutal presión de los poderosos beneficiarios del FOBAPROA (IPAB) esta situación podría cambiar y volverían a saquearnos.
Continuará …
[1] La Reserva Federal estadounidense (Fed) anunció la compra de deuda de empresas hasta por 10 mil millones de dólares, acción semejante a la que llevó a cabo durante la crisis financiera de 2008.
[2] Colon Piella, Guillem (Dr. en seguridad internacional). “Guerras hibridas: cuando el contexto lo es todo”. Revista del ejército. AEME: (Asociación Española de Militares Escritore. www. militaresescritores.es Pag. 42
opinión domestica y presión internacional