Top Posts
Pensar lo humano cuando escasea
El motor imperial del fascismo
Ruthmery Pillco recibe el prestigioso Future For Nature...
¿Becarios o subcontratados? BMW Angelópolis Puebla
Los movimientos sociales ante la transición energética: rebajar...
De pie contra una fábrica de amoníaco: un...
Mercado, raza y coeficiente de inteligencia: el capitalismo...
Vivir Quintana: “La diversidad es lo que realmente...
Resistir, recuperarse y ampliar alianzas para luchar con...
¿Conoces cómo las bebidas energéticas influyen en el...
  • Colectivo Insurgencia Magisterial
Portal Insurgencia Magisterial
Banner
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Espacio principalEspacio secundario

Apuntes sobre el tedio

por RedaccionA noviembre 22, 2022
noviembre 22, 2022
489

Por: ADRIANA FONTE PRECIADO. 22/11/2022

Uno no se aburre ni de esto ni de aquello, ni siquiera de uno mismo, sino que el tedio sobreviene, se traga al yo. Uno se abandona a la existencia, al mundo que se ha vuelto indiferente

Casi por decantación, ciertas pasiones han robado el protagonismo de los tiempos que habitamos. Bien se pudiera hablar del amor, la búsqueda de la felicidad, el miedo, la muerte, ocupando el gran volumen del pensamiento humanista. Sin embargo, un sentimiento transversal, casi imperceptible, oculto tras las velocidades de nuestro tiempo, se expande como el óxido: el tedio como padecimiento ontológico, como condición que nos persigue y ante la cual el ser humano moderno se resiste.

Tedio, del latín taedium, palabra que recoge las sensaciones de disgusto, cansancio, enfado, repugnancia. Un estado de ánimo vinculado al vacío y que propone una relación de transferencia entre nosotros y las cosas, nublando el posible origen en el objeto que aburre o en el sujeto que se abruma.

Martin Heidegger (1889-1976) define esta sensación con una frase totalmente impersonal que se traduce como “uno se aburre”[1]. Uno no se aburre ni de esto ni de aquello, ni siquiera de uno mismo, sino que el tedio sobreviene, se traga al yo. Uno se abandona a la existencia, al mundo que se ha vuelto indiferente.

Uno no se aburre ni de esto ni de aquello, ni siquiera de uno mismo, sino que el tedio sobreviene, se traga al yo. Uno se abandona a la existencia, al mundo que se ha vuelto indiferente

El tiempo se dilata, se pierde la agudeza del instante, se diluye pasado y futuro para dar paso a una masa temporal amorfa y desarticulada. Heidegger se refería a esto como una posibilidad de anularnos como sujetos a cargo del horizonte temporal, “anulamiento que hace posible forzar la existencia al instante, como la posibilidad auténtica de su existir”.

Escondido tras las velocidades de una vida moderna que exige ser adulto productivo, funcional, medianamente feliz, buen gestor del tiempo, el espacio, las pasiones y padecimientos, el tedio se emborrona con secuencias de horarios y objetivos puntuales, aguardando la inactividad para rodearnos de una halo difuso que permea la existencia y nos provoca sensación de extrañeza, de agotamiento que no remite con el descanso ni con el cambio de rutina. Nos embalsama la sensación de no pertenecer, la inercia del cansancio. La inactividad consume toda nuestra energía. 

“Hoy, mamá ha muerto. O tal vez ayer, no lo sé”. El personaje central de El Extranjero de Camus es, quizás, uno de los mejores reflejos literarios de tal sentimiento. Se nos muestra no como un hombre de alma dura e insensible, sino como alguien que experimenta justo eso: la nada, no como reacción al medio sino, más bien, una incorporación de este al propio ser, creando una sucesión monótona de la misma existencia.

Una percepción muy doméstica y simple de tal sensación: amanecer igual todos los días, incorporarnos en la exacta secuencia del ayer y del mañana, repitiendo incluso pensamientos, visiones, sensaciones corporales. Pero hoy no es ayer, al menos en el tiempo externo, nos extrañamos entonces ante el vacío de la inactividad; reaccionamos a la nada, somatizándola.

Muchos términos en Psiquiatría orbitan alrededor de dichas sensaciones: el embotamiento afectivo es un concepto bastante certero para tal definición, constituye en sí mismo un signo patognomónico de la Esquizofrenia según los cánones de la Medicina Occidental, cuyos límites son cada vez más difusos y discutidos. Lo mismo pasa con la depresión clínica (que no es sinónimo de tristeza), padecimiento que pudiera tener ciertas sinergias con el tedio en sus distintas formas, conviviendo en simbiosis sin llegar necesariamente a instaurarse como patología.

Søren Kierkegaard (1813-1855) describe el tedio en O lo uno o lo otro con un agudo aforismo: “Qué tremendo es el tedio, profundamente tedioso (…) solo lo igual se reconoce en su igual. Permanezco tendido, inactivo; lo único que veo es el vacío; lo único de lo que me alimento es el vacío; lo único en lo que me muevo es el vacío. Ya ni siquiera sufro dolor.”

Para ello, el autor quita el origen de esta sensación en las cosas, puesto que las cosas no están, o al menos sobre ellas no recae interés alguno. El mundo entero desaparece bajo la tenue luz de la indiferencia. “La vida se me ha hecho totalmente imposible (…) El mundo me produce náuseas, me parece insípido, sin sal y sin sentido”. El hecho de quedarse referido a un objeto sin lograr una vinculación exitosa con él, “su vértigo es como aquel que se desprende de mirar hacia abajo en un infinito abismo, infinitamente.”

Pudiéramos sentir la naturaleza del tiempo como una desconexión del tiempo individual con el externo que no cesa de transcurrir, nos sentimos detenidos e incapaces. El tiempo se presenta continuamente como el enemigo, siempre va hacia adelante mientras que el sujeto sin futuro ni presente, solo siente que tiene un pasado. En la lucha beligerante entre el tedio y la sucesión invariable del tiempo, el sujeto se aferra a su pasado y aspira así a detener el tiempo en su conjunto, reduciéndolo al instante inmediato.

Kierkegaard resume su idea en una frase cortante: “Dios mismo si creó el mundo fue por aburrimiento, por combatir la nada.”

En la lucha beligerante entre el tedio y la sucesión invariable del tiempo, el sujeto se aferra a su pasado y aspira así a detener el tiempo en su conjunto, reduciéndolo al instante inmediato

Entonces, pensando en el tedio como la máxima expresión del aburrimiento (Abhorrere, siendo ab– el prefijo para “sin” y horrere “horror”, sin horror ante lo que se nos presenta y confundimos en la monotonía, o referente a la carencia -de estímulos, de novedades) estamos ante un estado que desvirtúa incluso nuestras formas de resistencia: es la consternación ante la idea de no-existencia, ante la sensación de que nada tiene objeto.

Y no es cierto que la cura del tedio son las buenas lecturas, la actividad física, incluso la disposición mental o la búsqueda de compañía. Es, tal vez, un punto que ha de ser sobrevivido, para que el estímulo, el placer, la creatividad, puedan revivir y resistir.

Y, como un lugar inactivo de sensaciones, nos sentimos inmersos entre la niebla de todas las filosofías, presos del absurdo que es la vida, viendo a través de finísimas estrías de luz para finalmente percatarnos de que todo es oscuro. Permaneciendo en la sensación de vivir un sueño dentro del sueño, que no es el tedio de quien nada sabe o nada hace, sino de quien pensó con claridad y supo, como un viejo emperador  en su despedida: “Lo fui todo, nada vale la pena”.

LEER EL ARTÍCULO ORIGINAL PULSANDO AQUÍ

Fotografía: dialektika

 

Compartir 0 FacebookTwitterWhatsapp
RedaccionA

noticia anterior
Impolítica de los bots. La crisis de las personas y las cosas
noticia siguiente
[Libro] La AIT, la internacional desconocida

También le podría interesar

El tiempo atrapado

febrero 17, 2025

«MIRAR LAS ACTUALIZACIONES CONSTANTEMENTE NOS HACE SENTIR LA...

julio 26, 2024

¿Conectar o desconectar en vacaciones?

julio 6, 2024

Visitantes en este momento:

461 Usuarios En linea
Usuarios: 24 Invitados,437 Bots

Blog: Perspectivas comunistas

Desde el Plantón magisterial en el Zócalo de la CDMX

Nuestras redes sociales

Blog de la Columna CORTOCIRCUITOS

Nuestros grupos de difusión

Artículos publicados por mes

Síguenos en Facebook

Síguenos en Facebook

Artículos por AUTORES

Artículos publicados por FECHA

junio 2025
L M X J V S D
 1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
30  
« May    

Artículos más leídos esta semana

  • 1

    Del Acuerdo Educativo Nacional al Plan de estudios 2022.

    septiembre 13, 2022
  • 2

    Denuncian “plagio” en el Artículo: “Atribuciones causales del maltrato entre iguales. La perspectiva de los alumnos y del personal de escuelas de enseñanza media básica”

    noviembre 12, 2023
  • 3

    La Casa de los Famosos: ¿es posible no mirar?

    septiembre 19, 2024
  • 4

    Incongruencias de la NEM de Marx Arriaga: luchar contra el neoliberalismo promoviendo un concurso de Círculos de estudio sobre Freire, con premios de 10 mil pesos a los ganadores y con mecanismos de exclusión

    septiembre 25, 2024
  • 5

    REDALYC se deslinda de “Artículo” con denuncia de “plagio”

    noviembre 14, 2023
  • 6

    Ekaitz Cancela, autor de Utopías digitales: Imaginar el fin del capitalismo: “El diseño de la tecnología no es asunto exclusivo de las startups con sede en Silicon Valley”

    septiembre 17, 2024
  • 7

    La revolución del amor vs la cobardía reaccionaria

    septiembre 27, 2024
  • 8

    Pago de seguros institucionales: burda simulación de Cuitláhuac.

    octubre 13, 2024
  • 9

    CCH-UNAM consuma despido de profesor, señala que los motivos fueron políticos

    septiembre 8, 2024
  • 10

    Milei, una bomba de tiempo.

    diciembre 3, 2023
  • 11

    La verdad sobre los 43 tras los muros del 27 batallón del ejército

    septiembre 24, 2024
  • 12

    DESPUÉS DEL DÍA 1, ¿QUÉ ES LO QUE VIENE PARA EDUCACIÓN?

    octubre 4, 2024
  • 13

     Reforma judicial: transición de la partidocracia a la coprocracia*.

    septiembre 15, 2024
  • 14

    Emilia Ferreiro, una y múltiple

    octubre 1, 2024

Rolando Revagliatti. Argentina

Raúl Allain. Perú

Juan Antonio Guerrero O. México

Vanesa Monserrat. Argentina

Carolina Vásquez Araya

Ilka Oliva-Corado

Javier Tolcachier

Columna: CORTOCIRCUITOS

Manuel I. Cabezas González

Luis Armando González

Iliana Lo Priore

Jorge Salazar

Adolfo del Ángel Rodríguez

Oswualdo Antonio G.

José Eduardo Celis

Daniel Suárez

Güris J. Fry

Jorge Díaz Piña

Ángel Santiago Villalobos

Andrés Brenner

Alejandra Cortina

José Carlos Buenaventura

Luis Palacios

@2020 - Insurgencia Magisterial

Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
@2020 - Insurgencia Magisterial

Leer también:x

El entretejido temporal de la vida.

junio 14, 2020

Tiempo educativo mexicano

septiembre 26, 2022

La falta de tiempo, una nueva pobreza.

junio 11, 2018