Por: : José Luis Redondo. EvaluAcción. 14/08/2016
La Neuroeducación no es, ni va a ser la varita mágica que solucione todos los problemas de la Educación, pero hay que reconocer uno de sus méritos: está aportando una investigación seria y fundamentada de las prácticas educativas actuales y de antaño. Cosa que también hace y hacía la Psicología, la Pedagogía … ,la diferencia estriba en que la Neuroeducación ha calado aún más y está uniendo a muchos y muy diversos profesionales.
¿Qué relación guarda los estudios de Neuroeducación con la evaluación?
En primer lugar, la evaluación en nuestras aulas no pasa de ser una calificación que se juega a una carta: el examen. Sometemos al alumnado a una prueba estresante, a un ritmo extenuador y lo hacemos durante cinco o seis horas al día. ¿Qué obtenemos? Una amígdala sobreestimulada. Nuestro radar de lo diferente, lo novedoso, y donde se gestionan las respuestas de miedo y amenaza. Envia información al hipotálamo y este promueve la secreción de cortisol y adrenalina. El resultado es que la conexión con la corteza prefrontal se hace más lenta o desaparece, con lo que perdemos las habilidades ejecutivas de alto nivel, y además conseguimos que nuestro hipocampo, nuestro disco duro, se haga más pequeño, no almacene la información y que relacione esos contenidos con una carga emocional negativa.
¿Qué otros aspectos destaca la Neuroeducación?
Como afirma Judy Willis, sometemos a nuestro alumnado a pruebas que sólo estimulan la memorización, sin embargo olvidamos que lo que realmente nos importa es desarrollar habilidades como la resolución de problemas o la capacidad crítica de gestionar información. Para ello deberíamos fomentar la creación de patrones y modelos reconocibles, así que sería mucho mejor utilizar diferentes instrumentos de evaluación (portafolios, diarios de aprendizaje, productos finales de proyectos) y que estos fueran evaluados con rúbricas. Estas permiten al alumnado establecer y comparar los patrones que se le están pidiendo, permiten crear visualizaciones sobre lo que les solicita y que su mente ayude a conseguir ese objetivo, y porqué las rúbricas suelen alinear sus criterios de desempeño con algo más que resultados, por ejemplo: pueden hablar de toma de decisiones, trabajo en equipo, gestión de problemas, etc. lo que ayuda a trabajar aún más las funciones ejecutivas de alto nivel.
¿Y qué hacemos con el feedback o retroalimentación, y la evaluación formativa?
Tracey Tokuhama-Espinosa expone que el feedback y una evaluación formativa, que ocurran de forma frecuente y que se encuentren incrustados en el día a día de un aula, permite al alumnado comparar aquello que sabían, con lo que han aprendido, de modo que ellos mismos solucionan sus propias lagunas de conocimiento.
Es esencial que evaluación formativa y aprendizaje no estén separados en el tiempo, ni en el espacio, ya que nos permiten obtener evaluaciones más fiables, más frecuentes, adaptaciones más reales y ajustadas al desarrollo del alumno. Todo ello sin caer en el estrés del examen de final de trimestre y conseguir centrarnos más en el proceso de enseñanza, más que en el de calificar.
La retroalimentación no debe servir para condenar el error, ya que según Eric Jensen, debemos crear actividades que les permitan crear hipótesis y que puedan cometer errores, pero que los cometan pronto, de modo que reciban unfeedback inmediato y el alumnado pueda evaluar, reflexionar y corregir sus errores. Un feedback continuo, que según Judy Willis, evita que el alumnado rellene esas lagunas de información con errores y falsas informaciones. Errores y lagunas, que luego son muy difíciles de eliminar o cambiar.
¿Qué tiempos y que procesos son necesarios para realizar una evaluación y un aprendizaje, más acorde a los principios neuroeducativos?
Como indica Eric Jensen, intentar sobrepasar el límite atencional de los 12-15 minutos en adolescentes o en alumnado de Primaria es absurdo. Para que el conocimiento se almacene en la memoria a largo plazo necesitamos tiempo. Para ello es ideal trabajar diferentes procesos de repetición: la preexposición, la vista previa, el “priming”, la revisión y el repaso, de modo que afiancen el aprendizaje y para eso tenemos que:
a) dar tiempo para almacenar la información. Incluyendo el hecho de dormir bien, comer saludablemente y hacer ejercicio como factores esenciales del afianzamiento en la memoria a largo plazo.
b) que intercalemos con otras actividades, por ejemplo, podríamos utilizar el etiquetado conceptual estudiado por Fabricio Ballarini. En palabras de Jesús C. Guillén “un proceso fisiológico asociado a la síntesis proteica en las sinapsis que facilita la formación de recuerdos, y que en el aula funciona gracias al efecto provocado por la novedad”.
c) trabajar los contenidos de múltiples modos: dramatización, actividades físicas, juegos, bailes, música, creación de canciones, ya que así habrá más vías para recuperar esa información y que esta se memorice. A eso habría que unir los múltiples beneficios, tanto directos como indirectos, para el aprendizaje: generación de BDNF, oxigenación del cerebro, fomento de la neuroplasticidad, mejora de la gestión emocional..
¿Qué principios neuroeducativos nos tienen que guiar en nuestro proceso de evaluación?
1º El factor más importante dentro del aprendizaje de nuestro alumnado, según John Hattie, es su autoimagen y autoconcepto, así que debemos huir de las etiquetas. De hecho Carol Dweck, ha demostrado que si fomentamos una mentalidad de crecimiento en nuestro alumnado conseguiremos mejores resultados.
2º La ciencia y la Neuroeducación han demostrado la plasticidad del cerebro, esto implica que no existe una capacidad definida del cerebro. Debemos hacer partícipes a nuestro alumnado de esto, y que ellos sientan que confiamos en ellos y que pueden ser mejores personas y alumnos.
3º Un ambiente de aula agradable, un docente motivado y apasionado. Un docente que es capaz de transmitir y gestionar emociones, que se preocupe por mantener buena relación con el alumnado. Un aula donde se estimule el trabajo cooperativo. Todo eso son factores que ayudan a que un aula funcione y que la evaluación como parte esencial del aprendizaje, no sea una losa para nuestro alumnado.
4º Centrarnos más en el proceso y progreso que en el resultado, ya que como afirma Begoña Ibarrola, tenemos que darles oportunidades de éxito a todo el alumnado, para que puedan desarrollar el circuito de la recompensa y relacionarlo con el aprendizaje.
5º El simple hecho de la autoevaluación y la coevaluación son acciones que fomentan la metacognición, es decir, enseñan a reflexionar sobre lo pensado. Eso fomenta las funciones ejecutivas de alto nivel.
Hay una frase de Tracey Tokuhama-Espinosa que me parece demoledora:
“Los docentes debemos de darnos cuenta que NO nos pagan por enseñar, nos pagan por garantizar el aprendizaje”
Si queremos garantizar el aprendizaje de todo nuestro alumnado debemos cambiar nuestra forma de educar, lo que implica entre otras cosas, cambiar nuestro proceso de evaluación. Anna Forés, mi Maestra, lo resume de este modo:“ha de haber coherencia entre la metodología y la evaluación, si pretendemos enseñar de una manera diferente pero la evaluación es clásica, aún les sometemos a los chicos a más estrés y no han aprendido las reglas del juego”.
Posdata: Quiero agradecer a mis Maestros/as el camino que me han abierto. Son Anna Forés, Marta Ligioiz, Jesús C. Guillén y Rosa Casafont.
Bibliografía:
- Judy Willis. Research-Based Strategies to Ignite Student Learning: Insights from a Neurologist and Classroom Teacher.
- Tracey Tokuhama-Espinosa.Mind, Brain, and Education Science: A Comprehensive Guide to the New Brain-Based Teaching.
- Eric Jensen. Teaching with the Brain in Mind.
- Begoña Ibarrola. Aprendizaje emocionante: Neurociencia para el aula.
- Carol Dweck. Implicit Theories of Intelligence Predict Achievement Across an Adolescent Transition: A Longitudinal Study and an Intervention.
- Fabricio Ballarini. Behavioral tagging is a general mechanism of long-term memory formation.
- Anna Forés y Marta Ligioiz. Descubrir la Neurodidáctica.
- Rosa Casafont. Viaje a tu cerebro emocional.
Fuente: http://evaluaccion.es/2016/05/18/fundamentos-neuroeducativos-para-un-proceso-de-evaluacion/
Fotografía: twitter