Por: José Yorg. 12/11/2022
“Si votar sirviera para cambiar algo, ya estaría prohibido”. Eduardo Galeano.
Mediante el texto denominado “La revolución industrial y el pensamiento político y social en el capitalismo contemporáneo (Siglo XIX) Doctrinas Políticas y Sociales II de los compiladores Virginia de la Torre Veloz; Nicolasa López Saavedra y Marco Antonio González, (https://core.ac.uk/download/pdf/48393401.pdf)
Allí podemos ilustrarnos que “Las transformaciones en los procesos de producción también incidieron en la vida política y cultural de la época; de ello nos da cuenta Pasquale Villani en sus artículos
titulados “La Inglaterra de la Revolución Industrial y la Europa de Napoleón” y “Desde 1848 a 1871”. En estos textos, el autor desarrolla el escenario histórico político en que transcurre el siglo XIX. V¡llani explica cuáles fueron las condiciones en las que se desarrolla la revolución industrial centrando su atención en el desarrollo comercial de Inglaterra debido a sus colonias y a la posición dominante que le permitía ejercer su gran flota militar y mercante”.
“Ya hacia mitad del siglo, los procesos de integración, favorecidos por el progreso de la tecnología y promovidos por los grupos dirigentes, anunciaban la formación y la nacionalización de las masas, anteriormente divididas por ancestrales raíces étnicas y regionales. Por último, señala Villani, específicamente en el plano de las relaciones entre las grandes potencias europeas de 1848 -y sobre todo, después de la llegada de Napoleón II que favorece la cristalización de la unidad nacional italiana y alemana- el sistema político, territorial y diplomático construido en Viena sufre una conmoción definitiva, y comienzan veinte años de estabilidad que terminan con las guerras de 1866 y 1870”.
“El asociacionismo obrero, el mutualismo, el cooperativismo, las uniones sindicales y, también el nacimiento de las organizaciones políticas del proletariado industrial se gestan en la complejidad del proceso industrializador; todo ello condicionado por la ampliación y el crecimiento de los mercados”
Esa complejidad del proceso industrial inglés se da bajo la era Victoriana. Como sabemos la época victoriana fue un período en la historia del Reino Unido de Gran Bretaña. Se afirma que fue la época de mayor esplendor del Imperio Británico y la cúspide de la Revolución Industrial. Se extendió durante los 64 años del reinado de Victoria I (desde 1837 a 1901), uno de los más largos de la historia del reino. Tema que podemos indagar en Enciclopedia Humanidades (Fuente: https://humanidades.com/epoca-victoriana/#ixzz7k58SVp54)
Ese fue el escenario en que los Pioneros de Rochdale fundaron su almacén en el año de 1844.
Democracia participativa.
Esa extraordinaria organización cooperativa que implementó tempranamente la democracia participativa es hoy un ejemplo y un faro que ilumina a la humanidad la ruta de superación de un modelo democrático ya agotado y evidencia que es posible desarrollar en las sociedades el modelo democrático participativo.
La pregunta que tememos que hacernos es ¿De qué nos sirve la democracia representativa y el sistema político sino dan respuestas al pueblo? Al contrario los gobiernos reprimen, dan palos en vez de dar pan a las manifestaciones de insastifacción social.
Muchos intelectuales coinciden en afirmar que la bancarrota de la democracia delegativa comenzó en la Argentina, como proceso decadente institucional despues de la última dictadura por causa y efecto de que no se desmanteló el Estado autoritario que impide, hasta hoy, una democracia participativa.
Aquella democracia representativa que surgió bajo el amparo de los Estados-naciones representó una conquista para la sana convivencia social y económica, pero, como al igual que a todo sistema, llegado a un punto se agota su vitalidad y decae, ya no responde a las demandas de los pueblos esa democracia representativa, y por tanto, se ha vuelto un mecanismo de opresión al pueblo igual que las monarquías, basta observar la realidad, pueblos enteros despojados de sus derechos elementales: Comer.
Se ha vuelto la democracia representativa una mutación retrógrada, una camisa de fuerza, para desarrollar otra democracia, una democracia que no oprima, que no sea una traba para el desarrollo humano y preserve la naturaleza, ella es la democracia participativa cooperativa.
Cabe también preguntarnos desde la canción de Teresa Parodi: ¿De qué nos sirve la libertad, si no hay justicia, María Pilar?” El mundo reclama avanzar hacia el sistema democrático participativo.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
Fotografía: Raúl Rodríguez