Top Posts
¿Por qué destrozaron la calidad educativa?
Valoraciones sobre la situación de Ruth López
Primer round: CNTE desnuda carácter neoliberal de la...
Meritocracia sin igualdad es privilegio
Un paso por la memoria del “Charras”
Cirrus Minor: “Simple Minds en México (by request)”
PSICOTERAPIA DE ROCK INTENSIVA: JUDAS PRIEST & OPETH:...
REDONDO: “Mickey 17”
¡Solidaridad con la maestra Karla Mendoza en lucha...
La transformación al servicio de los pobres o...
  • Colectivo Insurgencia Magisterial
Portal Insurgencia Magisterial
Banner
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Espacio principalEspacio secundario

Homo-scroller

por RedaccionA enero 25, 2021
enero 25, 2021
1,5K

Por: Agustín Valle. 25/01/2021

Algo de la socialidad presencial ha retornado, y acaso la vacuna sea umbral de la post-pandemia, pero: ¿qué rasgos de la subjetividad ya no volverán a ser tal como eran? Si la forma de vida adoptada como resguardo ante la amenaza consistió sobre todo en la profundización de tendencias previas: la mediatización, la celularización, la virtualización, la conectividad como técnica y como modo de pensar y vivir. Por ejemplo, “estuve todo el día haciendo cosas sin parar, y sin embargo llega la noche y siento que no hice nada” es un testimonio de la vida mediatizada. Esa sensación, ese saldo sensible al final del día, es propio de una experiencia donde las cosas se viven todas pegoteadas; las actividades -y también por tanto nuestras facetas o roles vinculares- amontonadas, en simultáneo o una tras otra sin solución de continuidad. Las diferencias que tienen las cosas, en tanto experiencias sensibles, quedan limadas, homogeneizadas por el ritmo patrón regido por la conectividad. Como señala Bifo Berardi, siempre solicitudes excesivas respecto de la posibilidad orgánica; siempre detrás de la interminable lista de deberes: en deuda siempre. Un rato desconectadxs, algo nos perdemos, algo podríamos hacer o responder. Vivimos pagando, para dormir debiendo: la mediósfera no es solo asunto técnico, sino que reproduce la matriz deudora (de raigambre moral en el fondo) en la subjetividad.

Es que la mediatización no consiste solo en que las actividades y relaciones se efectúen mediante conexión virtual; damos forma a nuestras herramientas, y luego ellas nos dan forma a nosotros, decía McLuhan. En el uso de la técnica de comunicación instantánea se forja un tipo de sujeto. Más cuando la mediósfera es nuestro hábitat en última instancia. Si el campo producía campesinos, la ciudad ciudadanos, ¿qué tipo subjetivo produce la mediósfera? ¿Qué formas tiene el humano mediatizado?

Una forma cabizbaja, con la mirada clavada en la mano, una mano que no muestra ya su palma sino el aparato que la ocupa (ah, ¡el atávico gesto de mirarse la palma de la mano!). Una vida sin entres. Porque la conectividad tiende a un régimen de acoplamientos funcionales sin pérdida. Abundan las encuestas que muestran cuánto las empresas -y muchxs trabajadorxs- esperan seguir implementando teletrabajo, pero quienes aún se trasladen, tienen la pantalla celular para llenar ese entre. ¿Cuánta conexión hay al momento de despertar, cuánta justo antes de dormir, cuánta en el baño? ¿Cuánto se filtra la conectividad como líquido que llena todo entre o incluso se cuela si en principio no lo hay?
La economía de la atención es una guerra cuyo botín son los cuerpos vivos, y así los dispone: constantemente enganchados, sin instancias de silencio, de vacío, de flotación, de aburrimiento o vagancia (distraídos sí, libres no…). En este imperio de la luz sin entres, se atrofia el ensueño -el ensueño, tan bellamente teorizado por León Rozitchner en su Materialismo ensoñado como potencia subjetiva que logra ver las dimensiones de lo real no dispuestas ya en acto-.
Con el continuo conectivo como técnica central, vivimos el despliegue de un renovado modo de producción de sujetxs. Ignacio Lewkowicz decía que “una subjetividad consiste en un conjunto de operaciones necesarias para habitar determinada circunstancia histórica”. Vemos pues el muteo, el googleo, el multitasking, o el llamado hating, como ejemplos del vasto repertorio de operaciones de cuño mediático. Pero también operaciones menos obvias, como la indiferencia, en principio necesaria para tolerar la saturación de estímulos, pero luego instalada como modo de relación con los otros. Las operaciones propias de un entorno entrenan al cuerpo, le dan forma (los “gestos del trabajo y la vida cotidiana”, en palabras de André Haudicort), y así quedamos hechos, bichos humanos mediáticos. Bichos escroleros.

“Todo el día haciendo y al final no sentir ninguna cosa realizada”, sí, pero también su inversa: “hoy estuve todo el día sin hacer nada, y sin embargo llega la noche y estoy agotada como si hubiera hecho cosas sin parar”. Ambos testimonios son dos espejos que muestran opuestos costados de lo mismo: la dominación sensible del patrón temporal conectivo por sobre la experiencia de la singularidad de las cosas, incluido el reposo (o el “esparcimiento”, que también resulta acaparado por ofertas pantalliles). El continuo de la Actualidad es un operador de sujeción central de nuestra época, y el escroleo es una de las operaciones que reproducen su inserción en el cuerpo. El escroleo es una parte del dispositivo, que pone al cuerpo -único creador de valor- dispuesto para la Actualidad constante.

El capitalismo 24/7 (como lo llama Jonathan Crary) necesita esta suerte de tic masivo que nos mantiene disponibles. El escroleo mantiene activa la cinta del continuo. Con la vista encuadrada en la luminosa pantalla, y el dedo meta frotarla, incorporamos y reproducimos la matriz perceptiva de nuestro tiempo. El dedo manda al pasado lo ya visto, para traer rápidamente lo más nuevo… ¿después acaso lo que vemos en persona también empezamos a verlo como ya viejo, esperando rápido algo más actualizado? El dedo va pasando las imágenes, los mensajes, y si es por el dispositivo, la cinta vertical es sin fin, nunca llegamos a algún lugar donde estar. Es que el escroleo es el horizonte de nuestra cabizbaja época; o acaso el escroleo sirve para que nuestra época no tenga horizonte, especulando infinitamente la Actualidad.

Sin fin, pero no eterno, es el patrón conectivo. Lo eterno daría serenidad en vez de esta proliferante ansiedad. La ansiedad -otra pandemia- puede entenderse como la incorporación fisiológica del diseño de los dispositivos; como reflejo psíquico automatizado (es decir, que ya no requiere la presencia del artefacto). La ansiedad: una necesidad de actualización constante, que pase algo ya. Necesidad de producción de futuro inmediato ya -un futuro, pues, desfuturizado-. Sometido a rendir en la Actualidad.

Suele señalarse que las notificaciones y solicitudes virtuales generan un golpe de dopamina que vuelve a las redes y artefactos conectivos una fuente de adicción (por ejemplo, los escritos de la española Marta Peirano). El celu sería, en la praxis, menos teléfono que máquina tragamonedas (tal como las describe Andrés Fuentes en La cueva de los sueños. Precariedad, bingos y política): lo abro, escroleo a ver si esta vez pinta golpe de suerte…. Pero en las teorías de adicción por “chutes” de dopamina falta incluir, por un lado, la condición de los artefactos como pieza de un régimen económico general en cuyo sistema de alienación se integra (además, ¿pasaremos por alto que tanto el capital, como la mediósfera, son dos entidades abstractas que dominan lo vivo?). Y, además, en todo caso hay que pensar por qué produce la bendita dopamina (si es que sucede tal cosa), por qué excita y logra preeminencia.

En este punto, no podemos desentendernos, en este punto, de la herencia teológica de la pantalla y las redes conectivas. Su sacralidad, su condición divina, brillante, ultraterrena, omnisciente y paradisíaca (sugerida en la obra de Paul Virilio, por ejemplo, pero también en películas como Her). Son el aparato que nos religa. El celular es jackpot, sí; pero también es un rosario: objeto que agarramos y tocamos incluso “porque sí”, palpando en él una reconfirmación efímera de que sí, existimos; un módico sosiego por chequear que acá estamos -en tanto conectados a un más allá-.

LEER EL ARTICULO ORIGINAL PULSANDO AQUÍ

Fotografia: Lobo suelto

Compartir 0 FacebookTwitterWhatsapp
RedaccionA

noticia anterior
Manual de instrucciones para combatir a la extrema derecha
noticia siguiente
EL ANDROCAUSTO

También le podría interesar

Guerrero: la tierra de los desposeídos

junio 6, 2025

Pensamiento crítico. Cara y ceca de la Inteligencia...

junio 6, 2025

Argentina. ¿Anhelar una sana administración de justicia es...

junio 5, 2025

Visitantes en este momento:

1.267 Usuarios En linea
Usuarios: colaboracionjs,RedaccionA,RedaccionEM,560 Invitados,704 Bots

Blog: Perspectivas comunistas

Desde el Plantón magisterial en el Zócalo de la CDMX

Nuestras redes sociales

Blog de la Columna CORTOCIRCUITOS

Nuestros grupos de difusión

Artículos publicados por mes

Síguenos en Facebook

Síguenos en Facebook

Artículos por AUTORES

Artículos publicados por FECHA

junio 2025
L M X J V S D
 1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
30  
« May    

Artículos más leídos esta semana

  • 1

    Alto al ataque mediático contra la CNTE, magisterio, organizaciones y sindicatos

    junio 2, 2025
  • 2

    Ante la ratificación del Director del Colegio Preparatorio de Xalapa por parte de la USICAMM la Dirección de Bachillerato lo “retira” de manera arbitraria. Comunidad escolar inicia protestas

    junio 3, 2025
  • 3

    La CNTE: autonomía y movilización en el marco de una hegemonía progresista (3/3)

    junio 3, 2025
  • 4

    México. Maestros de la CNTE, continúa la huelga

    junio 4, 2025
  • 5

    Banco Azteca es premiado con 25 % de las AFORES: Pedro Hernández de la CNTE

    mayo 30, 2025
  • 6

    ¡Quién miente?, ¿la presidenta o la CNTE?

    junio 1, 2025
  • 7

    Daniela Griego, Presidenta Municipal electa de Xalapa. Recibe su constancia de mayoría

    junio 5, 2025
  • 8

    AFORES: un robo para los trabajadores. ¿Quiénes son y cuántas cuentas controlan?

    mayo 25, 2025
  • 9

    La primavera no se alquila: dignidad magisterial y respeto a la historia

    mayo 30, 2025
  • 10

    La CNTE: autonomía y movilización en el marco de una hegemonía progresista (2/3)

    junio 1, 2025
  • ¿Cuáles son los elementos de una historieta?

    febrero 15, 2017
  • 12

    EL PROBLEMA DE LA USICAMM ES… ¡TODO!

    mayo 31, 2025
  • 13

    Morir en la tortuosa búsqueda de los 43

    junio 3, 2025
  • 14

    Bukele reconoce que le estorban los tratados de derechos humanos y que lo tiene sin cuidado que lo llamen dictador

    junio 3, 2025

Rolando Revagliatti. Argentina

Raúl Allain. Perú

Juan Antonio Guerrero O. México

Vanesa Monserrat. Argentina

Carolina Vásquez Araya

Ilka Oliva-Corado

Javier Tolcachier

Columna: CORTOCIRCUITOS

Manuel I. Cabezas González

Luis Armando González

Iliana Lo Priore

Jorge Salazar

Adolfo del Ángel Rodríguez

Oswualdo Antonio G.

José Eduardo Celis

Daniel Suárez

Güris J. Fry

Jorge Díaz Piña

Ángel Santiago Villalobos

Andrés Brenner

Alejandra Cortina

José Carlos Buenaventura

Luis Palacios

@2020 - Insurgencia Magisterial

Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
@2020 - Insurgencia Magisterial

Leer también:x

Crítica al feminismo liberal, “radical” y posmoderno...

junio 19, 2018

Las andanzas de Samuel García (o “Cada...

enero 3, 2024

Sorprendizaje: Como acabar con una educación aburrida.

octubre 3, 2018