Por: Climate Home News. 19/06/2025
Los expertos dicen que, a pesar de la desestimación de la demanda, el fallo sienta un precedente.
Este artículo de Megan Rowling y reporteros de Reuters se publicó originalmente en Climate Home News el 28 de mayo de 2025. Global Voices publica una versión editada en virtud de un acuerdo de asociación de contenidos.
El 28 de mayo de 2025, un tribunal alemán desestimó la demanda de un agricultor peruano que buscaba una indemnización de la empresa de energía alemana RWE por poner en riesgo su hogar a causa del cambio climático, al juez considera que la estimación del riesgo de daño era demasiado baja para que el caso pudiera avanzar.
Sin embargo, expertos legales y científicos que trabajan en cambio climático y que han seguido de cerca este caso pionero, destacaron su mayor importancia, argumentaron que el fallo confirma que los grandes emisores de gases de efecto invernadero pueden ser considerados responsables por su contribución al cambio climático, incluso del extranjero.
Afirman que este precedente podría alentar a las comunidades afectadas a buscar justicia a través de los tribunales. Delta Merner, del Centro científico para litigios climáticos en la Unión de Científicos Comprometidos, señaló que la decisión «confirmó que la ciencia climática puede dar una base para la responsabilidad legal, lo que es un precedente fundamental en el impulso general para que se asuman responsabilidades en la crisis climática». El grupo ambientalista señaló que docenas de casos similares están avanzando actualmente en los tribunales de todo el mundo.
Lisa Reiser, de Global Litigation News, sugirió que la «pregunta fundamental» era:
¿Pueden las empresas individuales con altas emisiones ser consideradas responsables por su contribución al cambio climático global? La respuesta del Tribunal Superior Regional de Hamm: ¡sí, pueden! Solo en este caso particular el tribunal concluyó que no existía un riesgo inmediato para la propiedad de Lliuya.
En cuanto al caso del agricultor Saúl Luciano Lliuya, ampliamente seguido y con diez años de antigüedad, que afirmó que las emisiones de la gigante carbonera RWE contribuyeron al derretimiento de los glaciares andinos y a un mayor riesgo de inundaciones para su hogar, un tribunal alemán en la ciudad occidental de Hamm declaró que no era posible apelar.
El juez presidente, Rolf Meyer, explicó que la estimación de los expertos sobre el riesgo de daño a 30 años para la casa del demandante, de un 1%, no era lo suficientemente alta como para que el caso prosiguiera. No obstante, Meyer añadió que, de haberse demostrado un efecto adverso mayor, el contaminador podría haber sido obligado a reducir emisiones o a pagar indemnizaciones.
El juez agregó que el caso del demandante fue argumentado de manera coherente y que era «como un microcosmos de los problemas mundiales entre personas del hemisferio sur y del hemisferio norte, entre pobres y ricos».
RWE cuestiona el precedente legal
Germanwatch, grupo de defensa ambiental y de derechos humanos que financió la demanda, citó a la abogada de Lliuya, Roda Verheyen, que afirmó que el caso alentará más demandas judiciales.
Tras el veredicto, Noah Walker-Crawford, investigador del Grantham Research Institute de la Escuela de Economía de Londres (LSE), señaló que la decisión del tribunal significa «que otras personas [afectadas por el cambio climático] pueden presentar otros casos [y] pueden basarse en ese principio».
Sin embargo, RWE, que está eliminando gradualmente sus plantas de energía a carbón, afirmó que el intento de crear un precedente legal había fracasado, y señaló: «Consideramos que es un planteamiento totalmente equivocado convertir las salas de los tribunales en un foro para las exigencias de las ONG sobre políticas de protección climática».
En un comunicado, la empresa añadió:
RWE siempre ha considerado que esa ‘responsabilidad civil climática’ es inadmisible según la ley alemana. Tendría consecuencias imprevisibles para Alemania como lugar industrial, porque en última instancia podrían presentarse reclamos contra cualquier empresa alemana por daños causados por el cambio climático en cualquier parte del mundo.
La empresa afirmó que estaba en camino de volverse climáticamente neutra para 2040 y que, en general, el sector industrial alemán había avanzado bien en la reducción de emisiones de CO₂ en comparación con otros países.
Usando datos de la base de datos Carbon Majors, que rastrea las emisiones históricas de los principales productores de combustibles fósiles, Lliuya sostuvo que RWE era responsable de casi el 0,5% de las emisiones antropogénicas globales desde la revolución industrial y que debía pagar una parte proporcional de los costos de adaptación al cambio climático.
Según los cálculos del agricultor, para un proyecto de defensa contra inundaciones de 3,5 millones de euros (3,9 millones de dólares) necesario en su región, la participación de RWE sería de unos 17 500 euros (19 907 dólares).
Confluencia de dos ríos que bajan de la Cordillera Blanca, donde la casa del granjero Saúl Luciano Lliuya, se ve amenazada por el derretimiento de un glaciar. Foto: Alexander Luna/Germanwatch e.V., usada con autorización.
El agricultor de 44 años, cuya familia cultiva maíz, trigo, cebada y papas en las afueras de Huaraz, no estuvo presente en el tribunal durante el veredicto. Explicó que eligió demandar a RWE, en lugar de a cualquier otra empresa que opera cerca de su casa, porque es uno de los mayores contaminadores de Europa.
Hablando con periodistas desde un hotel en su ciudad natal de Huaraz, Lliuya dijo que, aunque el tribunal desestimó el caso, fue un avance para la justicia climática:
Desde el principio quisimos sentar un precedente para responsabilizar a las empresas. No obtuvimos todo, pero este fue un gran paso adelante para otras demandas.
Saúl Lliuya Luciano, guía de montaña y pequeño agricultor, visita el glaciar Aletsch en los Alpes. Llevó a RWE a juicio para exigir justicia climática. Foto: Alex Luna/Germanwatch e.V., usada con autorización.
La organización ClientEarth, ONG de derecho ambiental, señaló en un comunicado que, bajo el principio de «quien contamina paga», el fallo significa que los futuros casos legales podrían exigir acciones reparadoras por parte de las empresas, como financiar medidas para reducir el riesgo de inundaciones.
Adam Weiss, Director de Programas e Impacto de ClientEarth, explicó: «Este fallo podría encender la chispa de litigios que responsabilicen a las empresas que hasta ahora parecían intocables por su destrucción climática. Este debería ser un día de tensión para quienes dependen de modelos de negocio centrados en los combustibles fósiles. Las consecuencias legales les pisan los talones».
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Fotografía: Global voices. Saúl Luciano Lliuya en la laguna Palcacocha, que está creciendo por el derretimiento de los glaciares causado por el cambio climático. Foto: Walter Hupiu Tapia/Germanwatch e.V.