Top Posts
Cuerpos cultivados en laboratorio: el debate ético de...
Educación compartida
Bolivia. ¿Quién traicionó a quién? Las claves de...
Wifi en la Amazonía: el dilema de la...
Pequeños modelos de lenguaje: 10 Tecnologías Emergentes 2025
Suspenden fallo de jueza y orden de aprehensión...
EE UU aprueba el uso de cerdos CRISPR...
El gobierno de Milei busca desalojar la redacción...
Gerardo Fernández Noroña, la Lic. Ortiz del Conapred...
[Vídeo] Juventud reaccionaria: ¿Ser facho está de moda?...
  • Colectivo Insurgencia Magisterial
Portal Insurgencia Magisterial
Banner
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Espacio principalEspacio secundarioNorberto Soto Sánchez

50 AÑOS DE LA VICTORIA DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL CONTRA LA IMPOSICIÓN DE GONZALO ARMIENTA CALDERÓN EN LA UAS

por La Redacción agosto 11, 2022
agosto 11, 2022
1,4K

Por: Norberto Soto Sánchez. Lic. en Psicología, Mtro. en Educación, estudiante Doctorado UPN Ajusco. Interesado en temas de violencia política en educación. 11/08/2022

El movimiento universitario-popular de principios de los 70’s del siglo pasado en la Universidad Autónoma de Sinaloa fue un hito dentro del movimiento universitario nacional; por las demandas de autonomía real para la Máxima Casa de Estudios sinaloense, pero, también, por su vinculación con sectores populares y causas democráticas, así como por el radicalismo de sus expresiones y prácticas.

En el contexto de dicho movimiento fueron asesinadxs dos estudiantes uaseñ@s. A propósito de ello, legisladores del Morena ─Diputados César Ismael Guerrero Alarcón y José Manuel Luque Rojas- y del Partido Sinaloense (PAS) ─Diputada Alba Virgen Montes Álvarez- encabezaron un acto conmemorativo el 7 de abril en el Congreso del Estado de Sinaloa, siendo impulsado, a decir de los congresistas, como un “homenaje” a las generaciones que lograron la autonomía verdadera para la Máxima Casa de Estudios en Sinaloa.

Para darnos cuenta de las cualidades del movimiento universitario en cuestión, vale la pena realizar una contextualización de su surgimiento, sus demandas y su desarrollo.

Durante los 50’s y la primera mitad de los 60’s acontecimientos como la represión militar a la ocupación de tierras en la Sierra Madre Occidental de Sinaloa ─impulsada por la UGOCEM- en 1952; la “Caravana del hambre” (1951-1952) que llevaron a cabo mineros de Cloete y Nueva Rosita, (Coahuila); la ocupación del IPN por el ejército en 1956; la huelga ferrocarrilera de 1958-1959; el cruel asesinato de Rubén Jaramillo y su familia en Xochicalco, Morelos (1962); las masacres guerrerenses de Chilpancingo (1960) e Iguala (1962) cometidas contra los cívicos; así como la ejecución de los integrantes del Grupo Popular Guerrillero que intentaron tomar por asalto el Cuartel Madera en Chihuahua (el 23 de Septiembre de 1965) impactaron en la subjetividad de gran parte de los universitarios sinaloenses y mexicanos en general (Ibarra, 2014. P. 207).

En este tenor la entonces Universidad de Sinaloa le fue otorgada la autonomía (a nivel meramente nominativo), convirtiéndose en la Universidad Autónoma de Sinaloa el 7 de diciembre de 1965, mediante la publicación del decreto número 10. Dato curioso:

“La declaración de autonomía para la Universidad de Sinaloa, nunca demandada por el movimiento estudiantil (de entonces), fue una concesión inesperada. Quizá el gobernador pretendía encubrir el control directo que ejercía sobre el rector, representante en aquel momento de una suerte de despotismo ilustrado. O quizá pretendió ser una jugada inteligente ante la creciente inquietud estudiantil impactada por los destellos de la revolución cubana.” (Karam, 2011, P. 229, paréntesis nuestros).

Poco después de estos hechos comienza lo que en la historia de la hoy UAS se conoce como el periodo de Reforma Universitaria [1966-1969] (Sánchez & Gil, 2021), el cual se caracteriza por una serie de cambios académicos y administrativos ─podríamos decir que de corte progresista- dentro de la Universidad que fueron impulsados ─a través de métodos de lucha clásicos como las manifestaciones callejera, la toma de oficinas y la huelga- por la Federación de Estudiantes Universitarios de Sinaloa, inspirados en el Manifiesto Liminar de la Universidad de Córdoba, Argentina, de 1918, el cual tenía como principios fundamentales:

“… la defensa de la Universidad Latinoamericana como la autonomía universitaria, la libertad de cátedra, el cogobierno, la gratuidad educativa, la vinculación de la Universidad con la búsqueda de soluciones sociales, y especialmente el rechazo a cualquier forma de autoritarismo político o económico que intentará manipular el sentido de la Universidad” (https://bit.ly/3AIK5iF).   

No hay que dejar de mencionar que al inicio de esta etapa la FEUS se encontraba controlada por el priísmo, condición que fue cambiando al calor de la lucha estudiantil en el periodo mencionado.

El 25 de febrero de 1966, inmediatamente después de otorgar a la Universidad la “autonomía”, y de ser creada una Junta de Gobierno, ésta nombra a Julio Ibarra Urrea como rector para el periodo 66-70. La autonomía regalada mostraba sus limitaciones. Pronto el Rector Ibarra, hace evidentes sus inclinaciones autoritarias, despidiendo por razones políticas al académico José Luis Ceceña Cervantes, quien tenía un gran prestigio con la comunidad estudiantil de la Escuela de Economía (de la cual, en ese momento era director).

En junio de ese año los estudiantes pararon labores hasta el fin del ciclo, en exigencia porque se restituyera a Ceceña. La organización y coordinación de las protestas se lleva a cabo desde el Directorio Estudiantil de Huelga (DEH), órgano conformado al calor de este proceso.

Para septiembre, al regresar las vacaciones, el estudiantado extiende la toma a las demás escuelas y la exigencia se amplía más allá del mero regreso del Director de Economía: ahora querían la renuncia del Rector Ibarra (Rangel, 2011., P. 146).

La administración de Ibarra inaugurará una época de violencia política en la UAS que servirá para que sus estudiantes más combativos se fogueen en la lucha; este rector fue directamente responsable de la instauración por primera vez en esta Universidad del porrismo al integrar, con estudiantes afines y pandilleros, un grupo armado para su exclusiva protección y defensa (Monjaraz, 1997, P. 128).

Con la creación de ese grupo de corte paramilitar, Ibarra pensaba que inhibiría al estudiantado; en lugar de ello, el movimiento estudiantil adquiere mayor voluntad y logra ganar a la población de Culiacán mediante una exitosa campaña de difusión, volanteo y eventos que durante varios días se realizaron en la Plazuela Rosales de Culiacán. El movimiento gana fuerza. Para el 2 de octubre de 1966 el rector Ibarra le entrega su renuncia al entonces gobernador Sánchez Celis:

“Después de la renuncia del rector, el movimiento logró influir para que se designara como rector a un abogado progresista: Rodolfo Monjaraz Buelna. El triunfo del movimiento universitario fue interpretado por sus protagonistas como la primera defensa de la autonomía” (Karam, 2011, P. 230).

Es en este momento que el control de la FEUS le es arrebatado a la burocracia estatal y universitaria filo-priista, adhiriéndose a la Central Nacional de Estudiantes Democráticos (CNED), de la cual los universitarios sinaloenses organizan en la UAS su Congreso Nacional de 1967.

La masacre del 2 de octubre de 1968 toma a la FEUS ya con una gran acumulación de experiencias de lucha, así como relaciones establecidas con obreros agrícolas y campesinos pobres del norte de Sinaloa: el sector más a la izquierda de la Federación Estudiantil ve en la masacre de Tlatelolco una prueba más de que la vía institucional-electoral estaba cerrada como medio para una transformación social profunda.

Para 1969, a través del Frente de Defensa Popular, la FEUS logra acercarse todavía más al movimiento popular en Sinaloa, el cual se levanta en ese entonces para luchar contra impuestos que fueron aprobados por la administración del entonces gobernador Alfredo Valdés Montoya.

Por su parte, el gobierno del Estado emite una nueva Ley Orgánica para la UAS, a través del decreto 104 publicado el 13 de febrero de 1970. Esta ley “conserva como autoridad universitaria a la Junta de Gobierno con diversa estructuración a la anterior en cuanto al número, pues reduce a 5 sus integrantes. Pero preserva la facultad de nombrar al rector, con la diferencia de que en la Ley anterior la Junta estaba facultada para removerlo cuando éste cometiera una falta grave, según su propio y discrecional parecer; esto cambia y en el nuevo ordenamiento se le faculta para remover al rector, previa audiencia y a petición de las dos terceras partes del Consejo Universitario.” (Ibid., P. 231).

Ya con esta Ley vigente, la Junta de Gobierno designa el 25 de febrero a Gonzalo Armienta Calderón como rector para el periodo 70-74. Esto provocó un nuevo momento de efervescencia del movimiento estudiantil que se prolongó dos años en los cuales hubo fuertes enfrentamientos entre partidarios de Armienta y opositores.

Los primeros fueron apoyados por las corporaciones policiacas y un grupo de “halcones” que operaron en favor de rectoría. Durante ese tiempo la situación se complica tanto que el rector siempre estuvo dirigiendo “desde el exilio” ante la ocupación recurrente de las oficinas administrativas por parte del movimiento estudiantil.

En medio de dicha confrontación es que la masacre del Halconazo (10 de junio de 1971 en Ciudad de México) es vista por el sector más radical dentro de la FEUS como otra confirmación más de la voluntad de exterminio físico que el régimen priísta tenía frente a cualquier expresión democrática que se llevara a cabo. Los ánimos e ideas del movimiento estudiantil sinaloense comienzan a hacerse más a la izquierda.

Para este momento, el movimiento estudiantil ya había causado la simpatía de figuras intelectuales de talla nacional e internacional. Incluso el dirigente trotskista belga Ernest Mandel ─durante un curso impartido en la UNAM- manifestó, junto al rector de dicha Universidad, Pablo González, su solidaridad con el movimiento universitario sinaloense (Terán, 1982, Pág. 197)

Por su parte Rectoría UAS, a través del Consejo Universitario, convoca a la creación de una Comisión Especial para dar una solución a la problemática. La FEUS insiste reformar la Ley Orgánica por otra de corte más democrático, pero dicha petición resulta inaceptable tanto para las autoridades universitarias como para el gobierno estatal.

Frente a esto el Congreso local decide simular una discusión en torno a la propuesta de reforma universitaria; por supuesto, en realidad ya estaba decidido ignorar totalmente los planteamientos de la FEUS. Las manifestaciones no se hacen esperar. Hay una nueva escalada de violencia represiva. Para el 5 de abril una gran concentración estudiantil tiene lugar en los alrededores de la UAS. La policía trata de dispersar a los estudiantes mediante gases lacrimógenos, pero estos se rehúsan a darse por vencidos. Un ejercicio de fuerza policiaca totalmente desproporcionada encuentra una loable resistencia estudiantil que se extendió durante 72 horas.

LOS HECHOS DEL 7 DE ABRIL DE 1972

El 7 de abril fue convocada otra manifestación en la Plazuela Rosales de Culiacán; ahí fueron asesinados dos estudiantes: María Isabel Landeros y Juan de Dios Quiñonez.

Sobre estos hechos el entonces integrante del movimiento estudiantil ─adherido a una de las vertientes políticas moderadas del mismo y décadas más tarde convertido en funcionario público-, de nombre José Santos Madariaga, brindó un testimonio publicado treinta años después:

“Los policías a los que ocasionalmente nos enfrentábamos, eran de procedencia campesina con sombrero, muchas veces con guarache, camisas fajadas, lo que era la imagen típica del policía judicial de la época. Pero este sujeto que aparece por la calle Rosales viniendo desde la Procuraduría hacia la Universidad, es decir de oriente a poniente, tenía una vestimenta muy distinta, estaba vestido totalmente de negro con casco y máscara antigases negro, apareció y disparó sobre Juan de Dios Quiñónez, que estaba a la altura de los que hoy es el Colegio de Sinaloa, en esa banqueta.

Juan de Dios, quien era estudiante preparatoriano y de quien se decía que era miembro o adherente de la Confederación de Jóvenes Mexicanos, filial juvenil del PRI, regresó sobre esa banqueta corriendo pero ya baleado, de tal manera que sobre esa banqueta alcancé a ayudarle y los trasladé hacia la plazuela Rosales, donde algunas personas me ayudaron y en nuestra ingenuidad lo subimos a una motocicleta, para que lo trasladaran a la Cruz Roja, cuando él prácticamente ya estaba agonizando, en eso estábamos cuando este mismo sujeto vestido de negro, llega hasta la esquina de la calle Riva Palacio y Rosales donde hoy está el restaurant Bocatos, y dispara hacia la multitud que estaba en el frontispicio de la Universidad y ahí es donde cae herida María Isabel Landeros.” (López, 2002, Pp. 149-151).

Las circunstancias obligaron a Armienta Calderón a presentar su renuncia. Tres días después el Congreso del Estado aprobó el mencionado proyecto de Ley Orgánica elaborado por la FEUS, promulgado y sancionado el 11 de abril. La ─en ese momento- nueva Ley Orgánica contemplaba al Consejo Universitario como máxima autoridad de la institución, y le otorgaba facultades para nombrar rector con el voto aprobatorio de las dos terceras partes del total de sus miembros. Con ello los universitarios democráticos sinaloenses terminaban de arrebatarle la UAS al priismo.

EL PRESENTE EN LA UAS

Pero vayamos a tiempos más recientes: desde agosto de 2012 la UAS fue convertida en ariete electoral al servicio del Partido Sinaloense ─precisamente, el partido de la Diputada Alba Virgen Montes Álvarez-; instituto político que se convirtió, con ello, en el sepulturero de la autonomía en dicha universidad: sus trabajadores académicos y administrativos de confianza, así como sus familias, son obligados a hacer activismo a favor del PAS so pena de ser despedidos. Por otro lado, la elección de autoridades de todos los niveles en la UAS depende de los caprichos políticos del cacique universitario Melesio Cuén ─exrector 2005/2009, fundador y líder moral, precisamente, del PAS- quien, desde el 2006, tiene control total sobre la Comisión Permanente de Postulación ─la cual nace a partir de una reforma a la Ley Orgánica universitaria propuesta por el propio Cuén de manera completamente antidemocrática y que tiene una función análoga a la otrora Junta de Gobierno-, instancia encargada de presentar una terna al Consejo Universitario, el cual en rara ocasión llega a contar con un consejero que no se someta a los designios del cacique. Este fenómeno clientelar es conocido como la Universidad Partido ─para más información, véase: https://bit.ly/3JT8PHC-.

Ahora resulta que los sepultureros de la autonomía “homenajean” a un movimiento universitario-popular que ganó ─literalmente a sangre y fuego- verdadera autonomía para su universidad a través de su articulación con las luchas de los sectores más desfavorecidos en la entidad; lo cual las actuales autoridades de la UAS, hoy, condenan: a la universidad, dicen, solo hay que ir a estudiar.

Fotografía: revoluciontrespuntocero

Referencias:

Ibarra, H. (2014). La Liga Comunista 23 de Septiembre. Cuatro décadas a debate: historia, memoria, testimonio y literatura. En R. Gamillo, Y, Escamilla. R, Reyes. Y F. Campos. (coords.) Surgimiento, auge y debacle del movimiento estudiantil sinaloense en los años setenta: el movimiento de Los Enfermos. Ed. UNAM & Ed. Universidad Autónoma de Tlaxcala.

Karam, Carlos. (2011) La elección de autoridades en la Universidad Autónoma de Sinaloa. La democracia en la universidad. Modelos y experiencias de vida política en las universidades. Libros de la Biblioteca Jurídica de la Universidad Nacional Autónoma de México. Recuperado en: http://ru.juridicas.unam.mx/xmlui/bitstream/handle/123456789/11987/la-eleccion-de-autoridades-en-la-universidad-autonoma-de-sinaloa.pdf?sequence=13&isAllowed=y el 02/06/2020

López Alanís, G. (2002). Universidad Autónoma de Sinaloa. Contrastes y Evidencias de una Historia. 1972-2002 (Documentos, testimonios y entrevistas) (2.a ed.). Editorial Universidad Autónoma de Sinaloa.

Rangel, L. (2011). La Liga Comunista 23 de Septiembre.  Historia de la Organización y Sus Militantes. Tesis de Doctorado en Historia. Universidad de San Nicolas de Hidalgo.

Sánchez Parra, S., & Gil Pérez, A. (2021). La Reforma Universitaria en la Institución Rosalina. El caso de la Universidad Autónoma de Sinaloa, 1966-1969. Ciencia Nueva, Revista De Historia Y Política, 5(1), 26-47. https://doi.org/10.22517/25392662.24431

Terán Olguín, L. (1982). Sinaloa: Estudiantes en lucha. (2.a ed.). Editorial Universidad Autónoma de Sinaloa.

Compartir 0 FacebookTwitterWhatsapp
La Redacción

noticia anterior
Amordazados, tachados de rojos: Periodistas retroceden
noticia siguiente
IPE–COPIPEV y la mano que mece la cuna

También le podría interesar

Sinaloa: tras asesinato de cacique ligado al narco,...

febrero 6, 2025

Universidad Autónoma de Sinaloa: los montajes y el...

julio 14, 2024

AMLO y su llamado a la “reconciliación” con...

junio 17, 2024

Visitantes en este momento:

1.032 Usuarios En linea
Usuarios: 174 Invitados,858 Bots

Blog: Perspectivas comunistas

La mejor opción para Xalapa…

Nuestras redes sociales

Blog de la Columna CORTOCIRCUITOS

Nuestros grupos de difusión

Artículos publicados por mes

Síguenos en Facebook

Síguenos en Facebook

Artículos por AUTORES

Artículos publicados por FECHA

mayo 2025
L M X J V S D
 1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031  
« Abr    

Artículos más leídos esta semana

  • 1

    Televisa Leaks | La fábrica de mentiras, manipulación y guerra sucia

    mayo 7, 2025
  • 2

    Entrega CNTE pliego petitorio a SEP, SG e Issste con miras a huelga nacional del 15 de mayo

    mayo 5, 2025
  • ¿Cuáles son los elementos de una historieta?

    febrero 15, 2017
  • 4

    Suspenden fallo de jueza y orden de aprehensión contra Evo Morales sigue vigente

    mayo 7, 2025
  • 5

    Educación compartida

    mayo 8, 2025
  • 6

    Daniel Innerarity: «Una teoría crítica de la inteligencia artificial»

    mayo 6, 2025
  • 7

    El gobierno de Milei busca desalojar la redacción de El Grito del Sur

    mayo 7, 2025
  • 8

    Cuerpos cultivados en laboratorio: el debate ético de esta posible revolución médica

    mayo 8, 2025
  • 9

    El fraude de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García. Segunda parte

    diciembre 29, 2024
  • 10

    Bolivia. ¿Quién traicionó a quién? Las claves de la ruptura Evo-Andrónico

    mayo 7, 2025
  • 11

    Algunas ideas para un anarquismo proactivo

    mayo 4, 2025
  • 12

    ALFONSO CEPEDA ESPURIO DIRIGENTE DEL SNTE

    mayo 4, 2025
  • 13

    Pequeños modelos de lenguaje: 10 Tecnologías Emergentes 2025

    mayo 7, 2025
  • 14

    EE UU aprueba el uso de cerdos CRISPR para la alimentación

    mayo 7, 2025

Rolando Revagliatti. Argentina

Raúl Allain. Perú

Juan Antonio Guerrero O. México

Vanesa Monserrat. Argentina

Carolina Vásquez Araya

Ilka Oliva-Corado

Javier Tolcachier

Columna: CORTOCIRCUITOS

Manuel I. Cabezas González

Luis Armando González

Iliana Lo Priore

Jorge Salazar

Adolfo del Ángel Rodríguez

Oswualdo Antonio G.

José Eduardo Celis

Daniel Suárez

Güris J. Fry

Jorge Díaz Piña

Ángel Santiago Villalobos

Andrés Brenner

Alejandra Cortina

José Carlos Buenaventura

Luis Palacios

@2020 - Insurgencia Magisterial

Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
Portal Insurgencia Magisterial
  • Inicio
  • Nosotros/Legal
  • Directorio
  • Alianzas
  • Columnistas
  • Voces que seguimos
  • Calendario de eventos
  • Educooperando
@2020 - Insurgencia Magisterial

Leer también:x

Organizaciones estudiantiles y sociales del país se...

octubre 20, 2016

El movimiento estudiantil contra la Universidad SA

diciembre 6, 2016

Estudiantes rechazados tiran rejas de la Dirección...

agosto 4, 2016