Top Posts
Un balance de la lucha de la CNTE:...
Asamblea de Daniel Noboa aprueba instalación de bases...
La (des)nazificación de Alemania
El sistema de castas y los dilemas de...
AgroALBA arrancó en Venezuela: estrategias solidarias para producir...
¡No en nuestro nombre! Manifiesto de feministas contra...
Presidente Maduro propone Escuela de Agricultura Regenerativa para...
EE. UU. vs. China: ¿quién manda en el comercio...
Entre el wokeismo y el populismo de derecha
PALESTINA Y LA SOLIDARIDAD INTERNACIONAL
  • Colectivo Insurgencia Magisterial
Portal Insurgencia Magisterial
Banner
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Espacio principalEspacio secundario

Defender la alegría y organizar la rabia (1): ¡Es la organización, estúpido!.

por La Redacción febrero 28, 2020
febrero 28, 2020
1,3K

Por: Miguel León. DISPARAMAG. 28/02/2020

Este es el primero de una serie de tres artículos originalmente escritos como un solo texto que ha sido dividido para facilitar su lectura.

Estos artículos no tratan exactamente sobre la crisis interna de Podemos, pero sí ofrecen una interpretación, nada alentadora, sobre sus causas y sus repercusiones. Sepa el lector, eso sí, que he escrito otros textos sobre Podemos que, de algún modo, son una premisa del que aquí se ofrece, aunque por supuesto este último puede ser leído independientemente de los anteriores. Estos artículos son sobre todo un intento de abrir una reflexión, ineludible pero que no se puede resolver a toda prisa, sobre el tipo de organización política que se requiere en la actualidad para contener, frenar y eventualmente superar las dinámicas sociales propias del capitalismo contemporáneo (incremento brutal de la desigualdad socioeconómica, autoritarismo, devastación ecológica…). Dicho de otro modo, sobre qué tipo de organización se requiere para dotar de consistencia al sujeto revolucionario cuando por revolución entendemos la superación igualitaria y antiautoritaria del capitalismo. Partir de la asunción de que es un tipo de organización en concreto el que necesitamos caracterizar no implica afirmar que solo debe constituirse una organización de dicho tipo.

La crisis del modelo organizativo revolucionario, que actualmente es palmaria, está en realidad larvada en nuestras sociedades desde hace aproximadamente un siglo. Los problemas inherentes a la forma-partido y a la asunción del Estado como instancia neutra de mediación han estado presentes, y han sido tomados en consideración con mayor o menor fortuna, como poco desde finales del siglo XIX. Si casi desde el principio cupieron dudas sobre la adecuación de la forma-partido, en cuanto medio, a los fines de un movimiento revolucionario, esa crisis no podía sino incrementarse en un momento histórico en el que los mejores argumentos en favor de dicha apuesta dejan de ser válidos. El Estado sigue siendo una instancia de mediación político-económica sustantiva, pero ha delegado una parte importante de sus responsabilidades, en sintonía con el alto grado de internacionalización del capital. De modo que hoy más que nunca el Estado no es un instrumento neutro sino una instancia legitimada de coerción al servicio del capital y seriamente impedida para impulsar cualquier tipo de reordenación profunda de la lógica económica. Es una instancia de administración y ejecución que administra y ejecuta recurriendo a la coerción y a medidas de excepción si es preciso, pero sus capacidades decisorias están seriamente disminuidas; el Estado parece más capacitado para elegir entre opciones que para forjar, por sí mismo, una alternativa.

No quiere esto decir que tomar el poder del Estado no sea un objetivo legítimo, e incluso necesario, sino que, en tanto que medio para un fin ulterior, la toma del poder estatal debe ser valorada teniendo en cuenta las posibilidades reales que abre y los lastres que acarrea. Desde este punto de vista, eso sí, los lastres son enormes y las posibilidades reales que el Estado ofrece no solo son pocas sino que además podrían ser igualmente accesibles siguiendo otro tipo de estrategias que no pasen por la toma del poder (entendida en su sentido clásico). De hecho, es difícil negar que la capacidad del Estado para dejar de ser un instrumento de mantenimiento del status quo y convertirse en un amplificador de los procesos revolucionarios (en el sentido arriba señalado) depende de la existencia autónoma de un amplio movimiento social organizado, capaz de forzar al Estado a entrar en sintonía con sus demandas. Dicho de otro modo, también parece evidente que los procesos revolucionarios se desinflan cuando ese movimiento social organizado autónomamente pierde dicha autonomía y comienza tanto a delegar en el Estado lo que antes era una tarea propia como a depender del Estado para su propia pervivencia.

La pregunta esencial que se presenta ante nosotros es, entonces, qué tipo de organización permite, por un lado, acumular la suficiente fuerza como para obligar al Estado a plegarse y, por otro lado, hacer que dicha fuerza se consolide y perdure en el tiempo. Cuando planteo la pregunta por el tipo de organización propongo pensarla simultáneamente en relación con tres aspectos: cómo se estructura (instancias y funciones), cómo se relacionan entre sí los elementos que la componen (jerarquía, coordinación, autonomía…) y cómo se comporta (qué objetivos persigue y cómo intenta alcanzarlos).

Las dos soluciones tradicionalmente disponibles, la forma-partido y la forma-grupúsculo, han mostrado sobradamente sus debilidades, y frente a ellas apareció Podemos como una supuesta solución. De hecho, parte del entusiasmo generado inicialmente por Podemos se explica, creo, por la generación de expectativas en tal sentido. Se trata de un hecho dramático, porque las promesas que Podemos hizo de renovación organizativa fueron siempre un fraude, y así se hizo evidente cuando la famosa “máquina de guerra electoral” quedó plenamente constituida y los círculos fueron relegados a un segundísimo plano. Si todavía Podemos es capaz de recabar un apoyo electoral sustantivo, es en la medida en que puede mantener viva la ilusión de una victoria electoral basada en la solidez de su núcleo dirigente. Ahora bien, precisamente ese fundamento es el que se resquebraja con la pugna abierta entre Errejón e Iglesias, y aún más entre “errejonistas” y “pablistas”. Por lo demás, no creo que a nadie le quepa duda: Podemos no es una organización revolucionaria, y al decirlo no le falto a nadie al respeto porque prácticamente desde el comienzo se ha presentado como motor de un “sano reformismo”. Ahora bien, no es menos cierto que tanto Íñigo Errejón como Pablo Iglesias han planteado que la actual coyuntura es la que impone que los revolucionarios recurran al tacticismo reformista. Recurro a esa terminología por este motivo y porque el diálogo crítico con Podemos solo es realmente pertinente desde el horizonte de la revolución.

Decía que, teniendo en cuenta que se enfrenta al Estado como instancia garante del orden establecido, el modelo de organización revolucionaria que necesitamos caracterizar ha de cumplir una serie de condiciones: necesita ser autónomo, necesita ser duradero y necesita ser fuerte. En realidad, la fuerza de dicha organización será resultado de una combinación de autonomía y durabilidad, de modo que esos últimos son los dos requisitos básicos. La forma-partido y la forma-grupúsculo son dos formas fallidas de conseguir dicha combinación. A ellas dedicaré el segundo artículo de esta serie.

LEER EL ARTÍCULO ORIGINAL PULSANDO AQUÍ

Fotografía: DISPARAMAG.

Compartir 0 FacebookTwitterWhatsapp
La Redacción

noticia anterior
Bolsonaro: políticas genocidas, etnocidas y ecocidas.
noticia siguiente
Entretenimiento corporativo.

También le podría interesar

El capitalismo contra la globalización

junio 10, 2025

El tecnofeudalismo se tragaría al TACO Trump

junio 9, 2025

Recrudece la guerra

junio 9, 2025

Visitantes en este momento:

736 Usuarios En linea
Usuarios: 229 Invitados,507 Bots

Blog: Perspectivas comunistas

Desde el Plantón magisterial en el Zócalo de la CDMX

Nuestras redes sociales

Blog de la Columna CORTOCIRCUITOS

Nuestros grupos de difusión

Artículos publicados por mes

Síguenos en Facebook

Síguenos en Facebook

Artículos por AUTORES

Artículos publicados por FECHA

junio 2025
L M X J V S D
 1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
30  
« May    

Artículos más leídos esta semana

  • 1

    Del Acuerdo Educativo Nacional al Plan de estudios 2022.

    septiembre 13, 2022
  • 2

    De ‘OkDiario’ a la inteligencia israelí: la red trasnacional del bulo

    abril 15, 2025
  • 3

    Sicariato, aporte del MRS al “golpe suave”

    junio 16, 2018
  • Ecuador aprueba Ley que potencia la cultura y reconoce derechos laborales del sector

    noviembre 14, 2016
  • 5

    La desolación de AMLO.

    noviembre 12, 2023
  • LA CALLE, NUESTRA BANDERA.

    enero 9, 2018
  • 7

    Propone diputada Ivonne Cisneros que expertos revisen tala de árboles que hace Ricardo Ahued

    junio 11, 2022
  • 8

    Valoraciones sobre la situación de Ruth López

    junio 7, 2025
  • 9

    Un año más de lucha: Viniketik en Resistencia

    enero 29, 2021
  • 10

    El Perú amenaza la educación sobre derechos humanos adquiridos

    mayo 4, 2023
  • 11

    Maquillaje de Sur Global la justificación científica de la geoingeniería

    noviembre 1, 2024
  • 12

    La industria del bienestar ha cooptado el concepto de lo cuántico

    noviembre 15, 2024
  • 13

    México. Áreas Naturales Protegidas: entre la conservación y el extractivismo

    febrero 25, 2024
  • 14

    Huir, ser reclutado o morir: el peso de ser menor de edad en Argelia, Cauca

    diciembre 6, 2024

Rolando Revagliatti. Argentina

Raúl Allain. Perú

Juan Antonio Guerrero O. México

Vanesa Monserrat. Argentina

Carolina Vásquez Araya

Ilka Oliva-Corado

Javier Tolcachier

Columna: CORTOCIRCUITOS

Manuel I. Cabezas González

Luis Armando González

Iliana Lo Priore

Jorge Salazar

Adolfo del Ángel Rodríguez

Oswualdo Antonio G.

José Eduardo Celis

Daniel Suárez

Güris J. Fry

Jorge Díaz Piña

Ángel Santiago Villalobos

Andrés Brenner

Alejandra Cortina

José Carlos Buenaventura

Luis Palacios

@2020 - Insurgencia Magisterial

Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
@2020 - Insurgencia Magisterial

Leer también:x

Diario de la crisis 5. Guerra y...

marzo 11, 2023

Cómo el neoliberalismo está en ‘default’ en...

septiembre 1, 2020

Hegemonías rotas, un signo otoñal.

mayo 24, 2020