Por: Adrián Montiel. 22/03/2025
Aliento y dignidad, lo vivido en el luto social por Teuchitlán









Se convocó en 66 ciudades de México a ocupar las calles con el luto que provoca el hallazgo más reciente -pero no único- de un rancho ubicado en propiedad ejidal, en Teuchitlán, Jalisco.
Como se ha confirmado oficialmente, su función se volvió el de un campo de concentración para víctimas tras la privación ilegal, y someterlas al adiestramiento que les llevara a convertirse en mano de obra de la delincuencia organizada.
Aunque desde el 18 de septiembre de 2024 la Fiscalia del Estado de Jalisco lo tenía incautado y bajo su control, por reconocer que ahí se realizaba los delitos de desaparición, entrenamiento y ejecuciones de quienes no pasaban las pruebas del entrenamiento, esta no investigó.
6 meses después gracias a la inspección del colectivo de familias Guerreros Buscadores en el mismo rancho, nos hemos enterado que la Fiscalia de Jalisco bajo el mando del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, omitió con expreso interés, hacer una recuperación de hallazgos.
400 restos de 400 vidas no solo 400 muertes
Un hallazgo evidente fueron 400 pares de zapatos, ropa y otros objetos de lo que nos acerca a saber quiénes son todas las personas que fueron sometidas al dolor, tortura y sometimiento, antes de ser asesinadas.
Bajo ese símbolo se convocó a las calles, de nuevo, a exigirle a las autoridades de Jalisco y el Gobierno Federal, atender el drama social con la debida diligencia pues México sigue convertido en una gran fosa clandestina.

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Fotografía: Perimetral. Adrián Montiel