Por José Eduardo Celis Ochoa Cordero. Insurgencia Magisterial. 12 de agosto de 2018
La maravillosa Narita (Japón)
En la acotación inicial de esta serie de comentarios acerca de la experiencia vivida en estas vacaciones de verano en donde visitamos Tailandia y Vietnam, te comenté acerca de la planeación de un viaje al extranjero.
Resulta ser que cuando nos pusimos a revisar el itinerario ya con la expectativa de ir viendo, por ejemplo cómo son los países y las ciudades a visitar, si es o no fácil cambiar moneda de curso, cómo son las condiciones climatológicas, etc., nos dimos cuenta o más bien ratificamos que como el vuelo de México a Bangkok, era México-Narita (Tokio, Japón), Narita-Bangkok, teníamos que hacer una escala de alrededor de 10 horas de espera en el aeropuerto de Narita en Japón, país del que ya te hablé previamente pues tuvimos la oportunidad de viajar por esos lares.
Una de las grandes ventajas de Japón para los mexicanos es que no necesitamos tramitar visa, tan solo necesitas tu pasaporte vigente para entrar al país.
Así que entonces comenzamos a preguntarnos ¿qué vamos a hacer a lo largo de esas 10 aburridas horas de espera? ¿quedarnos en el aeropuerto? ¿animarnos a caminar por las afueras del aeropuerto a ver qué encontrábamos? ¿preguntarle al de la agencia de aquí si sabía qué hacer? Como el de la agencia no pudo contestar mi pregunta, ya que se me ocurrió hacérsela como cinco días antes de la salida, Mys se puso a investigar al respecto.
Como mi esposa es una gran viajera, está incorporada en varios grupos de viajeras que hay en Facebook, lanzó la pregunta ¿qué podemos hacer en el aeropuerto de Narita en un espacio como de 6 horas? La llegada al aeropuerto era alrededor de las 6:45 am tiempo local, saliendo hacia Bangkok a las 17 horas (hay que registrarse al menos dos horas antes de la salida), por eso las 10 horas se convierten en realidad en 6 horas, así que le comenzaron a llegar respuestas.
Hay quien le dijo, es muy fácil, sales del aeropuerto, buscas un autobús que te lleve a la pequeña ciudad de Narita y después retornas al aeropuerto.
Alguien más le dijo, no, agarras el tren, te vas a Narita y después regresas. La verdad de las cosas a nosotros se nos hace un tanto cuanto complicado el sistema de trenes de Japón, en algunos casos debes de tramitar el JR Pass el cual es caro y su duración mínima recuerdo es de 7 días, o en otros casos se nos hacía difícil distinguir un andén de otro o un tipo de tren de otro.
Finalmente alguien le dijo: “…En el aeropuerto de Narita hay un programa de visitas para viajeros en tránsito. Aquí tienes la liga https://www.narita-transit-program.jp/ …”
Así que ni tardo ni perezoso me dispuse a entrar en esa liga.
El programa se llama “Narita Airport, Transit & Stay Program” es un programa diseñado para pasajeros extranjeros en tránsito que estarán en espera de un vuelo de interconexión, pero también lo pueden ocupar extranjeros en visita a Japón que dispongan de cierto tiempo y deseen conocer la población de Narita la cual es la que alberga al aeropuerto más importante de Tokio (hay otro que se llama Haneda).
Es un programa bien interesante que para empezar es gratuito, consiste en una serie de varios minitours que tienen dos modalidades, con guía o sin guía y tienen una duración (dependiendo del tour) de entre 4 y 6 horas.
El de modalidad sin guía no te lo voy a describir, pero si te llegara a interesar, tan solo basta que entres al vínculo y veas las opciones.
El de guía, se trata de que eres acompañado por un japonés o japonesa que son jubilados, hablan inglés y tan solo tienes que pagarles el transporte y según sea el caso, la comida. Recuerda que en Japón no existe la propina, así que no vayas a ofender a un japonés ofreciéndole propina.
Las opciones que tienes –para esta modalidad- son en el tour 1: un recorrido a pie por Narita y acceso al templo Narita-san Shinsho-ji Temple; en el tour 2: aprenderás a hacer cocina japonesa y a conocer la historia de la aviación de Japón; en el tour 3: podrás hacer un recorrido en bicicleta por la zona de Tako Town y en el tour 4: tendrás la oportunidad de hacer Cosplay del periódo Edo en Sakae Town
Cuando entras al vínculo, tienes que hacer una reservación y el día fijado te tienes que presentar en un mostrador que está en la planta baja del aeropuerto a eso de las 9 de la mañana. A esa hora, de repente llega una señora que comienza a acomodar las cosas, te formas y le dices que ya hiciste tu reserva, si tuviste que bajar equipaje voluminoso, lo debes guardar en un área de lockers.
Cuando ya te registraste, la señora te da una ficha y te pide que esperes en lo que registra a la demás gente.
Pasa el tiempo y te preguntas ¿qué onda? ¿pues cómo funciona esto?
Como a eso de las 9:45 comienzan a llegar unos “viejitos” y unas “viejitas” muy sonrientes que tienen unos chalecos rosados: ¡son los guías!
Pasan unos minutos y luego de un intercambio de sonrisas y saludos con los “viejitos” la señora del mostrador te comienza a llamar por tu número de ficha y de esa manera te comienzan a distribuir con el guía que te toca, al parecer forman grupos de 4 personas por guía.
En ese momento se inicia algo muy agradable que hace que la admiración que siento por Japón se haya incrementado aún más de lo que fue nuestro anterior viaje por allá.
Tu guía te pide el dinero para la compra de los boletos (viaje redondo del tren).
De ahí vas con él, te dice el tiempo que vas a tardar y te va comentando parte de lo que harás en esas 4 horas de duración del viaje; oiga le pregunté (en inglés) ¿dará tiempo de hacer el recorrido completo ya que nuestro avión sale a Bangkok a las 5 pm? No se preocupe –respondió en inglés-, estaremos en el aeropuerto alrededor de las 2 pm ¡y así fue!
La experiencia es muy, pero muy interesante, nosotros obviamente nos decidimos por el mini tour 1.
Una vez llegado a la estación del poblado de Narita, comenzamos un recorrido por su calle principal, pudimos admirar parques, fábricas de alimentos, tiendas de dulces y de ´té japonés, también lo del guiso de la anguila que puedes apreciar como la destazan en este video:
Todo ello acompañado de una plática amena con nuestro “viejito”.
Al llegar a la tienda de dulces y de té, nos invitaron variedades de té japonés, verde, negro y de otros tipos. En eso de repente, como ahí nos juntamos varios grupos, una de las guías nos dijo ¿qué les parece si vamos a una ceremonia de té? ¡sale!
La ceremonia del té es muy interesante, porque las personas del recinto te explican en qué consiste y te hacen la demostración. Una vez terminada, haces un recorrido por un pequeño museo, muy interesante.
De ahí seguimos caminando hasta llegar al templo de Shinsho-ji, en donde el guía dio una explicación de sus referentes históricos, hicimos un recorrido por el templo, para después ir a recorrer parte de sus bellos jardines en donde abundan los árboles, pequeños ríos y lagos con peces grandes de muchos colores.
Como el calor hizo que el hambre apretara, una vez terminada esa parte del recorrido y dado que ya era casi la 1 pm, nuestro guía nos llevó a un restaurante donde por cierto abundaban motivos mexicanos, en donde luego de una reparadora comida de fideos japoneses y de una especie de empanaditas fritas rellenas de carne, nos dispusimos a retornar al aeropuerto.
Pero la magia japonesa no terminó, al llegar al mostrados de la recepción, la señora del registro nos entregó varios obsequios: folletos, un abanico para las señoras y unas postales para los hombres.
¿La despedida de los viejitos? Muy cálida, ¿ahora te explicas porqué Japón me ha cautivado una vez más?
En el viaje de retorno a México, la escala en Narita tan solo fue de una hora 45 minutos ¿sabes lo que hicimos? ¡Cambiar dólares por yenes japoneses! ¿Por qué? Porque fue nuestro forma de decirle a Japón ¡Volveremos!
Fotografías: José Eduardo Celis Ochoa Cordero